
ARZOBISPO GOMEZ PIDE UNIDAD DURANTE UN PANEL DE INMIGRACIÓN
(fOTO: Una amplia concurrencia asiste a la conferencia que forma parte del Encuentro de Movimientos Populares que el Papa Francisco inició en 2014 para reunir a la Iglesia y a los líderes de base. / J.D. LONG-GARCÍA).
Por J.D. LONG-GARCÍA
MODESTO, California- El temor, la incertidumbre y el terror forman ahora parte de la experiencia de los inmigrantes en Los Ángeles, dijo el Arzobispo José H. Gomez durante un panel sobre inmigración en una conferencia patrocinada por el Vaticano.
El temor ha seguido difundiéndose desde la elección del presidente Donald Trump, dijo, informando que muchos niños de las Escuelas Católicas de la Arquidiócesis tienen miedo de que al regresar a casa, se encuentren con que sus padres han sido deportados.
“No me gusta la sensación de indiferencia y crueldad que parece brotar de esta nueva administración en Washington”, dijo el arzobispo. “Están jugando con las emociones de la gente y con la vida de las personas y sus futuros, y eso no está bien”.
El arzobispo compartió que recibió la llamada de un pastor la semana pasada, informándole que “Immigration and Customs Enforcement” (Servicios de Inmigración y Aduanas) había capturado a inmigrantes indocumentados en un supermercado local. El pastor canceló algunas fiestas de la Iglesia para que sus feligreses no fueran por víveres. Aunque el informe resultó ser falso, el Arzobispo Gomez dijo que esto ilustra la ansiedad que prevalece en la comunidad.
“Tenemos que mantenernos unidos; mantener nuestros ojos puestos en Jesucristo”, dijo Monseñor Gomez. “Necesitamos mantener la calma y hacer nuestros juicios basados en hechos, no en política”.
Los Obispos estadounidenses han expresado su oposición a extender el muro en la frontera entre Estados Unidos y México y a la orden ejecutiva sobre los refugiados. El propio arzobispo ha pedido a menudo que terminen las deportaciones hasta que se aplique una reforma migratoria.
“Las incursiones no comenzaron con este presidente. El anterior mandatario deportó más que nadie en la historia de Estados Unidos, cerca de 3 millones de personas”, dijo el arzobispo. “Y la mayoría de ellos no eran criminales violentos. Y muchos eran padres de familia que fueron obligados a abandonar sus hogares y a sus hijos. Así que tenemos que mantener esa perspectiva. Lo que realmente necesitamos es una reforma migratoria”.
Hizo un llamado a enfocarse en “sólo llevar a cabo” una reforma ante esta “pesadilla humanitaria”.
“No podemos dejar que nuestro juicio se empañe con nuestras frustraciones y temores”, dijo el arzobispo. “No podemos permitir que nuestra voz cristiana se reduzca a una sola voz más partidaria sobre este tema”.
El activismo de Martin Luther King Jr. y César Chávez merece ser estudiado por los asistentes al Encuentro Mundial de Movimientos Populares, dijo el arzobispo. Ambos líderes de los Derechos Civiles eran personas de fe.
“No podemos quedar atascados en acciones retóricas que son reacciones de enojo”, dijo. “Tenemos que estar convencidos de que nuestra causa es justa y de que Dios nos ayudará a convertir los corazones de nuestros oponentes, incluso el del presidente de Estados Unidos”.
El arzobispo destacó también dos medidas concretas que podrían ayudar a los inmigrantes en un futuro próximo: la “Bridge Act” (Ley de Puentes) y la SB 54. La Bridge Act permitiría a aquellos que actualmente se benefician de “Deferred Action for Childhood Arrivals” (DACA) de permanecer en Estados Unidos. Estos inmigrantes – o “Soñadores” – fueron traídos ilegalmente a Estados Unidos cuando eran niños. El presidente Trump ha expresado la posibilidad de considerar su severa política de inmigración en estos casos, diciendo recientemente que trataría a estos inmigrantes “con mucho corazón”.
El senador por el estado de California, Kevin de León, introdujo la segunda medida, SB 54, para evitar que la policía local funcione como agente del gobierno federal. De León enfatizó que el proyecto de ley evitaría que la policía local deportara a inmigrantes indocumentados.
“Necesitamos que estos proyectos de ley sean aprobados. Necesitamos su ayuda. Todos tenemos que trabajar juntos”, dijo el arzobispo. “Tenemos que empezar, pieza por pieza, hasta que arreglemos cada aspecto de nuestro sistema de inmigración. Nuestra causa es la noble causa de la dignidad humana, que los hombres y las mujeres son hijos de Dios, que la vida es sagrada, no importa el color de la piel o el país de origen. Una persona sigue siendo una persona, incluso si está sin papeles”
Esta conferencia forma parte del Encuentro de Movimientos Populares que el Papa Francisco inició en 2014 para reunir a la Iglesia y a los líderes de base. VN
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