CÓMO EVITAR SER UNA VÍCTIMA DEL VERANO

Deshidratación e intoxicación por alimentos son comunes en esta época del año

Una persona puede morir de sed antes que de hambre. Así de importante es el agua para nuestro organismo. Especialmente en el verano.

“La deshidratación es un problema grande en estos meses porque muchos continúan bebiendo la misma cantidad de líquidos e hidratándose igual que el resto del año”, dice la galena Jannette Rivas, especialista en medicina interna. “El cuerpo tiene una determinada temperatura que aumenta con el calor, y permanentemente está perdiendo líquido”.

Una mala hidratación puede provocar fatiga, y la exposición prolongada a altas temperaturas puede causar un colapso. Sus características son intenso agotamiento, palidez, tensión baja, pulso débil y respiración rápida, y la piel se pone colorada, seca y caliente. Esto puede llevar a un estado de coma.

Según la entrevistada, los efectos de las altas temperaturas podrían causar lo que en inglés se conoce como “heat exhaustion” _el cual mantiene la temperatura igual, pero se empieza a perder líquido y a deshidratarse_ y “heat stroke” _ que comienza con una temperatura por encima de los 104 grados. La persona está hirviendo, y puede ocurrir a cualquier edad, siempre y cuando esté al sol. Si padece estos síntomas debe recibir atención médica inmediata o corre el riesgo de morirse porque empieza a fallar el riñón, el hígado y el corazón. Esto es común en los niños que quedan encerrados dentro de los vehículos a altas temperaturas.

Asimismo, y según la experta, en verano también existen infecciones virales que afectan especialmente a los más pequeños.

“El momento de llevar a su hijo a emergencia es cuando hay vómitos o diarrea, y ya no se le puede dar líquidos por la boca. No importa si el niño no quiere comer nada; no se va a morir de hambre, pero sí puede morir deshidratado. Debe recuperar líquidos”, dice Rivas.

A CUALQUIER EDAD

Los adolescentes y jóvenes pueden deshidratarse al salir a jugar o ejercitar afuera sin considerar los horarios de temperaturas más altas, y los padres son los responsables de controlar esta situación.

De acuerdo a la entrevistada, en el caso de los adultos, es bastante común que la deshidratación se presente en aquel que nunca practica ejercicio, pero que cuando llega el verano quiere lucir bien y se pone a ejercitar sin control y al sol. “Cuando el cuerpo no está preparado, se tienen calambres severos, debido a la pérdida rápida de sodio y electrolitos por la traspiración. Uno se recupera de esto bebiendo líquidos balanceados con sodio, y recostándose a la sombra”, indica Rivas.

Asimismo, los adultos que necesitan medicinas especialmente para la presión o el corazón tienden a deshidratarse y sufrir mareos cuando hace calor. Esto ocurre con más frecuencia entre los ancianos. “Como ellos suelen tomar medicamentos para bajar la presión que son diuréticos, pierden más líquido. Para prevenirlo no hay que salir a horas de mucho calor. También ayuda bastante elevar las piernas si están mareados”, indica la galena.

MÁS RIESGO A INTOXICARSE

Debido al ascenso de la temperatura en el verano, la frescura de los alimentos dura menos, y en consecuencia aumentan los riesgos de enfermarse al consumirlos en mal estado.

La Administración de Alimentos y Drogas (FDA) asegura que cada año casi 76 millones de personas sufren de alguna enfermedad adquirida por alimentos contaminados; alrededor de 300 mil de ésas son hospitalizadas, y aproximadamente cinco mil mueren.

“La edad del consumidor, su salud y el grado de contaminación de un alimento determina la gravedad de los síntomas de envenenamiento. Los trastornos más comunes son diarrea, náusea, vómitos y dolor abdominal, pero en el peor de los casos, una persona en riesgo puede hasta morir debido a que su sistema de inmunidad no es capaz de luchar contra esa bacteria”, afirma Rivas.

Para asegurar el buen estado de lo que nos llevamos a la boca, hay que tener en cuenta el tiempo que el alimento permanece en el refrigerador y congelador, la temperatura que mantenga la comida, la higiene al prepararlos, y la forma de almacenarlos.

Algunas enfermedades causan incomodidad unas pocas horas después de comer, pero otras, como la hepatitis A, puede aparecer hasta seis semanas después, dice la doctora.

La experta aclara que la intoxicación con pescado en mal estado puede acarrear consecuencias graves. Para saber si el pescado está fresco, su carne debe estar firme y lustrosa, y si no vuelve a acomodarse cuando se la presiona con un dedo, es indicio de que no está fresco. Además, no debería estar oscuro alrededor de los bordes o presentar una coloración amarillenta.

De acuerdo con la galena, precaución es la clave para no correr el riesgo de enfermarse este verano.

RECOMENDACIONES VERANIEGAS

• Una forma de reponer el líquido perdido al realizar las actividades cotidianas en verano, es bebiendo alrededor de 10 vasos de agua diarios. No la reemplace con café, helados, cerveza o té.

• Una oficina con aire acondicionado puede agravar la deshidratación. Esté preparado.

• Nunca deje a los niños y mascotas encerrados dentro de un vehículo.

• La exposición al sol sin control puede también causar cataratas en los ojos. Use anteojos oscuros que bloqueen la radiación solar entre un 99 a 100%. Los mejores son aquellos de cristales gris, verde o café oscuro.

• La exposición al sol puede provocar arrugas prematuras, y se puede incluso desarrollar células precancerosas que usualmente tienen la apariencia de pequeñas manchas rosadas o rojizas. No tome sol entre las 10 de la mañana a las tres de la tarde; póngase sombrero y aplíquese abundante protector solar que bloquee los rayos ultravioletas con un factor de protección solar mínimo de 15 SPF y a prueba de agua.

• El calor seco contribuye a secar la piel. Tome duchas de 5 a 10 minutos con agua tibia en lugar de caliente y aplíquese una crema humectante en la piel.

• Debido al tipo de alimento que se consume al estar en actividades al aire libre (palomitas, uvas, hot dog, etc.), aumentan las posibilidades de atragantarse, especialmente en los niños. Vigile a los menores todo el tiempo.

• También aumentan las probabilidades de ahogarse, sobre todo en piscinas residenciales. No descuide a los pequeños ni siquiera por un lapso corto de tiempo. Sólo bastan dos minutos para que alguien que se está ahogando pierda el conocimiento y de cuatro a seis minutos para que ocurran daños cerebrales permanentes.

• Los refrigeradores deben estar a una temperatura de 5°C porque disminuye el crecimiento de la mayoría de las bacterias. La temperatura no matará la bacteria, pero tampoco le permitirá multiplicarse y cuantas menos sean, menos probabilidad de enfermarse.

• Las comidas calientes deben refrigerarse dentro de las dos horas después de haberse cocinado.

• No pruebe una comida para saber si está en buen estado, porque hasta una pequeña cantidad de alimento contaminado puede causar una enfermedad.

• Póngale fecha a las sobras de comida. Por lo general permanecen a salvo cuando están refrigeradas de tres a cinco días. Si tiene alguna duda, bótelas.

• Cuando vaya de compras, mantenga la carne cruda separada de las comidas que vienen ya preparadas. Ubique las carnes dentro de bolsas de plástico. Transporte la comida de casa al refrigerador lo más pronto posible para prevenir que rápidamente se multiplique una bacteria.

• Cuando hace calor, coloque los víveres en el compartimiento con aire acondicionado de su automóvil más que en el baúl caliente. VN

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