ANGELINOS CONMEMORAN A MONSEÑOR ÓSCAR A. ROMERO

“Me siento muy orgulloso de estar celebrando la memoria de Monseñor Romero, un obispo centroamericano que logró con su ejemplo el reconocimiento mundial porque defendió los derechos humanos de sus conciudadanos, al igual que lo hicieran Martin Luther King, Nelson Mandela, Mahatma Gandhi y César Chávez”, dijo a VIDA NUEVA el Obispo Auxiliar de Los Ángeles Alexander Salazar en el Parque MacArthur, luego de conmemorar junto a líderes de otras denominaciones cristianas, comunidades y funcionarios de la ciudad de Los Ángeles, el 35 aniversario del asesinato del líder religioso.

Las actividades se llevaron a cabo en distintas parroquias y plazas, luego que el Concilio de la Ciudad declarara la semana del 23 al 28 de marzo para conmemorar al mártir salvadoreño.

Monseñor Elías S. Bolaños, obispo de Zacatecoluca, quien participó también en el evento y más tarde ofició una misa conmemorativa junto al cardenal Rogelio Mahony en la Parroquia Santo Tomás, dijo que la estatua conmemorativa de Monseñor Romero en el Parque MacArthur tiene mayor significado, porque expresa que el espíritu del prelado fallecido sigue acompañando al pueblo salvadoreño en el exterior en su lucha por su dignidad.

“Para la Iglesia Católica Monseñor Romero es un modelo a seguir; salió de nuestro pueblo, de nuestra gente sencilla y trabajadora, y por lo tanto nos está diciendo que es posible ser Santo y que tenemos que ser Santos”, agregó el religioso.

Aunque en El Salvador desafortunadamente se están viviendo momentos muy difíciles a causa de la violencia provocada por la delincuencia, el ideal de Monseñor Romero se ha cumplido, porque a nivel político se ha seguido el diálogo para resolver diferencias. “Ahora se respira un ambiente de democracia, de respeto y aceptación, deseos por los que Monseñor Romero luchó”, dijo Monseñor Bolaños.

Trascender al reconocimiento es también asumir un compromiso de trabajar por esos ideales, opinó Mercedes López Peña, Cónsul General de El Salvador en Los Ángeles, quien también participó en el evento conmemorativo.

“El siempre soñó y pidió respeto a la dignidad humana, que las personas pudieran también vivir en igualdad de condiciones en El Salvador, pero también trasciende a la comunidad salvadoreña y latina en general, quienes luchan por una reforma migratoria más justa en los Estados Unidos”, agregó la cónsul.

Gil Cedillo, concejal del Distrito 1 de la Ciudad de Los Ángeles, consideró que el motivo por el cual muchos representantes religiosos conmemoraran el martirio de Monseñor Romero es porque se identifican con su causa de servir a los pobres, su fe en Dios y su misión de luchar por los más necesitados.

El Distrito que representa Cedillo tiene la mayor representación de salvadoreños en el exterior, por lo que fue una obligación moral de acompañar a esta comunidad en su recordación a Monseñor Romero, uno de los personajes más emblemáticos y queridos de los salvadoreños.

”Para mí Monseñor Romero es igual al trabajo de lucha de Luther King y otros líderes que nos enseñaron una filosofía de lucha por la dignidad humana”, dijo el concejal.

Carlos Antonio Vaquerano, dirigente de SALEF, organización que ante la ciudad de Los Ángeles hizo las gestiones para que se erigiera una plaza conmemorativa de Monseñor Romero en el Parque Mac Arthur, dijo que congregar gente de diferentes nacionalidades y credos no fue difícil, “porque Monseñor Romero es una figura querida por todas las personas de los credos religiosos, sociales y políticos”. Y agregó que “Monseñor Romero ha trascendido las fronteras de El Salvador por sus valores de amor, justicia y solidaridad.

La misa presidida por el Cardenal Rogelio Mahony, obispo honorífico de Los Ángeles y Monseñor Elías S. Bolaños, Obispo de Zacatecoluca, El Salvador, fue muy emotiva. El Cardenal Mahony comentó sobre el pensamiento y las frases célebres del obispo salvadoreño cuando en su momento defendió a las víctimas de la dictadura del expresidente Carlos Humberto Romero.

QUIÉN FUE MONSEÑOR ROMERO

Óscar Arnulfo Romero y Galdámez fue el cuarto arzobispo metropolitano de San Salvador (1977-1980), célebre por su prédica en defensa de los derechos humanos y por haber muerto asesinado durante la celebración de la misa.

Como arzobispo, denunció en sus homilías dominicales numerosas violaciones de los derechos humanos y manifestó públicamente su solidaridad hacia las víctimas de la violencia política de su país. Su asesinato provocó la protesta internacional en demanda del respeto a los derechos humanos en El Salvador. En una de sus homilías, Monseñor Romero afirmó: “La misión de la Iglesia es identificarse con los pobres, así la Iglesia encuentra su salvación”.

El 24 de marzo de 1990 se dio inicio a la causa de canonización de Monseñor Romero. En 1994 se presentó formalmente la solicitud para su canonización a su sucesor Arturo Rivera y Damas. A partir de este proceso, Monseñor Romero ha recibido el título de Siervo de Dios. El 3 de febrero de 2015 fue reconocido como mártir por parte de la Iglesia Católica, al ser aprobado por el Papa Francisco el decreto de martirio correspondiente y promulgado por la Congregación para las Causas de los Santos.

En América Latina algunos se refieren a él como “San Romero de América”. Fuera de la Iglesia Católica es honrado por otras denominaciones religiosas de la cristiandad, incluyendo a la Comunión Anglicana, la cual lo ha incluido en su santoral. Es uno de los diez mártires del siglo XX representados en las estatuas de la abadía de Westminster, en Londres, y fue nominado al Premio Nobel de la Paz en 1979. VN

Share