CENTRO DE ESQUÍ DEJARÁ DE CONTRATAR ESTUDIANTES SURAMERICANOS POR FALTA VISAS

Por falta de visas para trabajadores extranjeros, la empresa que gestiona el centro de esquí de Aspen no podrá este año contratar a cientos de estudiantes de Argentina y de Perú que cada invierno llegan para trabajos temporales.

Jim Laing, vicepresidente de recursos humanos de Aspen Skiing Company, indicó hoy que los nuevos límites a las visas temporales y las demoras para finalizar las viviendas de los trabajadores “complicarán la contratación de personal para este invierno”.

“Va a ser más difícil de lo que ha sido por muchos años”, puntualizó.

El problema, dijo, es que el pasado 30 de septiembre caducó la disposición (vigente desde 2004) que permitía el otorgamiento de visas temporales H-2B a trabajadores que también las hubiesen recibido en años anteriores, sin que éstos se contasen como parte del límite máximo de 33.000 visas H-2B para empleos invernales.

“Como esa excepción no se extendió, los distintos centros turísticos, incluyéndonos a nosotros, van a tener un problema real (para conseguir los trabajadores necesarios), declaró Laing.

Aspen Skiing habitualmente contrata a 2.000 empleados internacionales para desempeñarse en cuatro centros de esquí y dos hoteles durante la alta temporada. Hasta ahora, mil empleados ya tenían visas en años anteriores y otros mil eran nuevos.

La mayoría de estos extranjeros provenían de Argentina y de Perú, con números menores de Australia y de Nueva Zelanda.

Pero para este año el gobierno federal solamente ha aprobado 230 visas (para trabajos en los centros de esquí, mayormente como instructores), de un límite máximo de 350 adjudicado a Aspen Skiing.

Laing afirmó que confiaba que eventualmente se le otorguen las otras 120 vistas solicitadas, ya que “es un número importante, especialmente porque todavía tenemos otras 300 vacantes que aún no pudimos llenar”.

Por otro lado, Aspen Skiing aún no cuenta con las instalaciones para alojar a los empleados internacionales, ya que, por protestas de los vecinos de Aspen, la unidad que se pensaba usar con ese propósito no será reconstruida sino solamente renovada. Debido a esas negociaciones, las obras comenzaron con retraso.

Eso significa que los trabajadores suramericanos que reciban la visa deberán obtener y pagar por su propio alojamiento, que oscila de 500 a 1000 dólares por mes por una habitación.

Además, como tener un lugar de residencia es un requisito para recibir la visa, generalmente los jóvenes suramericanos optan por comenzar a alquilar un lugar en septiembre de cada año, aunque recién lleguen a trabajar a Aspen dos meses después.

Tal fue el caso en la temporada pasada de Florencia Catala y Mariana Pisani, ambas de Buenos Aires, quienes reservaron y pagaron su alojamiento durante octubre y noviembre de 2006, a un costo de 1.000 dólares cada una, aunque sólo comenzaron a trabajar en Aspen el 15 de diciembre del año pasado.

De acuerdo con información provista por Aspen Skiing, unos 200 instructores de esquí de Argentina y Perú se concentran cada año en un mismo edificio de apartamentos. Y muchos de ellos han llegado a Aspen desde hace más de cinco años.

“La mayoría de estos instructores no tiene otro trabajo en sus países de origen, sino que lo que ganan durante la temporada de esquí les cubre los gastos del resto del año”, comentó Laing.

Anticipando la falta de suficientes trabajadores, Aspen Skiing está ofreciendo incentivos para los residentes de Aspen y zonas vecinas que tengan la flexibilidad de trabajar durante el invierno, y ya notificó a sus empleados de oficina que probablemente tendrán que trasladarse a las montañas durante la alta temporada.

Laing aseveró que él y otros empresarios de centros turísticos de Colorado ya han mantenido conversaciones con los congresistas federales de este estado, para respaldar un proyecto de ley que reintroduciría la posibilidad de contratación directa de empleados que ya recibieron visas temporales en años anteriores.

Sin embargo, dijo Laing, ese proyecto de ley, si se presenta, sólo llegará al Congreso en enero de 2008.

“Ellos (los congresistas) no entienden cuán importante es (esa ley) para nuestro clase de operaciones”, agregó. VN

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