DE VIETNAM DEL SUR AL SUR DE CALIFORNIA

El padre Long Nguyen encontró las mismas barreras que otros que deciden venir a este país por el bien de sus familias

El padre Long Nguyen hace poco se hizo cargo de la administración de la Parroquia de Nuestra Señora de la Paz, en North Hills, debido al fallecimiento de su párroco. Si bien éste es un nuevo reto para él, lo ha encarado con el mismo ánimo y dedicación con los que ingresó no hace mucho a la vida sacerdotal.

INMIGRANTE

Long nació en Saigón, entonces Vietnam del Sur, y vivió allí con sus padres y hermano bajo un régimen comunista hasta cumplir los 13 años. Entonces su familia entera pudo emigrar hacia Estados Unidos gracias a la condición de refugiados políticos que les otorgó el gobierno norteamericano. La familia Nguyen se asentó entonces en California, en el condado de Orange, donde Long enfrentaría retos de todo tipo.

“Pasé mi niñez allí (en Saigón), tenía mis amigos, mi cultura en la que solía vivir y de repente tuve que dejar todo atrás y empezar de nuevo. Con un nuevo idioma, nueva gente, en una nueva cultura”, dice a VIDA NUEVA el padre Nguyen, quien agrega que las dificultades fueron incluso mayores porque ni siquiera hablaba el inglés.

De las escuelas públicas de Vietnam, donde no se permitía otro tipo de instituciones de aprendizaje, pasó a las públicas de Hawthorne, donde con el paso del tiempo tuvo que integrase y aprender y practicar el inglés. “Eventualmente pasé a formar parte de la sociedad. Tenía que ver televisión para aprender el idioma, conversaba mucho con mis amigos para aprender y luego mejorar mi inglés”.

VOCACIÓN

Las vacaciones de verano antes del penúltimo y último año de secundaria fueron un momento importante en la vida de Long. Si bien él no pertenecía a ninguna pandilla, algunos de sus amigos sí eran pandilleros, pero él se acercó a ellos porque quería aparecer “cool”. Fue entonces cuando uno de sus amigos fue baleado. “Esto significó un punto de cambio en mi vida. Entonces empecé a pensar en la vida y la muerte, en el futuro. No sabía qué hacer y un día sentí que el Espíritu Santo llegó a mi corazón. Tenía 16 años, y en ese momento sentí mucha paz en mi corazón y me di cuenta que éste era el significado de mi vida”.

Su familia no pudo menos que sentirse sorprendida ante su decisión de ser sacerdote. En muchas ocasiones anteriores Long había manifestado su odio por los sacerdotes. Incluso llegó a decir que preferiría ser cualquier cosa menos sacerdote, pero Dios tiene sus caminos para llegar al corazón incluso de los más reacios, dice reflexionando.

Si bien había ya decidido su destino, se dio un tiempo antes de ingresar en el Seminario. Primero se impuso el reto de trabajar muy duro en los últimos años de secundaria, de olvidarse de las malas calificaciones y de las malas influencias y, una vez graduado, entró en el Seminario de Saint John, en Camarillo.

“Uno de mis primos me dijo que, si quería ser sacerdote, tenía que ser inteligente, pero lo que vio en mis dos primeros años de secundaria no era muy prometedor. Después de eso mejoré mucho”, dice.

“Pasé diez años en el seminario y fueron los mejores años de mi vida porque encontré un propósito, un significado. Fue difícil, tuve que luchar con el inglés, tuve que estudiar este idioma nuevamente. Tomé cursos de filosofía, teología y también de español, que creo que llegará a convertirse en la segunda lengua oficial de este país en el futuro”.

Long Nguyen se ordenó de sacerdote en el año 2008.

MISIÓN

“Me asignaron a la parroquia de San Emigdio, en Lynwood. Fui ahí obedeciendo las disposiciones de mi Obispo como Pastor Asociado. Esta parroquia está conformada mayormente por hispanos. Cuando llegué ahí tuve la sensación de haber llegado a México. Fue un reto para mí debido a que la comunicación era difícil al principio. Pero seguí tratando y tratando y con el tiempo llegué a entender el español cada vez más. La gente fue muy generosa y quedé convencido de que su fe es muy fuerte”.

El padre Nguyen estuvo en Lynwood cuatro años, luego fue nombrado Administrador de Nuestra Señora de la Paz, en North Hills.

“El párroco falleció y yo fui nombrado para remplazarlo. Llegué aquí en mayo de este año (2012). Ésta es una parroquia muy diferente, es muy diversa. Tenemos cuatro culturas diferentes: angloamericanos, hispanos, vietnamitas y filipinos, por lo que se ofrecen misas en diferentes idiomas. Yo digo las misas en inglés, vietnamita y español”.

Al preguntársele si la vida de un sacerdote puede ser aburrida contesta con firmeza, sin titubear: “No, nunca. Un día yo fui joven como ellos, pero ahora he encontrado un propósito. Todo lo que hago, cuando la gente es feliz, yo soy feliz. No es nada aburrida”.

“Si algún joven me pregunta qué hacer para ser sacerdote, le diría que continuara estudiando y que terminara la escuela y el colegio y que se buscara una novia primero. Esto enriquecería sus experiencias con la gente y, si su vocación está allí, siempre estará allí. Si Dios lo está llamando, lo seguirá llamando, no hay apuro. El sacerdocio está allí, y nunca vamos a tener suficientes sacerdotes. Debe comprender la vocación mejor, de manera lenta, pero segura”.

PROBLEMAS DE LA IGLESIA

Ante tantos comentarios positivos y negativos sobre los actuales problemas por los que atraviesa la Iglesia, el padre Nguyen afirma que se dan éstos porque la gente viene al sacerdocio con motivos diferentes, con percepciones diferentes, con ideologías diferentes. “Algunas personas, en primer lugar, no vienen aquí por el servicio que se brinda, algunas personas lo hacen por el poder, por flojera. Vienen de culturas e historias diferentes. Si uno viene con una intención pura, para amar, para servir a la gente y al pobre, eso le dará felicidad, pero si viene por otras razones, entonces ya no encontrará felicidad en su vida”. VN

PREGUNTITAS

¿QUÉ TIPO DE COMIDA LE GUSTA?

“Me gusta todo tipo de comida. Definitivamente me gusta la mexicana, la como casi todos los días”.

¿SABE COCINAR?

“Sí se cocinar, pero sólo fideos (noodles) instantáneos. Pero sí puedo hacer algunos platos vietnamitas”.

¿Y LOS DEPORTES?

“Me gustan los deportes. Me gusta el fútbol americano, el basquetbol y el fútbol (soccer)”.

¿PRACTICA ALGUNO?

“Sí practico. Me gustan todos. Estoy en buena forma”.

¿QUÉ IDIOMAS SABE?

“Además del vietnamita, inglés y español, hablo 15 idiomas, aunque sólo una palabra de cada uno de ellos”.

¿TIENE DÍAS LIBRES?

“Sí tengo un día libre. Me gusta salir, ir a la playa y pasar algún tiempo cenando con mis amigos, visitando a mi familia”.

Su mensaje a los jóvenes: “No tengan miedo. Lo que Juan Pablo II dijo a los jóvenes, lo quiero repetir otra vez: ‘No tengas miedo, abre tu corazón a Dios y deja al Espíritu Santo trabajar tu vida, que cuando más damos al Espíritu Santo y a Jesucristo, más sentimos el amor de Dios en nuestro corazón, en nuestra vida’”.

PADRE LONG NGUYEN
Nuestra Señora de la Paz
15444 Nordoff Avenue
North Hills, CA 91343
http://www.olpeace.org/
(818) 894-1176

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