CUANDO SE JUNTAN EL ARTE Y LA DIVINIDAD

CUANDO SE JUNTAN EL ARTE Y LA DIVINIDAD

(fOTO – “Yo creo que la Iglesia va de la mano del arte, así como la música sacra que está al servicio de la Iglesia. Ante todo Dios es el artista de artistas, esto lo podemos constatar observando sus obras en la naturaleza”, explica el artista. / Cortesís de Gudhsan). 

En nuestra comunidad hay diversos artistas que hacen llegar el elocuente mensaje de Cristo a través de sus obras. El mexicano ‘Gushsan’ es uno de ellos

Por GEMA RAMÍREZ

La Iglesia Católica siempre ha empleado el arte para hacer más accesible y fascinante el mundo del Espíritu, de lo invisible.

VIDA NUEVA entrevistó a un prolífico artista (pintor, escultor, muralista, decorador) mexicano de nombre “Gushsan” (que es la combinación de su nombre y apellido) que radica en Los Ángeles.

Gushsan nació en Guadalajara en 1972, y más adelante emigró a Tijuana con sus padres Evangelina Jáuregui y José Guadalupe Sánchez, quienes le formaron en un hogar católico.

“Ya desde que tenía 4 años de edad siento que inició mi formación espiritual”, recuerda Gushsan. “Mis visitas a la Iglesia eran como una impresionante clase de arte en acción.

“Yo recuerdo mi fascinación por la belleza de las custodias, imágenes, esculturas, los ornamentos, las hojas de oro que lucían en las paredes del templo y en las velas de las Iglesias”.

A los 12 años, Gushsan ayudaba en el catecismo, los grupos pastorales y demás actividades diocesanas.

“En Tijuana, al estar yo involucrado en las festividades del Año Litúrgico siempre colaboraba durante la procesión de Semana Santa y demás fiestas religiosas; siempre estuve rodeado de arte sacro”. Y continúa: “Comencé a mis 14 años ayudando a arreglar los altares del templo, los nacimientos en Navidad, las coronas de espinas durante el Vía Crucis de Semana Santa, a veces improvisaba utilizando materiales diversos”.

Su apostolado en el arte se fue avivando, según comenta. “Fui coordinador de grupos juveniles, ahí crecí en el espíritu franciscano que consiste en servir a los demás, y mis estudios me llevaron a buscar la vida misionera pero no me decidí por el sacerdocio”.

ADOPTA LA FILOSOFÍA FRANCISCANA 

“Finalmente encontré mi pasión en el apostolado de vida, mi amor por el arte místico”, dice el artista. “Aprendí que el arte existe en todas las culturas y en todas las religiones, es una herramienta fundamental y necesaria en todo lo que existe espiritualidad, y es muy importante porque es además universal”.

Gushsan comenta que siempre ha creído en la energía de los elementos vivos, como lo enseña San Francisco de Asís. “Y esa energía puede encontrarse en animales, plantas y en todos los seres vivos; hay una espiritualidad en cada ente y quien nos mueve a todos es Dios.

“A lo largo del tiempo yo visito parroquias y cuando veo necesidades en las Iglesias, siento el llamado a colaborar. La gente me dice que les hace falta un sagrario, un Cristo etc. Yo les ofrezco mi apoyo pues yo sé que puedo hacerlo”.

 El entrevistado piensa que todo ser vivo necesita de una emoción para lograr enfocarse en lo que hace. “Para el artista el arte es una herramienta para poder emocionar a los feligreses y devotos que lo ven y admiran. Ese minucioso trabajo de horas y dedicación del artista recibe su premio al ver que los feligreses pueden inspirarse orando a Dios, e incluso dejando agradecimientos en esos retablos donde las imágenes de Santos les recuerdan lo divino”.

En el proceso de crear una escultura, Gushsan platica a VIDA NUEVA que él comienza a moldear a mano la figura de un Cristo, una Virgen u otra imagen religiosa en arcilla o cera. Después recubre la imagen con fibra de vidrio, ya que esto encapsula la escultura para que no le dañe el sol, la lluvia ni otros elementos, entonces se comienza a pintar, y al final se recubre con un barniz.

Las obras pueden ser hechas en bronce, hierro, con baño de oro, o en fibra de vidrio, que es la más común (polímeros).  “Cuando la obra está terminada siento que irradia una energía que sólo quien la contempla con fe puede experimentar”, dice con entusiasmo.

DÓNDE ESTÁN LAS OBRAS DE GUSHSAN  

Hoy día Gushsan tiene 20 años en este ministerio. Fue en este tiempo cuando adoptó su nombre artístico. “Siento que mi experiencia subiendo andamios a alturas como hasta 40 pies (como fue el caso del altar mayor en Nuestra Señora de Lourdes), provocó esa emoción que me sigue cautivando al ver la belleza del rostro de una Virgen, con pestañas reales y una mirada humana”.

Entre otras creaciones, ha elaborado el altar mayor de la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe Hammel. “En este proceso empleé pintura en esponja esfumado creando nubes y estrellas doradas, quitándole las cadenas al Cristo que colgaba frente al altar, después lo coloqué sobre un riel, y sujetándolo a la pared hoy día da la ilusión de tercera dimensión”, explica.

En la capilla de San Felipe de Jesús elaboró diversas imágenes, entre ellas a San Felipe de Jesús. En tanto que en la Iglesia de San Andrés de Pasadena pintó una obra integrada de varias piezas que forman un rompecabezas de dos pies por tres para ilustrar el rostro de Jesús y el Espíritu Santo. En la Iglesia de San Vitus en San Fernando, la estatua de la Virgen de Guadalupe. También pintó ángeles y sets para el nacimiento utilizado en la Navidad en la Iglesia de Epifanía en El Monte. En la Iglesia de Santa Lucía en City of Terrace, Gushsan elaboró bocetos de la Natividad hace más de 20 años, y ha plasmado la imagen de la Virgen de Guadalupe a restaurantes, capillas privadas y ermitas en la comunidad. Asimismo, ha regalado piezas religiosas en pueblos mexicanos como Nochistlán, Zacatecas (lugar donde nacieron sus padres y abuelos), en Tecolotlán, Jalisco y Puerto Vallarta.

En varias ocasiones Gushsan ha elaborado esculturas de Vírgenes peregrinas para facilitar algunas celebraciones comunitarias aquí en Los Ángeles.

Además del arte sacro que es su pasión, Gushsan ha hecho retratos, vitrales, murales, mosaicos, escenografías para estudios de televisión. Él fue uno de los iniciadores del Festival de los Muertos en el cementerio “Hollywood Forever” hace algunos años.

Una de sus primeras obras es el mural gigantesco que Gushan pintó junto con el artista Paul Botello en el parque de City of Terrace; otro mural realizado en esta misma ciudad fue en la fachada enorme de una conocida tienda de abarrotes, el cual dedicó a la grandeza espiritual azteca.

Un crítico comentó que las obras de Gushsan han dado identidad cultural a algunos vecindarios de Los Ángeles.

La labor de este artista sacro se encuentra en varios estados de la Unión Americana, como Las Vegas, Nevada, Arizona, Utah, Washington y Oregon. Así también en diversos estados de México, como Zacatecas, Jalisco y Puebla.

“Yo creo que la Iglesia va de la mano del arte, así como la música sacra que está al servicio de la Iglesia. Ante todo Dios es el artista de artistas, esto lo podemos constatar observando sus obras en la naturaleza”, explica el artista.

Entre sus metas, Gushsan señala que quiere seguir sirviendo a su comunidad, “buscando nuevos retos artísticos, perfeccionando mi arte en busca de la belleza y a la vez acrecentando la espiritualidad de mis obras religiosas”.

Gushsan puede ser contactado en su correo electrónico: Gushsan@yahoo.com VN

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