CLASES MEDIA Y BAJA SON MOTOR ECONÓMICO DE MUCHAS URBES DE EEUU, DICE ESTUDIO
Las clases económicas media y baja, incluidos muchos inmigrantes, son los sectores que empujan el desarrollo económico de la mayoría de las ciudades en EEUU, afirmó el experto en urbanismo Joel Kotkin, en un estudio publicado hoy.
El reporte “Oportunidades en el urbanismo: un paradigma emergente para el siglo XXI”, sostiene que la riqueza de ciudades como Houston, Phoenix, Dallas, Atlanta o Charlotte crecerá ostensiblemente en el futuro debido a su apuesta de ofrecer trabajo a las masas en vez de favorecer, exclusivamente, a la elite.
Este razonamiento es la antítesis del defendido de uno de los gurú del urbanismo, Richard Florida, creador de la teoría de la clase creativa, que sostiene que las grandes urbes deben atraer a los sectores más creativos del turismo y la cultura para convertirse en una potencia económica.
En cambio, Kotkin, integrante del centro de estudios “New America Foundation”, es conocido por sus ideas aperturistas y por propugnar unas condiciones laborales estables para los inmigrantes y sus descendientes.
El autor del nuevo estudio manifestó a Efe que “el éxito cultural de las ciudades es consecuencia de su éxito comercial y no al revés”.
Además, señaló que el turismo no es un factor primordial a la hora de crear puestos de trabajo ya que no todas las ciudades pueden aspirar a convertirse en centros de atracción.
“Basar la economía de una ciudad en el turismo y en la cultura es arriesgado a no ser que hablemos de grandes urbes como Nueva York, pero por lo general, no ayuda a crear buenos puestos de trabajo o oportunidades para la clase media”, explicó Kotkin.
El autor indicó que las ciudades anteriormente señaladas son idóneas para los inmigrantes ya que pueden alcanzar un nivel de vida digno teniendo en cuenta lo que cobran.
“Pueden comprar una vivienda, matricular a sus hijos en buenas escuelas y disfrutar de lugares de ocio; esa calidad de vida no la podrían encontrar en otras urbes como Nueva York o Los Ángeles”, agregó.
Para el especialista, la capacidad de una región de crear puestos de trabajo, presentar oportunidades empresariales y ofrecer viviendas a precio asequible, es el signo más evidente de la vitalidad de una urbe.
En ese sentido, Kotkin admitió que algunas de las grandes ciudades estadounidenses, como Boston, San Francisco y algunas zonas de Nueva York o Los Ángeles, prosperan gracias a los esfuerzos de la elite, aunque opina que la mayoría de los demás núcleos urbanos deberían centrarse en crear oportunidades para las masas.
“La diferencia es que las ciudades que he señalado -Houston, Dallas, Atlanta, Phoenix y Charlotte- pueden ser el tipo de lugares que pueden recibir a los más de 100 millones de nuevos estadounidenses -nativos, nuevos inmigrantes y sus descendientes- que acogerá el país durante los próximos 40 años”, sostiene el autor en su estudio.
Kotkin defiende que el crecimiento económico en estas ciudades se debe a que los precios de las viviendas son mejores y que las tasas de creación de empleo son mayores que en las grandes ciudades, lo que facilita el asentamiento de familias de distinto nivel económico y origen étnico.
Además, prevé que algunas de estas ciudades se convertirán en el futuro en grandes núcleos de población si apuestan por la inmigración, el comercio internacional, la seguridad, nuevas infraestructuras y telecomunicaciones. VN
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