LA DIETA MEDITERRÁNEA LE PUEDE AUMENTAR SUS AÑOS DE VIDA DESPUÉS DE UN ATAQUE AL CORAZÓN

Para las personas que ya han sufrido un ataque cardíaco, una dieta estilo “Mediterráneo” -rica en aceite de oliva, verduras y pescado- podría ser una de las mejores prescripciones para una vida más larga y saludable, reportaron los investigadores durante las Sesiones Científicas 2000 realizadas por la Asociación Americana del Corazón en la ciudad de Nueva Orleans.

“A pesar de que se sabe que los buenos hábitos alimenticios son la base de la buena salud del corazón, hay datos limitados que demuestren la cantidad de beneficio que le pueden dar al paciente que ha sufrido ya un ataque al corazón”, nos dice el doctor Roberto Marchioli, co-coordinador del Estudio Prevención GISSI en el departamento de farmacología clínica y epidemiología del Consorcio Mario Negri Sud en Santa María Imbaro, Italia.

“Un riesgo significativamente bajo de muerte fue relacionado con comer más alimentos estilo Mediterráneo y menos comidas que contengan grasas saturadas como la mantequilla”, agrega Marchioli. “La gente en el estudio realizado que tenía más mantequilla y aceites vegetales en su dieta tenían un riesgo de muerte casi tres veces mayor que la gente que comía más frutas frescas, vegetales y usaba aceite de oliva”.

Aunque es relativamente alta en grasa, la dieta Mediterránea es considerada saludable porque es rica en nutrientes potencialmente protectores: los antioxidantes como la vitamina E de las frutas y vegetales, ácidos grasos monoinsaturados del aceite de oliva y ácidos grasos polyinsaturados provenientes del pescado. En general, muy pocos residentes de los países Mediterráneos, incluyendo España, Grecia e Italia, mueren de enfermedades del corazón en comparación con sus vecinos del norte. El equipo de Marchioli estaba curioso acerca de los beneficios de seguir la dieta Mediterránea después de un ataque al corazón.

El Estudio Prevención GISSI, una investigación médica a gran escala organizada por la Asociación Nacional Italiana de Hospitales de Cardiología y el Instituto Mario Negri, evaluaron los cambios a largo plazo en los hábitos dietéticos de 11,324 pacientes italianos después de haber sufrido un paro cardíaco.

El estudio también midió la efectividad de prescribir cantidades extra de substancias que los pacientes usualmente obtienen de la dieta, específicamente n-3 ácidos grasos polyinsaturados y vitamina E.

“Los n-3 ácidos grasos polyinsaturados incluyen una clase particular de grasa que se encuentra típicamente en los pescados de agua fría como el salmón, el atún y el arenque. La cantidad de n-3 ácidos grasos polyinsaturados en otros alimentos es muy mínima”, nos dice Marchioli. “El estudio demostró que tomar un gramo de n-3 ácidos grasos polyinsaturados diariamente, además de seguir la instrucciones del médico en lo que se refiere al estilo de vida y recomendaciones de la dieta podría reducir el riesgo de muerte después de un ataque al corazón en un 20%”.

Los participantes del Estudio Prevención GISSI habían experimentado un ataque al corazón dentro de los tres meses antes de que comenzara el estudio y recibieron exámenes de rutina de parte de sus cardiólogos por tres años y medio. Su consumo de ciertos alimentos se registró con un cuestionario que se les dio justo después de su ataque cardíaco y luego otra vez a los seis, 12, 18 y 42 meses después.

Los participantes del estudio fueron divididos en cinco categorías de acuerdo a cuánto de su dieta consistía de vegetales frescos y cocidos, fruta, pescado, aceite de oliva y mantequilla. El número de pacientes muertos en cada categoría era anotado durante la duración del estudio.

Comparado con aquéllos con los hábitos alimenticios “ideales”, aquéllos que consumieron más mantequilla tuvieron un riesgo 2.6 veces mayor de morir dentro de los 42 meses después de su ataque al corazón.

Los beneficios de la dieta se extendieron a los individuos que eran obesos, lo cual está definido como un índice de masa corporal mayor de 30. El índice de masa corporal es la fórmula para medir el peso corporal de una persona en relación a su altura.

“Aunque el índice de masa corporal de la gente con sobrepeso no cambió significativamente durante la etapa de seguimiento, sus hábitos alimenticios mejoraron después de un ataque cardíaco”, continúa el doctor Marchioli. “Su consumo de alimentos saludables era relativamente alto para empezar y se mejoró durante la etapa de seguimiento”.

Los investigadores encontraron que si mejoramos nuestro estilo de vida, como eliminando el estrés, haciendo más ejercicio, dejando de fumar y comiendo alimentos más saludables, así como tomar los medicamentos que recete el doctor durante el tratamiento, es la clave para prevenir el tener un segundo ataque cardíaco.

“Se debe prestar atención particular al hecho de tener buenos hábitos en nuestra alimentación y mantenerlos a través de nuestra vida”, dice el doctor Marchioli. “Coma frutas, verduras, pescado y aceite de oliva, que son ricos en los nutrientes que le benefician y coma menos de alimentos que le pueden hacer daño como la mantequilla, la carne roja y aquellos que son ricos en grasa de tipo animal. Usted puede seguir disfrutando de su vida y sus comidas sin necesidad de hacer una dieta estricta. Esta medida le puede ayudar a adoptar hábitos alimenticios más saludables que le mantendrán con buena salud por más tiempo”. VN

Nota: Los co-autores del estudio incluyen Franco Valagussa, Maurizio Del Pinto, Luigi Nicolosi, Enrico Geraci, Francesco Mancino, Nicola Maurea, Luciano Marino, Donato Messina y Rosamaria Marfisi. Para más información sobre este estudio llame a la Asociación Americana del Corazón al 1 (800) 242-8721 o visite la siguiente dirección: www.heartsource.org.

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