¡BIENVENIDOS A UN EXITOSO AÑO ESCOLAR!
Antes de pensar en comprar la mochila, ropa y útiles para el regreso a la escuela, asegúrese de saber cómo ayudará a su hijo o hija a triunfar en los estudios desde el primer día de clases. Una de las formas de lograrlo es organizando su casa y rutina diaria para poder darle el mayor apoyo posible en este nuevo año escolar.
Llegó el momento de cerciorarse que los estudiantes estén listos para la escuela, que lleguen a tiempo, que regularicen su horario de sueño, que estén bien alimentados para rendir mejor, y que cumplan con todas las obligaciones escolares. A esto se suman las visitas que los padres harán a la escuela para conocer al maestro e involucrarse con la dinámica del salón.
El docente Jimmy R. Marín, con larga trayectoria en el área de la educación, afirma que la participación de los padres en la formación académica de sus hijos no es sólo asistir a las reuniones escolares de vez en cuando. Es más que eso. Es también un trabajo diario desde el hogar.
“En su casa, usted se convierte en el primer maestro apoyando y vigilando el progreso en la escuela”, dice, y agrega que por lo general, los mejores estudiantes que ha tenido son aquellos cuyos padres establecen una comunicación fluida con el maestro, conocen los objetivos académicos y desde el hogar apoyan el esfuerzo de la escuela.
Agrega que los padres no deben faltar al llamado “back to school”, donde se les da la bienvenida al nuevo ciclo escolar, como también asistir al “open house”, al final de clases, donde se muestran los trabajos que realizaron durante todo el año.
“La visita al salón de clase es una oportunidad para ver la interacción entre maestro y estudiantes, además de observar la dinámica de aprendizaje. Los padres deberían quedarse unas horas para poder observar cómo funciona realmente”, concluye Marín.
DESDE EL HOGAR
La terapeuta familiar Raquel Figueroa, del condado de San Bernardino, recomienda que si el niño o niña asiste por primera vez a una escuela, es buena idea hablarle de este acontecimiento antes de comenzar las clases, y llevarle a conocerla.
Si hay algo que es verdaderamente importante, según la experta, “es contagiar a los hijos con entusiasmo por los estudios; ofrecerles estabilidad emocional a través de una comunicación abierta llena de respeto y apoyo, y evitar criticarlos por sus errores”, dice.
La especialista recomienda que desde el primer día de clases lo acostumbre a conversar sobre lo que aprendió, y de las situaciones que tienen que ver con su seguridad personal.
“Pregúntele cómo le trata el maestro, cómo se lleva con los otros estudiantes, si alguno lo molesta o se burla de él o ella; pregúntele cómo resuelve los conflictos con otros niños, etc. Eso sí, no lo presione para que hable; hágale las preguntas sutilmente, escuchándolo con genuino interés, sin juzgarlo ni sacar sus propias conclusiones”, indica Figueroa.
“No es recomendable hacerle preguntas que comiencen con un ‘por qué’: ‘¿Por qué hiciste esto o lo otro?’. Sino comenzar las preguntas con un ‘cómo ocurrió’, ‘qué fue lo que te hizo sentir mal’, etc. Un ‘por qué’ hace sentirse juzgado. Y esto corta la comunicación”, subraya.
La terapeuta dice que los maestros esperan que los padres inculquen valores positivos a los hijos, ya que ellos deben dedicar su tiempo especialmente a la enseñanza.
“Los valores culturales que inculcan los latinos a sus hijos son más tradicionales que los de los anglosajones, especialmente en términos de disciplina. Muchas veces los padres pierden control porque los reglamentos sociales en Estados Unidos son diferentes y confusos para ellos. Los valores que inculcan a sus hijos en el hogar, entran en conflicto con los que adquieren en las calles. Para evitarlo, los padres deben envolverse en la educación de su hijos y asistir al menos una vez por mes al centro donde estudian para conversar con los educadores”, concluye.
El comienzo a clases es el inicio de un camino que marcará profundamente el futuro del niño o niña. Por eso es tan importante ponerle atención. VN
AYUDE A SUS HIJOS A SER BUENOS ESTUDIANTES
• Acostúmbrelos a un buen método de estudio desde la niñez. Los padres deben establecer una rutina de actividades y hacer que se cumpla.
• Establezca un horario fijo para acostarse y levantarse. Pídales que dejen la ropa y calzado que usarán para ir a la escuela al alcance de la mano. Esto evitará perder tiempo en la mañana buscando qué ponerse.
• Proporcióneles un lugar estable y cómodo en la casa donde puedan concentrarse para hacer sus tareas y estudiar. Organice un lugar especial para estudiar, bien iluminado, con los útiles y material que necesita su hijo para las tareas. A algunos niños les funciona mejor un lugar céntrico de la casa donde pueda recibir ayuda rápida, mientras que otros necesitan lugares más privados y silenciosos.
• Confeccione un calendario familiar y colóquelo en un lugar visible de la casa. En éste incluya actividades para después de la escuela, reuniones con los maestros, exámenes, etc. Involucre a sus hijos invitándolos a escribir sus propias actividades en este calendario.
Revísenlos juntos.
• Motívelos en un sentido positivo, mostrándoles interés en lo que hacen y dándole recompensas cuando realizan un buen trabajo.
• No hable con los maestros sólo cuando su hijo presenta problemas. De esta manera, el niño tendrá una impresión negativa de la escuela y de las personas que ejercen autoridad.
• Tenga un contacto permanente con los educadores, porque ellos conocen los problemas académicos y de comportamiento, y pueden ofrecerle consejos.
MERIENDAS SALUDABLES PARA LA ESCUELA
La comida que su hijo/a lleva a la escuela es importante. No se trata de darle alimentos que sean sabrosos para el paladar si éstos perjudican la salud, tales como papitas chips, dulces, etc.
Al respecto el nutricionista Edgar Miranda, con práctica en el condado de Orange, dice que mandar a los niños con meriendas saludables es más sencillo de lo que muchos creen. Estas son sus recomendaciones:
• Un sándwich es una merienda fácil de hacer y comer. Hágalo con pan integral de trigo, y puede rellenarlo por ejemplo con crema de cacahuate, o queso sin grasa, atún, lechuga y tomate, evitando los fiambres. Pero hasta el sándwich favorito puede aburrirlo, y lo más probable es que termine en la basura o dándoselo a otro estudiante. Así que córtelo en formas variadas; algunas veces puede darle forma de estrella, corazón, etc. O para darle variedad puede a veces remplazar el pan por un bagel, o tortilla, aunque el relleno sea el mismo.
• Si bien el almuerzo escolar debe ser saludable, puede agregarle un postrecito como un pudding bajo en grasa que contiene una cantidad considerable de calcio.
• En vez de papitas chips, incluya alga marina (seaweed) que puede conseguirla empaquetada y que contiene una gran cantidad de minerales, proteínas, magnesio, hierro, calcio, vitaminas C, K y E, y tiene pocas calorías.
• Las nueces tampoco deberían faltar en la lonchera de su hija/o. Estas contienen proteína, fibra, vitaminas, minerales y Omega 3, y ayudan a bajar el colesterol, previenen diabetes y cáncer, y mejoran el poder del cerebro, y pueden ser una alternativa para los niños que tienen alergia al cacahuate.
• Las moras (berries), no importa si son azules, rojas o negras, también deberían estar en la merienda escolar porque son un poderoso antioxidante que previene el cáncer. Tienen vitaminas A, C y E, ácido fólico y calcio. Las puede mezclar con yogurt o avena para hacer un almuerzo sano. O puede mezclarlas con nueces o almendras y ponerlas en bolsitas plásticas dentro de la lonchera.
• Las frutas que sean fáciles de comer como piña, uvas, manzanas también deberían incluirse. Puede cortarlas y colocarlas en bolsitas.
• No es mala idea colocar junto a la comida, una notita cariñosa, o un pequeño regalito que seguramente le arrancará a su hijo una sonrisa y le dará a la merienda escolar un mejor sabor.
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