LEGISLADORES DESAFÍAN A BUSH Y APRUEBAN NUEVA VERSIÓN DE SEGURO PARA NIÑOS

La Cámara de Representantes, bajo dominio demócrata, desafío otro posible veto presidencial al aprobar una nueva versión de una ley que amplía un plan de seguro médico a diez millones de niños pobres en los Estados Unidos.

La semana pasada, los legisladores no reunieron los votos necesarios para superar el primer veto del presidente George W. Bush de la versión original del proyecto de ley.

Aunque la medida fue aprobada, con 265 votos a favor y 142 en contra, ésta no reúne los votos para superar otro veto de Bush.

Ya antes de la votación, la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB) de la Casa Blanca, advirtió hoy en una nota que Bush vetará la nueva versión.

El presidente “vetará esta legislación si se le envía sin cambios significativos”, dijo la OMB, al reiterar las de objeciones de la Casa Blanca sobre este asunto.

La OMB señaló, entre otras cosas, que este proyecto de ley no da prioridad a los niños más pobres, mantiene la cobertura de algunos adultos hasta el año 2012, traslada a niños de planes privados a planes gubernamentales, y no incluye mecanismos para determinar quiénes pueden solicitar los beneficios.

Además, “de forma notable, incluso cuesta más que el proyecto de ley anterior” e incrementa los impuestos, dijo la OMB.

Para convertirse en ley, la medida, conocida por su sigla en inglés “SCHIP”, tiene que ser aprobada también en el pleno del Senado.

El líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, John Boehner (Ohio), dijo que las modificaciones presentadas por los demócratas son “cambios cosméticos”.

Pero el presidente del grupo de legisladores demócratas de la Cámara Baja, Rahm Emanuel (Illinois), lamentó que, tras una semana de intensas negociaciones con los republicanos, éstos “todavía prefieran recurrir a la politiquería en vez de renovar un programa que la gran mayoría del país apoya”.

“Si es necesario anular el veto presidencial, esperamos que los republicanos cambien de parecer y apoyen este programa”, añadió Emanuel.

Según la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), poco más de tres millones de niños latinos en EEUU carecen de seguro médico, y el 70 por ciento de ellos podría beneficiarse del programa SCHIP pero no se han inscrito.

La Oficina de Presupuesto del Congreso (CPB) ha indicado que el proyecto de ley bipartidista, en su versión modificada, ampliaría la cobertura médica a 3,8 millones de niños, de los cuales el 63 por ciento proviene de minorías, entre ellos 1,4 millón hispanos.

Entre otros elementos, la medida autoriza un monto adicional de 35.000 millones de dólares al programa de seguro médico en los próximos cinco años, más allá del nivel de gastos actual de 25.000 millones de dólares.

Ese incremento de fondos permitiría ampliar el número de niños asegurados de seis millones en la actualidad a un total de diez millones.

El aumento estaría financiado mediante un incremento de 65 centavos en los impuestos federales a los cigarrillos, algo que ya causó objeciones durante la primera votación sobre el asunto.

Consciente de las críticas de los detractores del plan, los demócratas en esta ocasión incluyeron modificaciones en torno a cuántos y quiénes califican para el programa.

Así, la nueva versión excluye a familias cuyos ingresos anuales superan por tres veces la línea de la pobreza, y elimina paulatinamente a adultos sin hijos.

Además, exige que los gobiernos estatales revisen la validez de las solicitudes para estos beneficios, y de esa forma excluir del programa a indocumentados que utilicen documentos del Seguro Social falsos.

La renovación del programa SCHIP “reducirá sustancialmente las desigualdades en el cuidado médico de las comunidades minoritarias”, dijo Rosa Rosales, presidenta nacional de LULAC. VN

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