CONFLICTO RÍO SAN JUAN: COMUNICADO DE LOS OBISPOS DE COSTA RICA

SAN JOSÉ, COSTA RICA.- Por su indudable interés, publicamos a continuación el texto original del comunicado de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, sobre el conflicto entre este país y Nicaragua sobre el río San Juan.

CON RELACIÓN AL CONFLICTO NICARAGUA-COSTA RICA

Los Obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, como pastores del Pueblo de Dios, obedientes al llamado del Señor: “Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados hijos de Dios”1, manifestamos nuestra preocupación ante los recientes hechos dados en la frontera común entre Costa Rica y Nicaragua:

Nuestros pueblos, vecinos y hermanos, comparten, además de una frontera, toda una historia; de hecho, son muchos los vínculos y anhelos comunes que unen a estas dos naciones.

En las últimas semanas, hemos vivido el surgimiento de una creciente tensión en las relaciones entre ambas naciones debido al dragado del Río San Juan y la presencia de tropas militares nicaragüenses en la Isla Calero.

Dicho conflicto motivó al Gobierno de Costa Rica a recurrir a las instancias hemisféricas para procurar una solución, mediante la vía diplomática.

Como es público, el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), aprobó una resolución, por mayoría, en la que pide a ambos gobiernos “retomar de inmediato las conversaciones sobre aspectos relacionados con la demarcación de la línea fronteriza realizados hasta la fecha, conforme a los tratados y laudos existentes” y, al mismo tiempo:“con el fin de generar un clima propicio para el diálogo entre ambas naciones, evitar la presencia de fuerzas armadas o de seguridad en el área donde su presencia podría generar tensión.”2.

Ante esta difícil situación, nosotros obispos, instamos al Gobierno de la República a continuar el derrotero marcado por nuestra tradición civilista a saber, la búsqueda incesante de la resolución de los conflictos por las vías diplomáticas, del diálogo y del respeto al derecho internacional el cual, supone, el reconocimiento de los mutuos derechos y el cumplimiento de los respectivos deberes de los Estados involucrados.3

Así mismo, hacemos un llamado al pueblo costarricense a unirnos en torno a nuestros valores más profundos como lo son : la paz, la civilidad, la fraternidad y el respeto a la vida pues, “la violencia jamás ha hecho otra cosa que destruir, no edificar; encender las pasiones, no calmarlas; acumular odio y escombros, no hacer fraternizar a los contendientes…”4

A los miles de hermanos nicaragüenses que se han acogido a nuestra hospitalidad, les llamamos a seguir colaborando, fraternalmente, en la consecución del bien común para los habitantes de nuestra Nación.

Reconociéndonos discípulos de Jesucristo, Príncipe de la Paz 5, exhortamos a todos los fieles cristianos, y a todas las personas de buena voluntad, a elevar su ferviente oración al Señor que “es nuestra Paz y que hizo de los pueblos uno.”6; para que los gobernantes, movidos por la justicia y la verdad, alcancen los acuerdos necesarios para poner fin a este conflicto y reestablezcan las cordiales relaciones a las que nuestros pueblos están llamados.

Que la Santísima Virgen María, “Madre Inmaculada y Reina de los Ángeles”, proteja con su maternal intercesión a nuestros pueblos y fortalezca los vínculos de caridad y de fraternal comprensión. VN

Dado en San José, el día 15 de noviembre del 2010

Monseñor Hugo Barrantes Ureña
Arzobispo Metropolitano de San José
Presidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica

Monseñor Ángel San Casimiro Fernández
Obispo de Alajuela
Presidente de la Comisión de Pastoral Social-Caritas

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1 Mateo 5,9
2 Resolución del Consejo Permanente de la OEA sobre la situación en la zona limítrofe de Costa Rica y Nicaragua, 13 de noviembre de 2010
3 Juan XXIII, Carta Encíclica Pacem in Terris sobre la paz entre todos los pueblos que ha de fundarse en la verdad, la justicia, el amor y la libertad. 11 de abril de 1963, Nº 91
4 Pío XII, alocución a los trabajadores italianos en la fiesta de Pentecostés, 13 de junio de 1943: AAS35 (1943)
5 Is. 9,6
6 Cf. Ef 2,14-17

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