AÑO NUEVO, VIDA NUEVA

Cada año que empieza trae consigo una carga de esperanzas y de buenos propósitos. En la mente de cada uno de nosotros está la idea de que “el 2010 es mi año”.

Es muy sano tener un espíritu optimista y poner toda nuestra energía en lograr que se cumplan nuestros propósitos. Quizás algo en el que podríamos reflexionar en este momento es cómo elevar nuestras aspiraciones para que estas contribuyan a hacernos mejores personas y de esta manera construir una mejor sociedad.

Si observamos los anuncios en estos días de las grandes cadenas comerciales, nos daremos cuenta que ellos también quieren su tajada al ayudarnos a cumplir algunos de nuestros propósitos. Todas las máquinas para hacer ejercicio están en oferta: caminadoras, bicicletas fijas, pesas, etc., la ropa deportiva, las zapatillas para correr están con precio de rebaja. Al parecer bajar de peso y hacer ejercicio son los propósitos más populares aunque también de los que más pronto nos cansamos. No está nada mal ese próposito sobre todo si lo unimos a una buena alimentación y al cuidado de nuestra salud.

Otro de los propósitos más populares es estudiar algo. No hay duda que al elevar nuestro nivel académico tendremos más posibilidades de mejorar nuestro nivel económico. Es muy sano este próposito y no hay que descartarlo, pero hay que planificarlo muy bien para que no fracasemos en el intento. Escoger bien el lugar de estudio, el tiempo que va a requerir, las distancias que tenemos que recorrer, el cuidado de los niños. etc. El éxito académico sólo se consigue con una buena planeación. Mucha gente se cansa en el intento porque lo que se propone rebasa sus posibilidades reales de tiempo, de energía etc.

PLANIFICAR PARA TRIUNFAR

Otro de los grandes propósitos es salir de deudas. Hay quien dice que en este país no se puede vivir sin deudas, que la economía está diseñada para vivir endeudados. Es verdad que el sistema capitalista está basado en que todo mundo compre, este es el motor de la economía, pero no es del todo sano entrar en esa dinámica. Gastar sólo en aquello que necesitemos y ahorrar aunque sea un poquito es un buen propósito que poco a poco nos va a dar la satisfacción de vivir en paz.

Hay otros buenos propósitos que mucha gente se hace al inicio del año y que es muy bueno que se tengan, pero a mí me parece que podemos trazarnos unos própositos que nos ayuden a entendernos a nosotros mismos de manera más integral. Vernos como un todo en el que conviven nuestras aspiraciones relacionadas con los aspectos físicos y nuestras aspiraciones relacionadas con los aspectos espirituales; que integre con igual importancia nuestro crecimiento individual al mismo tiempo que no nos hace perder la perspectiva de que somos parte de una comunidad humana; que nos permitan crecer en la toma de conciencia de nuestro espacio más cercano sin olvidar que somos responsables de nuestra casa común que es el mundo. Mi propuesta en este artículo es que nos propongamos para el 2010 ser personas integradas, no fraccionadas, que en este año busquemos lo que Dios quiere que seamos.

Un esquema que podemos usar para orientar nuestro crecimiento es aquel que se basa en la comprensión del ser humano como un ser en relación. Y que nos permite distinguir pero sin separar las diversas relaciones en las que se desarrolla nuestra vida, a saber: nuestra relación con las cosas, con nosotros mismos, con las otras personas y con Dios. Veámoslas separadamente aunque sin perder de vista que todas están interrelacionadas.

NUESTRA RELACIÓN CON LAS COSAS:

¿Cómo podríamos mejorar nuestra relación con las cosas? En primer lugar reconociendo que las cosas nunca serán más importantes que las personas. El dinero, la ropa, la casa, el carro son instrumentos necesarios pero no son más importantes que usted, ni que sus hijos, ni que su pareja. Unos buenos própositos en este sentido podrían ser que todos los miembros de la familia se ocuparan de la limpieza de la casa, que todos eviten utilizar cosas desechables que ensucian el planeta, reciclar todo lo reciclable, tirar los objetos electronicos inservibles en los lugares apropiados, etc. Pero sobre todo compartir la responsabilidad de cuidar las cosas de la casa, para ahorrar dinero, energía, y para que una sola persona no cargue con todo el trabajo.

Este año podemos proponernos tomar conciencia del problema ecológico. Somos parte del problema y por lo tanto debemos ser parte de la solución.

NUESTRA RELACIÓN CON NOSOTROS MISMOS

La autoestima está basada en el amor a uno mismo que es un valor legítimo y necesario, que no debe ser exagerado porque nos volveríamos narcistas y egoístas. Pero el amor que cada persona debe tener por sí misma es una motivación importante en la vida que se expresa cuando cuidamos nuestra apariencia, cuando procuramos nuestra limpieza física, cuando nos damos tiempo para el descanso y para las sanas diversiones, cuando hacemos una buena lectura e incluso cuando degustamos una buena copa de vino o una comida especial.

Un buen propósito de principio de año es llenar nuestro espíritu de cosas positivas, de alimentar nuestra mente de ideas sanas que nos alejen de toda forma de esclavitud. Cada uno debe buscar el mejor modo de lograrlo pero por dar algunas pistas podemos pensar en evitar la pornografía, tan frecuente en los medio de comunicación actuales, evitar las horas en el Internet en conversaciones o escapes virtuales cuando hay tantas cosas reales para disfrutar. Un buen libro es, sin duda, un buen alimento del alma. Les recomiendo este sitio para buscar buenas lecturas www.liguori.org. Una buena película, etc.

Alimentar nuestra mente de ideas sanas para tener un temperamento moderado, una conversación agradable y un sentido del humor no escandaloso. Estas virtudes se desarrollan a través de lo que metemos a nuestro consciente y a nuestro inconsciente. Somos como una computadora, nuestras acciones son, en cierto modo, el resultado de lo que ha entrado por nuestros sentidos.

El amor a nosotros mismos es el punto de partida del amor al prójimo y del amor a Dios.

NUESTRA RELACIÓN CON LOS DEMÁS

Este es el aspecto más relevante en nuestro crecimiento personal, pues abarca nuestras relaciones familiares, nuestro ambiente de trabajo, nuestra responsabilidad política e incluso nuestra conciencia de ser miembros de la familia humana, pues al final todos los seres humanos son mis hermanos.

Este 2010 podemos prestar especial atención a mejorar nuestras relaciones familiares con detalles sencillos como hablar siempre en positivo de los otros, o mostrar afecto e interés en lo que los otros hacen y piensan. Creo que el secreto es dedicar tiempo a la familia que no se reduce a ver la TV todos juntos, sino a compartir, que es mucho más que estar juntos.

En este sentido es bueno cuidar las relaciones humanas en nuestro ambiente de trabajo, quizas compartimos más tiempo con ellos que con nuestra propia familia. En ocasiones es difícil por la competencia y por la precariedad de los trabajos, además de la inseguridad producto de la crisis económica, pero nada es suficientemente grave como para que hagamos de nuestras relaciones de trabajo una selva, o que se cumpla aquel dicho de que “el hombre es lobo del hombre”.

A nivel político creo que nuestro compromiso común es luchar por la reforma migratoria. Es un buen compromiso común para el 2010. Miles de hispanos sufrimos en carne propia o en personas cercanas el deterioro de la calidad de vida por no contar con documentos para estar legalmente en este país. Es un tema tan importante que todo lo que hagamos para lograr el cambio es poco. Los invito a que se inscriban en la Red legislativa que los obispos de California han creado para involucrar a todos los católicos en esta lucha, pueden visitar www.cacatholic.org y allí inscribirse.

NUESTRA RELACIÓN CON DIOS

Sin duda, todos los aspectos anteriores tienen que ver con nuestras responsabilidades cristianas y con nuestra unión con Dios, pero debemos buscar en este 2010 elevar la calidad de nuestra comunicación con Dios. Hay muchas maneras para logarlo. Creo que la primera es hacer lo posible por sentirnos miembros activos de nuestra parroquia. Sentirnos miembros de una comunidad de bautizados que buscan por todos los medios seguir a Cristo y construir el reino de Dios. Una forma práctica es que se inscriba en su parroquia, participe en alguno de sus grupos, fórmese para fortalecer alguno de los ministerios. Sea discípulo-apóstol. El seguimiento de Jesús le acercará cada día más a Dios.

Como podrá ver, el 2010 viene cargado de motivos de esperanza. En nuestra confianza en Dios y en nuestro compromiso cristiano está el hacer que estos sueños se vuelvan realidad. Crecer integralmente puede ser la clave para seguir nuestro sendero en este año que comienza.

Feliz año 2010.

RESEÑA

Una buena lectura para comenzar el año puede ser Construyendo el Reino de Dios del Padre José Marins publicado por Libros Liguori. Puede pedirlo al 1800 325-9521 o en su librería católica favorita. VN

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