<!--:es-->“NOSOTROS COMPARTIMOS UN COMPROMISO COMÚN CON CRISTO Y CON LA IGLESIA”<!--:-->

“NOSOTROS COMPARTIMOS UN COMPROMISO COMÚN CON CRISTO Y CON LA IGLESIA”

Palabras del Cardenal Rogelio Mahony sobre el nombramiento del Arzobispo José H. Gómez como Arzobispo Coadjutor de Los Angeles

Cuando nuestro Nuncio Apostólico, el Arzobispo Pietro Sambi, me informó que nuestro Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, había nombrado al Arzobispo José Gómez para servir como Arzobispo Coadjutor de Los Angeles, me sentí muy agradecido con Dios por este regalo de un Arzobispo hispano.

Doy la bienvenida al Arzobispo Gómez a la Arquidiócesis de Los Angeles, con entusiasmo y personal emoción. Los Obispos Auxiliares y yo trabajaremos estrechamente con él en los próximos meses, hasta que él llegue a ser el Arzobispo al comienzo del año 2011.

Durante el proceso de seleccionar un nuevo Arzobispo, yo urgía que la Arquidiócesis de Los Angeles merece tener un hispano como el siguiente Arzobispo. Los Angeles es la diócesis hispana, o Arquidiócesis más grande en los Estados Unidos.

Los primeros cuatro obispos de la región de Los Angeles fueron obispos hispanos, que fueron seguidos por cinco obispos/arzobispos de descendencia irlandesa, y yo mismo de antecedentes alemanes e italianos. Yo conozco al Arzobispo Gómez desde que era Obispo Auxiliar de Denver, en 2001, y posteriormente, Arzobispo de San Antonio en 2004. Por años, él ha sido un líder muy efectivo trabajando con sacerdotes que sirven las comunidades de habla hispana en todo el país, y su liderazgo en proclamar la dignidad y los derechos de nuestros inmigrantes ha ayudado a motivar a mucha gente para defenderlos.

Algunos pueden concluir que ya que el Arzobispo Gómez fue ordenado sacerdote del Opus Dei, debe ser “conservador”. De hecho, esas etiquetas de “conservador” y “liberal” en realidad no ayudan en la vida de la Iglesia. Nosotros estamos llamados a desarrollar una relación profunda con Jesucristo, y puedo dar testimonio de que ambos compartimos un compromiso común con Cristo y con la Iglesia, y que ambos estamos interesados en promover las enseñanzas de la Iglesia plenamente, así como a llevar las palabras y el ejemplo de Cristo a la sociedad y al mundo de hoy. Considero que ambos compartimos el mismo compromiso con el continuo crecimiento de la Iglesia aquí en Los Angeles.

El Arzobispo Gómez también comparte conmigo la determinación de un esfuerzo para que nuestra Iglesia ofrezca seguridad a toda la gente, pero especialmente a los niños y los jóvenes. Yo espero trabajar estrechamente con él para asegurar que todos nuestros programas de seguridad para los niños, se implementen completamente en toda la Arquidiócesis.

Nuestro Sínodo Arquidiocesano concluyó en 2003 estableciendo seis Iniciativas Pastorales, siendo la primera un sentido renovado de evangelización entre nuestra comunidad católica. El Arzobispo Gómez recientemente escribió dos importantes artículos sobre este tema. El primero se titula: Evangelización, Educación y el Futuro Católico Hispano en 2009 (Evangelization, Education and the Hispanic Catholic Future in 2009). El segundo se titula Ustedes Serán Mis Testigos: Carta Pastoral sobre Evangelización” (You Will Be My Witnesses: Pastoral Letter on Evangelization”) publicada en 2010. Esas dos cartas pastorales se aplicarán bien a la Iglesia local de Los Angeles, y nos acercarán más dinámicamente a todas las gentes en el nombre de Jesucristo.

Durante este Año para los Sacerdotes, el Arzobispo Gómez publicó en el otoño pasado un libro titulado Hombres de Corazón Valiente: La Virtud del Coraje en la Vida Sacerdotal (Men of Brave Heart: The Virtue of Courage in the Priestly Life).

El Arzobispo Gómez es el Presidente electo del Comité de Servicios para los Migrantes y Refugiados de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, y tomará el liderazgo para mover los esfuerzos de la Iglesia hacia adelante a fin de hacer posible una reforma de inmigración más comprehensiva en nuestro Congreso. Yo estoy ansioso de trabajar directamente con él sobre esta importante prioridad de la Iglesia en nuestro país.

Hay una relación y un lazo interesantes entre la Arquidiócesis de Los Angeles y la Diócesis de San Antonio. En 1934, el Padre Robert E. Lucey de Los Angeles, fue consagrado Obispo de Amarillo, Texas. En 1940, el Obispo Lucey llegó a ser Obispo de San Antonio, donde trabajó incansablemente en favor de los pobres y de los hispanos. En 1953, un año antes de que la Suprema Corte legislara sobre la no segregación en las escuelas públicas, el Arzobispo Lucey integró todas las escuelas católicas en su jurisdicción. Él se convirtió en el Presidente Ejecutivo del Comité de Obispos para los hispano-parlantes, y ayudó a enfocar la atención de la Iglesia sobre aquellos inmigrantes en todo nuestro país que necesitaban la voz de la Iglesia en su favor.

A usted, Arzobispo Gómez, no sólo le extiendo la más cálida y cordial bienvenida, pero también le pido que experimente y aprecie la maravillosa, dinámica Iglesia Local de Los Angeles. En tanto que la Arquidiócesis de Los Angeles continúe creciendo en el próximo año, es nuestro mutuo desafío profundizar la vida de fe de todos nuestros católicos y ayudarles a testimoniar su fe a todos sus hermanos y hermanas.

De nuevo le doy la bienvenida, con mi ansioso entusiasmo, hasta que termine mi servicio como el Arzobispo de Los Angeles en 2011, y usted asuma este papel para los años venideros. VN

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