ANA VARGAS, UNA ‘MUJER DE FE’ ¡EN ACCIÓN!

ANA VARGAS, UNA ‘MUJER DE FE’ ¡EN ACCIÓN!

(fOTO: SOLIDARIDAD – Ana Vargas (primera fila, tercera a la izquierda), su esposo Elio (detrás de ella) y las integrantes del grupo ‘Mujer de Fe’ no sólo reparten comida, también brindan cuidado espiritual y diversión a los niños inmigrantes de Centros de detención).

Por SILVIA GALDÁMEZ

Ella evangeliza con acciones concretas saliendo en busca del necesitado. Junto a su grupo llevan alimentos, formación y asistencia espiritual a niños inmigrantes y a desamparados

Todo comenzó con un retiro hace doce años. Al final de ese fin de semana de encuentro con Jesús, le dijeron: “Cristo cuenta contigo”, a lo que ella respondió: “Y yo con Su gracia”.

Desde ese día, Ana Vargas experimentó “un deseo inmenso por servir, viendo a Jesús en la persona que curaba”. Ana es enfermera de profesión, específicamente enfermera de pacientes terminales y capellán de hospicios y cárceles. Ella reconoce que antes de vivir esta experiencia de fe, atendía a sus pacientes no por amor, sino porque era parte de su trabajo.

“En ese retiro de accionar para Dios me dieron una cruz con un hueco en el medio, para que yo lo llenara con acciones de Cristo vivo. Desde ese día, comencé a practicar mi misión: acercarme a los ‘homeless’ y atenderlos, ya que era un grupo al que no toleraba ni acercarme”, explica Ana.

Dos años después, en 2009, ella y otras personas formaron el grupo: “Porque tuve hambre y me diste de comer”, el cual asumió la misión de llevarle comida a las personas sin hogar del Centro de Los Ángeles, una vez por mes.

“Cada persona y familia que nos apoya, prepara en su casa burritos, hamburguesas, ‘hot dogs’, o cualquier otra comida, y nos juntamos temprano entre las Calles Seis y Stanford a darle de comer a los que viven en esa área”, relata Ana.

Para continuar con su misión de justicia social, hace dos años formó el grupo “Mujer de Fe”, con el cual visitan y llevan asistencia alimenticia, formación en la fe y la Eucaristía a varios asilos, cárceles y a los niños inmigrantes de un Centro de detención en Orange County.

Aunque este grupo está compuesto mayoritariamente por mujeres, también participan algunos esposos e hijos, quienes preparan alimentos, recogen donaciones y reparten estas cosas a los necesitados.

FORMACIÓN Y COHERENCIA

Ana nos cuenta un poco de lo que hace este grupo: “Nos hemos formado en la fe y en los procedimientos de asistencia a víctimas de violencia doméstica y manejo de crisis, por eso atendemos situaciones de crisis emocional, drogadicción, autoestima y violencia intrafamiliar”.

Ellas también son promotoras de salud del “East L.A. Women Center”, institución que atiende casos de violencia doméstica y de mujeres violadas, así como llamadas de crisis y suicidio.

Ana creció en una familia de religión protestante, donde no participaba activamente. Pero debido a una crisis en su matrimonio, asistió al retiro del Movimiento católico Kairos Metanoia, en 2007, el cual no sólo le ayudó a salvar a su familia, sino también a sentir compasión por los demás, especialmente los más desamparados de la sociedad.

“Me encontré con un Dios vivo que me ama y que me despertó el hambre de conversión. Esta es la fuente de motivación de todo lo que hago en mi familia, parroquia y comunidades”, enfatiza.

Desde que se convirtió al catolicismo, en 2007, Ana nunca ha parado de formarse. Por ejemplo, ha recibido varios talleres de formación de la Arquidiócesis de Los Ángeles y está a punto de graduarse de la Maestría de Dirección Espiritual de la Universidad de Loyola.

Para ayudar a los pacientes terminales a vivir dignamente sus últimos días y mueran en paz, Ana cuenta con un aliado incondicional, su esposo Elio Vargas. Juntos, ellos van de día o de noche, a atender las llamadas de emergencia de sus pacientes y las misiones de solidaridad.

“Soy puente entre los pacientes terminales y las instituciones que les van a ayudar. Les asisto con el cuidado de su salud, oraciones y con la asistencia espiritual que necesitan, dependiendo de su religión”.

Ana sirve a 21 pacientes a la semana, además de las misiones de llevarles comida a los niños e indigentes, por lo que necesito mucho apoyo de las personas de mis grupos y de mi esposo. Él es mi chofer y el responsable de que yo llegue a tiempo a todos lados. Y agrega: “Mi máximo sueño es morir trabajando para El Señor, ya que todos los días sirvo a mis pacientes con mucha alegría y amor.

Aunque Ana pertenece a la Parroquia de San Marcelino en Commerce, en la Región de San Gabriel, su acción pastoral se extiende incluso más allá de la frontera sur de Estados Unidos, ya que suele apoyar a grupos que atienden drogadictos y desamparados, entre ellos inmigrantes, que están en las ciudades fronterizas.

“Trato de dejar huellas, no cicatrices en todas las personas con las que me encuentro”, comenta la entrevistada. VN

¿QUIERE SERVIR A LOS NECESITADOS?

-El 14 de julio, el grupo “Mujer de Fe” llevará “hot dogs”, fruta y pelotas de fútbol a los refugios de menores del Condado de Orange. Si usted quiere formar parte de este grupo, hacer donaciones o ser voluntario, por favor comuníquese con Ana Vargas al teléfono (323) 351-6011.

-El grupo “Porque tuve hambre y me diste de comer” llevará comida, ropa y zapatos a las personas sin hogar que están en las calles de Los Angeles entre la 6 y Stanford, el 21 de julio, a las 10:00 a.m. Si usted puede ayudar con donaciones o quiere participar en esta actividad, por favor comuníquese con Ana Vargas al teléfono (323) 351-6011.

Share