AUTORIDADES DE LOS ANGELES LUCHAN CONTRA LA CRECIENTE ACTIVIDAD DE PANDILLAS

Las autoridades de Los Angeles han logrado reducir el crimen en la ciudad, pero no la actividad de las pandillas, un problema que pretenden atajar con la prevención y rehabilitación de jóvenes proclives a ser parte de estas bandas.

Cifras proporcionadas recientemente por el Departamento de Policía de Los Angeles (LAPD en inglés), indican que mientras los delitos en general disminuyeron 7,7 por ciento en el condado de Los Angeles en el 2006, la criminalidad atribuida a las pandillas aumentó 14 por ciento en la misma área y durante el mismo período.

En tanto, en el Valle de San Fernando los delitos relacionados con actividad pandillera subió un 42,4 por ciento en 2006.

El LAPD registró 48 homicidios relacionados con pandillas el año pasado, aproximadamente 30 por ciento más que en el 2005.

Se calcula que aproximadamente el 85 por ciento de las víctimas de la violencia entre pandillas en el Valle de San Fernando es de origen latino, comunidad que representa el 42 por ciento del total de la población de la zona.

“Vemos más gente que está viniendo a solicitar servicios. Los ayudamos a alejarse de la vida de las pandillas o a obtener empleo después de salir de la cárcel”, informó Santiago Sánchez, supervisor del programa Release de Home Boy Industries, organización que busca alejar a los jóvenes de estas bandas

“Al mes estamos recibiendo un promedio de 1.000 personas que vienen a utilizar nuestros servicios, desde remoción de tatuajes hasta rehabilitación de drogas y pandillas”, agregó Sánchez.

El alcalde de Los Angeles, Antonio Villaraigosa, ha manifestado que su estrategia de seguridad ciudadana se enfoca principalmente en tres pilares: “supresión, prevención e intervención” para ofrecer a los jóvenes alternativas a una vida de criminalidad.

Luego de una reunión a principios de semana con el secretario de Justicia de EEUU, Alberto Gonzales, en Washington, Villaraigosa declaró:

“Estuvimos de acuerdo en que Los Angeles es el epicentro de la crisis nacional de pandillas y en que, un efectivo enfrentamiento de este tipo de delincuencia requiere intensificar la supresión y las medidas de rehabilitación y prevención”.

Las pandillas juveniles se han convertido en un problema de creciente preocupación para las autoridades de EEUU.

Un informe reciente del Departamento de Justicia indica que en el país hay más de 30 mil pandillas, con unos 800 mil miembros diseminados en más de 1.500 comunidades y cuya influencia excede los limites nacionales para atravesar las fronteras y delinquir de igual forma en México y Centroamérica.

El primer contacto con las pandillas generalmente ocurre en la calle, a través de amigos o familiares que ya están en ellas.

“Yo me vinculé a las pandillas cuando era un niño. Tenía 13 años y no contaba con la presencia real de mis padres. Necesitaba un modelo a seguir y lo encontré en la calle, en la pandilla”, contó a Efe José Alemán, un ex pandillero quien, a los 36 años, ya pasó 14 años de su vida en la cárcel.

Alemán relató cómo por ser el menor de trece hermanos y vivir con su madre y una hermana, no tuvo una figura paterna en su hogar.

“Y la busqué en la pandilla. Es una influencia muy poderosa. Te hace parte de algo. Te da prestigio, tienes dinero, muchachas y sobre todo respeto, que es algo que nadie te da afuera”, dijo Alemán, quien se dedica a dar charlas a los jóvenes para que se alejen del peligro de las pandillas.

Sostuvo que para prevenir las pandillas, a los jóvenes “hay que darles programas que los atraigan, deportes, apoyo a los padres, actividades que les ocupen su tiempo libre. Hay que darles esperanza”.

Opinión que comparte Heather Aimes, gerente administrativa de L.A. Red Shield, un centro de actividades extra-curriculares del Ejército de Salvación localizado en el distrito de Pico Union, un área donde los jóvenes corren alto riesgo de vincularse a las pandillas, por la presencia de este tipo de grupos delictivos.

“Ayudamos a los niños después de la escuela a que tengan actividades positivas que los ayuden a desarrollarse como personas”, explicó Ames a Efe.

“El ofrecerles otras opciones para no estar en la calle, es un factor definitivo para alejarlos de la delincuencia”, finalize. VN

Share