DECLARACIÓN ACERCA DEL ANUNCIO DE LAS ÓRDENES EJECUTIVAS PRESIDENCIALES SOBRE LA INMIGRACIÓN
Monseñor José H. Gomez, Arzobispo de Los Ángeles
20 de noviembre de 2014.- Me alegra saber que se ofrecerá un cierto alivio temporal para ayudar a padres e hijos que viven en un temor diario de que sus familias sean desintegradas por detenciones o deportaciones.
Pero las acciones que el Presidente está realizando hoy ciertamente no reemplazan la reforma integral de inmigración que nuestra nación necesita.
Nuestro sistema es defectuoso y necesita modernizarse para poder responder a las realidades de una economía global. Todo el mundo lo sabe. Y como el sistema es defectuoso, muchos de nuestros prójimos están sufriendo, y entre ellos, millones de familias y de niños.
Demasiadas familias están siendo divididas por las deportaciones, por la incertidumbre acerca de su estatus, y por los retrasos en nuestro proceso de visado que puede demorar años o incluso décadas. Demasiados hombres y mujeres indocumentados son explotados en sus lugares de trabajo y se ven obligados a vivir entre las sombras de la sociedad.
Como nación, todos nosotros —y no sólo nuestros líderes— tenemos una responsabilidad. No podemos volver la cabeza y mirar hacia el otro lado mientras nuestros hermanos y hermanas siguen necesitando nuestra ayuda. Tenemos que trabajar todos juntos: los ciudadanos, las comunidades de fe, las agencias gubernamentales y los funcionarios electos.
De manera que acojo esta acción, pues ofrecerá un alivio a millones de personas que están en gran necesidad. Pero este alivio no es permanente y todavía no presenta una solución definitiva para los problemas. Éste es el momento para que hagamos nuevos esfuerzos y renovemos nuestro compromiso de ayudar a que nuestros líderes en Washington dejen de lado sus diferencias y se unan para encontrar soluciones que sean justas, compasivas, duraderas y de amplio alcance. VN
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