¿POR QUÉ SE PRODUCEN LOS TERREMOTOS?

Se acuerda de los terremotos?

Hace bastante tiempo que los habitantes de Los Angeles no experimentamos una buena sacudida de parte de nuestra madre naturaleza.

Sin querer ser pájaro de mal agüero, es importante recordar que los temblores pequeños (por debajo de los 4 puntos en la escala Richter, quizá no lo suficientemente potentes como para despertarnos) han seguido ocurriendo con regularidad durante estos últimos años de aparente calma.

Esa es la realidad geológica de California: numerosos “temblorcitos” que nunca sabemos si son “aftertshocks” (temblores secundarios, posteriores a uno grande), o “foreshocks” (temblores primarios, previos a uno grande) hasta que se mueve el suelo violentamente con un “earthquake” (el mero, mero terremoto). Y ni hablar del famoso “Big One” (el grandotote).

Lo mejor que podemos hacer – ahora que no hay apuro, tensiones, nerviosismos, miedos ni arrepentimientos – es estudiar la siguiente información que nos proporcionan los científicos, concientizarnos del peligro real de vivir en la soleada California y prepararnos responsablemente para afrontar el próximo (y siempre sorpresivo, inesperado) terremoto.

No hay duda que el mayor impacto sicológico durante un terremoto lo recibimos al comprobar que el suelo bajo nuestros pies no es lo firme y sólido que parece.

Quienes hayan residido por bastante tiempo en California podrán recordar los destructivos terremotos de Long Beach (1933), Kern County (1952), San Fernando Valley (1971), Santa Bárbara (1978), El Centro (1979), Coalinga (1983), Morgan Hill (1984), Palm Spring (1986), Whittier (1987) y la bahía de San Francisco (1989).

Según nos advierten de antemano los científicos, “un terremoto mayor que esos paralizará todos los servicios eléctricos y sanitarios de Los Angeles por varios días. La gente no podrá sacar dinero de los bancos para comprar gasolina o comida, por ejemplo, porque las computadoras no funcionarán. No podrán tomar agua de los grifos, porque estará contaminada a partir de los puntos donde se rompan las tuberías”.

“Pero es imposible predecir si el terremoto provocará un movimiento horizontal suave, o vertical y violento, o una combinación de ambos. Cada movimiento de tierra puede aliviar la presión de una falla grande, pero al mismo tiempo puede abrir nuevas grietas que no se detectan hasta que causan un temblor. La gente debe comprender que en un gran terremoto los policías, bomberos y médicos serán víctimas también, por lo que cada persona tiene que pensar en forma realista y prepararse para ser completamente autosuficiente por un mínimo de 78 horas”.

¿Por qué se producen los terremotos?

Según explican los científicos, la Tierra no está hecha de una sola pieza, sino que está formada por tres capas principales: el núcleo, el manto y la corteza. La superficie sobre la que construimos nuestras ciudades – la corteza – no es una envoltura entera tampoco, sino que está quebrada en varios pedazos gigantescos que flotan y pasan rozándose, se alejan o chocan, empujados por fuerzas provenientes del interior.

Estos trozos se llaman placas y se deslizan a una velocidad de pocos centímetros por año, con un movimiento suave y fluído, que va creando los elementos del paisaje (como montañas, valles, etc.). A veces, sin embargo, dos placas quedan “trabadas” por mucho tiempo; cuando se “zafan” se produce un terremoto.

Los bordes donde las placas terrestres entran en contacto crean un contorno llamado “anillo de fuego”, señalado por la presencia de volcanes y terremotos. Alaska y la costa occidental de los Estados Unidos (Washington, Oregon y California) caen dentro de este anillo de fuego, al igual que México, toda Centroamérica, y el oeste de Sudamérica.

En California, la Placa del Pacífico (que consiste del suelo del Océano Pacífico y la costa de California), va subiendo lentamente, raspándose contra la Placa de Norteamérica (que está formada por el resto del continente norteamericano y una parte del suelo del Océano Atlántico). El límite entre ambos es – como ya se lo imaginará – la famosa Falla de San Andrés, que mide unos 1300 kilómetros de largo (va de San Francisco hasta la ciudad de San Andrés, al norte, y hacia el sur hasta el Golfo de California, pasando por Palmdale y San Bernardino) y se extiende a una profundidad de 12 kilómetros. Muchas otras fallas salen como ramificaciones, o terminan en la falla de San Andrés.

Quienes se encuentran al este de esta “frontera” – como los habitantes de San Francisco – cabalgan la Placa de Norteamérica; quienes se hallan al oeste – como los residentes de Los Angeles -, montan la placa del Pacífico (debido a que todo el Sur de California está unido a esta gigantesca placa de la corteza terrestre, es fácil ver que Los Angeles “no se hundirá en el océano”, como algunos “videntes” predicen).

“El Grande”

El Instituto Geológico Nacional nos advierte que – debido al largo tiempo que ha estado inactiva – la porción sur de la falla de San Andrés tiene un 50 por ciento de posibilidades de provocar un terremoto de magnitud 8.0 en cualquier momento de los próximos 25 años. La prensa lo llama “el grande”.

¿Por qué?

La fuerza de un terremoto se describe en términos de “magnitudes”, medidas en la escala Richter. La escala fue inventada por el Dr. Charles Richter, en 1935, y es logarítmica (o sea que cada grado representa una amplitud de onda 10 veces mayor, o 31 veces la energía del grado anterior). Dos grados representan una diferencia de energía de 31 x 31, o sea 961 veces mayor. Por lo tanto, hay una gran diferencia entre terremotos de magnitud 6 y de magnitud 8.

Un temblor de 3.0 apenas se siente; uno de 4.0 atrae la atención de la prensa lo suficiente como para interrumpir sus programas; uno de 5.0 puede romper vidrios de ventanas y tirar cosas; uno de 6.0 ya es capaz de producir serios daños; uno de 7.0 o más, es potencialmente un gran desastre, si sacude a una zona densamente poblada.

El terremoto de Whittier del 1o. de octubre de 1987 fue de 6.0 y dejó un saldo mayor de muertos y daños, que uno ocurrido ocho meses después en el desierto de Joshua Tree (7.4 grados), debido a los múltiples factores que se combinaron, tales como el tipo de movimiento de tierra, la hora a la que ocurre, la duración del temblor, la profundidad del epicentro, la distancia a un área poblada, etc.

Pocos lectores de VIDA NUEVA podrán olvidar lo acontecido el 19 de septiembre de 1985, por ejemplo, cuando la pequeña placa que bordea todo Centroamérica (llamada Cocos) se “destrabó” y se metió violentamente por debajo de otra mayor (placa de Norteamérica), provocando un terremoto de 8. 1 grados que lanzó sus ondas en todas direcciones. Viajando a través de las rocas, estas ondulaciones arribaron a los pocos minutos a la capital de México, matando a más de ocho mil personas, hiriendo a otras treinta mil y destruyendo o dañando severamente más de 300 edificios.

Conclusión

Aunque California es el tercer estado más activo sísmicamente, después de Alaska y Hawaii, es también – según explican los especialistas en preparación para terremotos de la Cruz Roja de Los Angeles -, uno de los más seguros.

“California ha aprendido mucho de los terremotos pasados, y ha incorporado este nuevo conocimiento en la aplicación de códigos de construcción y planificación general – explica la experta -. En el terremoto de 1933 en Long Beach, muchas escuelas se derrumbaron, pero gracias a que ocurrió cerca de las 5 de la mañana, pocas personas resultaron heridas. Se reconoció, sin embargo, la terrible amenaza mortal del hecho, y la Legislatura Estatal rápidamente aprobó la ley llamada “Field Act”, que obliga a los edificios escolares a cumplir con exigentes requerimientos sísmicos”.

En el terremoto de 1971 en Sylmar se utilizó instrumentación para medir el movimiento de los edificios durante el fenómeno. Se supo así que si bien un terremoto de 8.0 puede durar más que uno de 6.5 (hasta dos minutos) y cubrir un área mayor (hasta 300 kilómetros del epicentro), la intensidad de la sacudida cerca del epicentro puede ser tan fuerte en un temblor moderado como en “el grande”. Por lo tanto, a partir de 1972 se volvieron más estrictas las regulaciones en la construcción de edificios.

“Para el público en general – dicen los expertos – este conocimiento significa que debe prepararse más en materia doméstica. Detalles como el asegurar los armarios altos o estantes inestables, sujetar el calentador de agua, los espejos y los cuadros, son importantes incluso en terremotos moderados. Nadie sabe qué tan cerca estará del epicentro”.

La planificación familiar es importante también. Muchas veces en las escuelas los niños se refugian y cubren su cabeza durante los terremotos, evacúan el lugar en forma calmada y organizada… hasta que llegan a buscarlos unos histéricos familiares que comunican su pánico a los niños.

Mucha gente está consciente del peligro de incendio posterior a un terremoto provocado por tuberías rotas de gas. A partir del terremoto de 1983 en Coalinga, se descubrieron nuevas amenazas.

El temblor ocurrió a las 4:42 de la tarde, mientras muchas personas comenzaban a preparar la cena. Los incendios estallaron a consecuencia de los derrames de aceite hirviendo, y por cosas que caían de los armarios de la cocina sobre el fuego de las estufas.

Muchas áreas del sur de Califoria fueron construídas mucho antes que se tuvieran conocimientos sobre los terremotos y las fallas, creando algunas situaciones insólitas. En el condado de San Bernardino, por ejemplo, el paso elevado de las carreteras 15 y 10 se halla exactamente sobre la falla de San Andrés. Al sur de Palmdale la gente levantó sus casas en el valle directamente sobre la falla, debido a que el agua tiende a quedarse atrapada ahí, creando un atractivo brote de vegetación en esas áreas secas.

“Mientras los científicos siguen estudiando los peligros de los terremotos,la protección más efectiva para los residentes será su propio plan para antes, durante y después del temblor.” VN

Eliminando peligros en el hogar

1. Las camas no deben estar ubicadas directamente bajo el vidrio de las ventanas, ni al alcance de muebles altos y pesados, bibliotecas, ni armarios.

2. Objetos grandes sobre ruedas (como la T.V., el refrigerador, computadoras, etc.), deben dejarse trabados, por lo menos al acostarse.

3. En un terremoto se abrirán los armarios que no tienen seguros (y por lo general la gente guarda en alto la vajilla de cristal que no usa frecuentemente).

4. Las lámparas y plantas colgantes pueden caerse de los ganchos, si no están sujetos apropiadamente.

5. Nunca colocar cuadros pesados o espejos sobre los sofás, camas, o lugares.

6. Todos los objetos rompibles o pesados deben ubicarse en estantes bajos.

7. Los artefactos que puedan “bailar” a través del cuarto y romper tuberías de gas deben tener mangueras de conexión flexibles.

8. Los calentadores pueden volcarse con facilidad y romper la tubería del gas. Esta es una causa común de incendios en el hogar, incluso en terremotos moderados. Asegúrese de que su calentador está apropiadamente sujeto a la pared, aunque se halle dentro de un clóset o un garage.

9. Un extinguidor de fuego tipo A-B-C (para toda clase de incendios) deberá estar al alcance en los lugares donde exista potencial de incendios.

¿Sabría usted qué hacer si hoy mismo temblara?

La Oficina de Servicios de Emergencia del Gobernador de California ofrece los siguientes consejos para antes, durante y después de un terremoto:

Antes del Terremoto

*Preparar un plan de emergencia con la familia, incluyendo a los niños.

*Prepararse para autoabastecerse por lo menos por 72 horas. Tener en el automóvil, lugar de trabajo y en el hogar: agua (un galón por persona y por día), comida envasada, radio a pilas, linternas, extinguidor de fuego, copias de los documentos importantes, medicamentos, ropa y elementos de primeros auxilios.

Durante el Terremoto

*En un lugar público: evitar las salidas (exits) donde puede producirse congestionamiento de gente.

*En el trabajo: Meterse debajo de una mesa o escritorio.

*En la casa: Meterse debajo de una mesa o escritorio, protegiéndose la cabeza y el cuello. Las autoridades han recomendado colocarse debajo del marco de una puerta, pero varias personas resultaron heridas cuando éstas se sacuden.

*En el auto: Hacerse hacia la derecha y parar, evitando puentes, túneles y cables eléctricos. Podría resultar electrocutado si se baja del vehículo y toca el suelo.

Después del Terremoto

*Revise el sistema del gas y electricidad. Desconecte estos servicios sólo si encuentra irregularidades.

*Revise el edificio. Permanezca fuera si encuentra daños en la construcción.

*Administre primeros auxilios si es necesario.

* No haga uso de los teléfonos, solamente si se trata de emergencias.

* No intente abandonar su área. Los caminos pueden estar dañados.

* Reduzca el estrés: regrese a su rutina diaria lo antes posible, enviando a sus hijos a la escuela y regresando a trabajar.

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