ESTUDIANTES INDOCUMENTADOS INICIAN LUCHA POR CONSEGUIR UN ESTATUS MIGRATORIO

La lucha por obtener un mejor futuro para los alumnos “sin papeles” que viven en Arizona apenas comienza, a pesar de que ya se encuentra en vigor una ley estatal que triplica el costo de las matrículas para indocumentados.

Carlos García, miembro de un movimiento estudiantil contra la Ley 300, aseguró que la próxima semana comenzarán acciones para abogar por los jóvenes que cada año se gradúan de secundaria y no pueden seguir estudios superiores por no tener un estatus legal.

El próximo lunes, 8 de enero, arrancarán con una marcha por las calles de la ciudad de Glendale, Arizona, justo antes de que se celebre el campeonato universitario de fútbol americano, el cual se espera atraerá a más de 70 mil turistas y aficionados a esta ciudad.

“Queremos que el resto del país se dé cuenta de lo que está pasando en Arizona”, aseguró García.

La ley 300 obliga a los estudiantes que no tienen un número de Seguro Social a pagar una matrícula más elevada para asistir a las universidades y escuelas superiores estatales, como la que pagan los alumnos extranjeros, aun si llevan años viviendo en Arizona y han obtenido excelentes calificaciones.

El pasado 7 de noviembre, los votantes de Arizona aprobaron la ley 300, que entró en vigor el pasado 7 de diciembre.

Después de la aprobación de esta ley varios grupos de estudiantes buscaron la manera de detener su implementación en la corte, pero hasta el momento todos sus esfuerzos han sido inútiles.

“Ya consultamos con los abogados y no hay manera de impugnarla en corte, parece ser que quienes escribieron esta iniciativa lo hicieron muy bien en cuestiones legales”, dijo García.

Indicó que el movimiento estudiantil busca que se apruebe la iniciativa federal conocida como “Dream Act”, que permitiría a los menores indocumentados convertirse en residentes temporales si han entrado a EEUU antes de cumplir 16 años, si han vivido un mínimo de cinco años en el país, y si se han graduado de secundaria o están matriculados en la universidad.

Los jóvenes, en su mayoría estudiantes de la Universidad del Estado de Arizona (ASU), también han solicitado el apoyo del senador John McCain (R-Arizona), quien el año pasado presentó una propuesta de reforma migratoria al Senado, que incluía la posibilidad de regularizar el estatus migratorio de millones de indocumentados que viven en el país, así como un programa de trabajador huésped.

“El senador McCain nos dijo estar dispuesto a reunirse con nosotros y discutir el tema”, aseguró el estudiante.

García reconoció que por el momento la única esperanza de los estudiantes indocumentados es una reforma a nivel federal, ya que -en su opinión- es prácticamente imposible lograr un cambio a nivel estatal.

Aseguró que los estudiantes no se han quedado con los brazos cruzados y están dispuestos a enviar algunos representantes a Washington D.C. para que hablen con congresistas y senadores.

Agregó que también se encuentran trabajando en el establecimiento de un fondo de becas privadas que ayude a los estudiantes sin Seguro Social poder seguir con sus estudios.

Hasta el momento ni la Universidad Estatal de Arizona (ASU) en Phoenix, ni la Universidad de Arizona (UA) en la ciudad de Tucson han determinado cuándo y cómo implementarán la nueva ley.

Asimismo, se desconoce cuántos alumnos serán afectados con la medida.

“Para mí ahora es difícil pagar la colegiatura, si tengo que pagar tres veces más será imposible”, dijo Raquel Méndez, de 19 años de edad y quien estudia biología en la UA, donde paga alrededor de 2.400 dólares por semestre.

Méndez calificó de “injusto” que la quieran castigar a ella, sólo porque sus padres la trajeron a este país cuando tenía nueve años.

“Mis padres tampoco tienen la culpa, somos una familia de inmigrantes que sólo venimos a este país a trabajar muy duro y tener una vida mejor”, finalizó. VN

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