‘ADOPTE A UNA FAMILIA’ CELEBRÓ 25 AÑOS CUMPLIENDO SUEÑOS

Por MARÍA LUISA TORRES

Luchar para que el dinero les alcance para cubrir sus necesidades básicas es una realidad cotidiana para Claudia y Alfonso Miranda, quien mantiene a su familia vendiendo maletas.

La pareja comparte un estrecho apartamento con sus tres hijos, en las afueras del centro de Los Ángeles. Esta familia católica cree firmemente en “la Virgencita”, y recurre a Ella tanto en momentos de dificultades como de alegrías. Ayudados por su fe, la pareja siempre trata de mantener una actitud positiva en “que vamos a sobrevivir”, y rezan para que haya “puertas abiertas” a futuras bendiciones, dijo Claudia. Una de esas “puertas abiertas” ha sido la oportunidad de participar en “Adopte una Familia” (Adopt-a-Family), un programa de la Arquidiócesis angelina que cada año ayuda a que los deseos para Navidad se hagan realidad para cientos de familias necesitadas.

“La verdad es que no esperaba recibir tanto; ver a nuestros hijos tan emocionados cuando les trajeron sus regalos significó mucho para nosotros”, dijo, y agregó que se sienten doblemente bendecidos por haber sido seleccionados por segunda vez para el programa.
Hace 25 años, Monseñor Terrance Fleming inició el programa con sólo 10 familias “adoptadas”. Gracias al aumento de voluntarios, donantes y patrocinadores, 500 familias con hijos reciben artículos de primera necesidad, ropa, mantas y útiles escolares, así como regalos específicamente solicitados por los niños. Donantes particulares, escuelas y empresas proporcionan ayuda monetaria para el programa, y empleados y voluntarios envuelven los regalos y distribuyen las cajas por lo general en la mañana del sábado antes de Navidad.

Lydia Gamboa, directora asociada de “Adopt-a-Family”, estima que el programa ha servido a un total de 9,500 familias en más de dos décadas de existencia. VN