CONSTRUCCIÓN DE MURO POLARIZA A VOTANTES EN ARIZONA

La construcción de un doble muro en la frontera sur ofrece réditos a los candidatos en los comicios de noviembre, pero ha polarizado a los votantes en Arizona y, según expertos, éste sólo acrecentará el peligroso cruce por la zona.

La idea de sellar la frontera con México ha cobrado fuerza conforme se acercan los comicios legislativos del próximo 7 de noviembre, en los que el electorado de Arizona tendrá que votar sobre tres iniciativas que limitan los derechos o privilegios de los inmigrantes.

El tema de la inmigración figura de forma prominente en al menos 14 contiendas electorales -10 en la Cámara de Representantes y cuatro en el Senado-, y ha polarizado a los votantes en todo el país.

Mientras tanto, arrecian las campañas de quienes exigen mano dura contra los indocumentados y entre los que respaldan una reforma migratoria integral.

Según expertos consultados por Efe, un doble muro en más de 1.126 kilómetros en la frontera sur costaría a los contribuyentes y al sector empresarial millones de dólares y, además de acrecentar la violencia en la zona, desplazará los cruces ilegales hacia otras zonas inhóspitas.

“La gente tiene derecho a buscar su supervivencia y este muro lo que hace es crear una crisis humanitaria en la frontera. Tuvimos unos 205 muertos en el año fiscal que acaba de terminar… es una situación intolerable”, dijo Isabel García, abogada y directora de la Coalición de Derechos Humanos de Arizona.

“El muro es un reflejo de una política que ha creado inestabilidad en esta zona. Las barreras han estado allí desde antes de los atentados de 2001 y no responden a los factores que alientan la emigración ilegal hacia Estados Unidos”, agregó.

La experta señaló que los flujos migratorios responden a las necesidades económicas de una región y, en ese sentido, EEUU continuará siendo la meca de millones de inmigrantes.

“En vez de actuar de forma unilateral con la construcción de muros, EEUU debe fomentar políticas que no destruyan a los agricultores o a la clase media” en la región, afirmó la experta.

Según datos de la Patrulla Fronteriza, el recrudecimiento de la vigilancia en la frontera ha servido como elemento disuasorio, a juzgar por el descenso en el número de arrestos de inmigrantes indocumentados, al menos en el sector de Tucson.

En el año fiscal 2004, los agentes arrestaron a poco más de 491.000 inmigrantes “sin papeles”. El año siguiente, la cifra bajó a 438.000 y, de manera extraoficial, en el año fiscal 2006 el número se ubicó en alrededor de 380.000 personas.

Gustavo Soto, portavoz de la Patrulla Fronteriza en el sector de Tucson, aseguró que el muro es “sólo una de las herramientas” que utiliza su agencia en contra de los indocumentados, además de equipos de alta tecnología, el desplazamiento de más agentes y la presencia de la Guardia Nacional en la zona.

Soto reconoció que, cuando se cierre una vía, los “coyotes” continuarán buscando otras rutas, “pero cada vez lo tendrán más difícil”.

En ese sentido, agregó que la Patrulla Fronteriza analiza los sitios más útiles para la colocación del muro, “y lo más probable es que ocurra cerca de zonas urbanas”, mientras que la “valla virtual”, con equipos de alta tecnología, iría en las áreas del desierto sonorense.

Si en las elecciones de 2004 el lema de los conservadores fue prohibir los matrimonios homosexuales, en estos comicios lo es la política de contención migratoria, principalmente mediante la colocación de muros.

“(Los republicanos) han hecho un trabajo magnífico de entrelazar el terrorismo y la inmigración ilegal para conseguir votos en noviembre, pero el muro no hará mella en el problema”, dijo Sue Ann Goodman, directora ejecutiva de “Fronteras Compasivas”, un grupo que suministra agua a los indocumentados que se aventuran por el desierto.

“No hay voluntad política para sellar la frontera porque muchos se benefician de la mano de obra del indocumentado. Mientras tanto, continúan las muertes, y nuestra misión es salvar vidas”, agregó Goodman.

“Fronteras Compasivas”, que administra 84 tanques de agua colocados en puntos estratégicos del desierto, cuenta con el apoyo de 68 grupos entre grandes corporaciones, grupos religiosos y del gobierno del condado de Pima. VN

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