26 DE MAYO DE 2006

6º Semana de Pascua

Santoral

• San Felipe Neri, Sacerdote Fundador

Lecturas de la liturgia

• Primera Lectura: Hechos 18, 9-18

“Muchos de esta ciudad pertenecen a mi pueblo”

Una noche, el Señor dijo a Pablo en una visión:

«No temas, sigue hablando, no te calles, porque yo estoy contigo y nadie intentará hacerte mal. En esta ciudad hay muchos que llegarán a formar parte de mi pueblo».

Pablo permaneció en Corinto un año y medio, enseñando la palabra de Dios.

Mientras Galión era el procónsul de Acaya, los judíos conspiraron contra Pablo y lo llevaron ante el tribunal con esta acusación:

«Este trata de persuadir a los hombres para que den culto a Dios en contra de la ley».

Pablo se disponía a hablar, cuando Galión dijo a los judíos:

«Si se tratara de un crimen o de un delito grave, yo los escucharía con detenimiento; pero tratándose de cuestiones referentes a su propia ley, allá ustedes. Yo no quiero ser juez de esas cosas».

Y los echó del tribunal.

Entonces todos ellos se apoderaron de Sóstenes, el jefe de la sinagoga, y lo golpearon frente al tribunal. Pero Galión no hizo caso de lo que pasaba.

Pablo se quedó todavía bastante tiempo en Corinto. Después se despidió de los hermanos y se embarcó rumbo a Siria, acompañado de Priscila y Aquila. En Cencreas se había rapado la cabeza para cumplir un voto que había hecho.

• Salmo Responsorial: 46

“Dios es el Rey del universo”

Todos los pueblos, aplaudan; aclamen a Dios con gritos de alegría. Porque el Señor es grande y temible, es el rey de toda la tierra.

Dios es el Rey del universo.

El nos somete los pueblos y pone las naciones bajo nuestros pies. El eligió nuestra heredad, orgullo de Jacob, su amado.

Dios es el Rey del universo.

Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al sonido de las trompetas; toquen para Dios, toquen para nuestro rey, toquen.

Dios es el Rey del universo.

• Evangelio: Juan 16, 20-23a

“Nadie podrá quitarles su alegría”

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:

«Yo les aseguro que ustedes llorarán y gemirán, mientras que el mundo se sentirá satisfecho; ustedes estarán tristes, pero su tristeza se convertirá en alegría.

Cuando una mujer va a dar a luz, siente tristeza, porque le ha llegado la hora; pero cuando el niño ha nacido, su alegría le hace olvidar el sufrimiento pasado y está contenta por haber traído un niño al mundo. Pues lo mismo ustedes: de momento están tristes; pero volveré a verlos y de nuevo se alegrarán con una alegría que nadie les podrá arrebatar. Cuando llegue ese día, ya no tendrán necesidad de preguntarme nada». VN

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