LÍDERES LATINOS RECHAZAN ENVIAR A MÉXICO GASTO SALUD DE INMIGRANTES

Funcionarios y líderes comunitarios hispanos catalogan de “pintoresca” la petición de una corte del condado de Dallas de pasar factura al Gobierno de México por los gastos que generan sus compatriotas en el sistema de salud.

A principios de semana, una juez sugirió que cobrar a México y a los gobiernos de otros países sería una alternativa para paliar el déficit fiscal por el uso de los servicios médicos de los inmigrantes.

De acuerdo con el condado de Dallas, el costo originado por los pacientes que no residen en esa jurisdicción en el 2005 fue de 76,5 millones de dólares, de los cuales el Gobierno federal dejó de reembolsar 26 millones de dólares, cifra que se atribuye a los pacientes indocumentados.

Según el Hospital Público Parkland de Dallas, se atendieron en el 2005 a más de 11 mil mexicanas inmigrantes que dieron a luz en ese centro de salud, la gran mayoría indocumentadas.

Para Hugo Juárez, cónsul alterno de México en esta ciudad, la petición de las autoridades de Dallas no es más que un gesto “simbólico y pintoresco”.

“Quieren atraer la tensión del público porque el meollo real no es México ni los mexicanos, se trata de un problema de pobreza por parte de los usuarios que utilizan esa opción porque no tienen otra”, indicó Juárez.

“Además, el cálculo parece ser impreciso porque el condado no diferencia ni busca información relativa al estatus migratorio o de nacionalidad al momento de admitir al paciente por la vía de emergencias”, agregó el funcionario mexicano.

Juárez cree que las autoridades de Dallas han generalizado un problema cuya solución debe resolverse a través de programas accesibles para que los de más bajos ingresos puedan tener un seguro médico que se encargue de los costos que ocasionan en el sector salud.

John Gates, jefe del departamento de finanzas de hospital Parkland, reconoce que calcular el número de pacientes de otros países es difícil, ya que no es requisito informar la nacionalidad al momento de ingresar a la sala de emergencias.

“Nos basamos muchas veces en el promedio de pacientes que muestran una identificación de otro país, pero a partir de la próxima semana todos nuestros formularios tendrán un campo para que indiquen de qué nacionalidad son”, explicó Gates.

Según Margaret Keliher, juez del condado de Dallas, el déficit de 26 millones lo tendrán que asumir entonces los contribuyentes.

“No nos parece justo que sean ellos los que financian las deudas de los que no viene ni pertenecen a Dallas”, acusó Keliher.

Pero para el representante estatal Rafael Anchía (D-Texas), los cálculos y la intención de las autoridades de Dallas representa una xenofobia para aumentar el perfil negativo hacia los latinos.

“México no va a pagar, es un hecho, porque quienes pagan esos costos son los inmigrantes y no inmigrantes que viven en el condado a través de sus impuestos de propiedad o de otros bienes”, manifestó Anchía.

Para Jacobo Kuperstoch, director del Centro Comunitario Mexicano de Dallas, una organización no lucrativa que implementa y coordina programas de desarrollo social para facilitar la integración del inmigrante mexicano, se trata de “un punto de vista”.

“Porque lo quieren dar a entender es que hay huecos en el sistema y no saben cómo taparlos. Es una voz de alerta, sin dudas”, dijo.

“Alguien tiene que pagar ese monto, pero creo que antes de ‘lanzar la piedra’ deberían ponerse a analizar cuál es la aportación del inmigrante al condado”, añadió Kuperstoch..

Según datos del Consulado General de México en Dallas, viven 1,3 millones compatriotas en el norte de Texas. VN

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