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CONOZCA A LOS TRES NUEVOS OBISPOS AUXILIARES

SUCESORES DE LOS APÓSTOLES. Sentados en el centro, los Obispos Auxiliares (de izquierda a derecha) David G. O’Connell, Robert E. Barron y José V. Brennan. Fotografía de Victor Alemán.

Robert E. Barron, José V. Brennan y David G. O’Connell fueron ordenados por la Arquidiócesis de Los Ángeles el pasado septiembre

Por J. D. Long- Garcia
Tres nuevos Obispos Auxiliares han sido ordenados para ayudar a liderar la Arquidiócesis de Los Ángeles, la Iglesia más grande de Estados Unidos. El Arzobispo José H. Gomez, junto con el Arzobispo de Chicago Blase J. Cupich y el Obispo Auxiliar jubilado, José M. Sartoris, ordenaron a los Obispos Robert E. Barron, José V. Brennan y David G. O’Connell al episcopado el pasado 8 de septiembre en la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles.

El Arzobispo Carlo Maria Viganò, el nuncio apostólico para Estados Unidos, presentó los mandatos de la Sede Apostólica. Concelebraron la misa más de 500 sacerdotes de Los Ángeles y Chicago y 45 obispos provenientes de todo el país, incluyendo el Arzobispo emérito, el Cardenal Rogelio Mahony.

“El Santo Padre ha dicho que hay tres cualidades básicas que debemos buscar en un obispo”, dijo el Arzobispo Gomez en su homilía ante los miles que llenaron la Catedral, en representación de los cinco millones de católicos en la Arquidiócesis.

“Como la famosa expresión indica”: ‘Si él es Santo, ruega por nosotros. Si él es aprendido, deja que nos enseñe. Y si es prudente, déjalo que nos gobierne’”, dijo el Arzobispo. “¡Así que hoy nos alegramos! Vamos a ordenar a tres buenos sacerdotes – elegidos porque son hombres de oración, inteligencia y prudencia”.

Por el poder del Espíritu Santo, Dios ungió a estos tres hombres a ser “sucesores de los apóstoles y pastores de almas – de enseñar, santificar y nutrir a la familia de Dios”, dijo el Arzobispo.

Alentó a los nuevos obispos a no olvidar nunca de dónde vienen y a nunca pensar que ser un obispo los hace mejor o que están por encima de cualquier otra persona. Ser un obispo es un privilegio de servicio, dijo el Arzobispo. La gente se acerca a los obispos buscando al amigo, hermano y padre. Pero, sobre todo, ellos vienen en busca del “rostro de Dios”.

“La misericordia es el rostro de Dios”, dijo el Arzobispo. “Así que la misericordia debe ser el camino de su ministerio como obispos”. Kieran O’Connell y su familia viajaron de Cork, Irlanda, para presenciar la ordenación de su hermano. “Es fantástico para Irlanda y para Cork”, dijo. “Él es una persona muy humilde. Es fantástico verlo como obispo”.

Resultó ser una semana emocionante para la familia O’Connell. La hermana del Obispo y otros dos hermanos ya han fallecido, pero Kieran los llevó a ellos y a sus padres en su corazón.

“Él es una persona sencilla y amorosa”, dijo Kieran de su hermano. “Él es un hombre de Dios – que tiene un profundo amor por Dios y por la gente. Él siempre ha querido ser sacerdote”.

El Obispo O’Connell fue ordenado sacerdote en 1979, después de haber estudiado en All Hallows College de Dublín. Se desempeñó como pastor asociado en St. Raymond en Downey, Santa María Goretti en Long Beach y St. Hillary en Pico Rivera antes de servir como pastor de St. Frances X. Cabrini, Ascensión, San Eugenio y las parroquias de San Miguel. “Es un momento maravilloso para ser ordenado obispo auxiliar como planeamos para el Año Santo de la Misericordia”, dijo el Obispo O’ Connell. “Espero que todos podamos lograr esta misión de mostrar al mundo el rostro compasivo de Jesús. Siempre ha sido un privilegio poder servir aquí en la Arquidiócesis de Los Ángeles, pero muy especialmente en estos días. Espero la llegada de años extraordinarios por venir”. Ha trabajado junto a líderes de la comunidad y la policía en varios programas de intervención de pandillas en vecindarios con problemas sociales. Él es también un miembro del Comité pastoral de la Arquidiócesis en asuntos de inmigración. El Padre Edward Benioff, director de la Oficina para la Nueva Evangelización, recordó el día en el que el Obispo Brennan regresó a la rectoría después de ungir a un feligrés en el hospital. “Le pregunté cómo se estaba sintiendo el feligrés y me dijo que había muerto rodeado de su familia, y que todos estaban sollozando y sufriendo”, dijo el Padre Benioff, quien se desempeñaba como colaborador del Obispo Brennan en ese momento.

“También me di cuenta de que él estaba llorando”, añadió. “Yo le dije: ‘Esto es terrible’, y él estuvo de acuerdo. Sin embargo, cuando se dio cuenta del gran amor que emanaba de ese cuarto de hospital, añadió: ‘Y fue también muy hermoso’. Sólo alguien en contacto con el misterio del amor de Dios podría ver la luz divina en esa oscura situación”, dijo el padre Benioff. “El Obispo Brennan irradiará el amor de Dios para nuestra Iglesia local”.

El Cardenal Timoteo Manning ordenó al Obispo Brennan al sacerdocio en 1980. Se desempeñó como pastor asociado en el Inmaculado Corazón de María, San Linus en Norwalk y en la Catedral de Santa Vibiana.

“Me siento muy honrado por este nombramiento y bendecido para poder seguir sirviendo en una hermosa comunidad de fe”, dijo el Obispo Brennan. El Obispo Brennan, un graduado de Notre Dame High School en Sherman Oaks, sirvió como pastor en St. Linus y en la Santísima Trinidad de San Pedro antes de asumir responsabilidades como moderador de la curia y vicario general.

“Estoy especialmente emocionado de regresar a casa en el Valle de San Fernando donde crecí”, dijo. “La Región Pastoral de San Fernando ha estado en buenas manos bajo la dirección del Obispo [Gerald] Wilkerson, y espero con interés poder servir a la región para continuar con las cosas maravillosas que están sucediendo allí”. El Padre John Muir, ex alumno y ahora amigo de Monseñor Barron, viajó desde la Diócesis de Phoenix para asistir a la ordenación. “Esa energía para evangelizar está aquí”, dijo. “Es una señal hermosa del Papa Francisco de que la vida pastoral es evangélica. Todo lo que trata la vida cristiana es difundir las buenas nuevas de nuestro Señor”.

El Obispo Barron fue ordenado sacerdote en 1986 y comenzó a servir como pastor asociado en la Parroquia St. Paul of the Cross en Park Ridge, Illinois. Más tarde se convirtió en rector / presidente del Seminario de Mundelein Seminary University of St. Mary of the Lake en la Arquidiócesis de Chicago.

“Estoy lleno de gratitud al Papa Francisco y al Arzobispo Gomez por la confianza que han depositado en mí”, dijo el Obispo Barron. “También estoy muy emocionado ante la perspectiva de servir a la buena gente de la Arquidiócesis de Los Ángeles y trabajar con los sacerdotes y ministros pastorales que sirven aquí”. El Obispo Barron, un graduado de la Escuela Secundaria Fenwick en Oak Park, Illinois, es el fundador de “Word on Fire”, un ministerio global de medios de comunicación que ha ido extendiendo el mensaje de la Nueva Evangelización desde 2000.

“Veo mi papel fundamental al proclamar a Jesucristo, Señor resucitado y en el cumplimiento de los más profundos deseos del corazón humano”, dijo el Obispo Barron. “Y yo invoco la ayuda de Nuestra Señora de los Ángeles al comenzar mi ministerio”. VN

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