AUMENTO DE VIGILANCIA EN FRONTERA DE ARIZONA IMPULSA USO Y TARIFAS DE COYOTES

El incremento en la vigilancia en la frontera con México y la presencia de soldados de la Guardia Nacional han obligado a los inmigrantes indocumentados a utilizar el servicio de “coyotes” que han aprovechado para aumentar sus tarifas.

“Este es sólo un efecto más de la militarización de la frontera, que ha convertido en una necesidad el uso de ‘coyotes'”, dijo Kat Rodríguez, miembro de la Coalición de los Derechos Humanos de Arizona, quien agregó que los inmigrantes ya no cruzan por sí solos.

Pero para la activista, lo más peligroso es el cambio que han experimentado los traficantes de indocumentados.

“Actualmente estamos viendo un cambio del coyote tradicional, aquel que sólo guiaba a los indocumentados porque conocía la zona y que lo hacía por ganar un dinero extra para sus familias”, comentó.

“Ahora estamos viendo la lucha por el control de bandas organizadas que muchas veces trafican no sólo con indocumentados sino también con drogas”, agregó.

Esta competencia entre bandas organizadas ha incrementado la violencia a lo largo de la frontera, que se ha visto reflejada en el aumento en el número de asaltos contra indocumentados, violaciones a mujeres e inclusive asesinatos.

El cruce de indocumentados se ha convertido en un lucrativo negocio que deja ganancias de miles de dólares al año a los traficantes, quienes cobran entre 1.500 a 2.000 dólares por persona.

“Esto es si los inmigrantes ya se encuentran en la frontera, si son transportados desde el interior de México o vienen de otros países centroamericanos, la suma puede ser el doble o triple”, explicó Rodríguez.

Indicó que el alza en las tarifas se debe a la vigilancia de la frontera, pero ante la llegada de la Guardia Nacional el año pasado, los traficantes han aprovechado para triplicar sus tarifas.

Sostuvo que los coyotes están comenzando a utilizar las mismas rutas para cruzar gente que utilizan los traficantes de drogas para transportar su mercancía lo que ha desatado fuertes enfrentamientos.

“Los narcotraficantes no quieren llamar la atención de la autoridades y mucho menos de la Patrulla Fronteriza quienes siguen los pasos de los indocumentados”, dijo Rodríguez.

En su opinión, si la presencia de las tropas de la Guardia Nacional se alarga y se construye un muro a lo largo de la frontera con México, los indocumentados seguirán a merced de los contrabandistas.

“Esta gente no le importa si tienen que dejar al grupo en medio del desierto si ven que ellos mismos pueden correr peligro”, aseguró la activista.

Rodríguez señaló que los indocumentados se han convertido en una valiosa carga para los traficantes, quienes por cruzar un grupo de 20 personas pueden obtener ganancias de más de 20.000 dólares.

Este negocio ha generado también que otros grupos secuestren a los inmigrantes que transportan otros coyotes, para después pedir altas sumas de dinero por su liberación.

El número de agentes de la Patrulla Fronteriza en la frontera entre EEUU y México aumentó de 8.400 en 1999 a 12.400 en el 2006 y se espera que para el 2008 esta cifra llegue a 18.000 agentes.

Asimismo, como parte de un plan para incrementar la seguridad en la frontera, este año el Gobierno federal instalará sensores, torres de vigilancia y cámaras de vídeo en el desierto de Arizona para frenar el cruce de indocumentados y de drogas.

Al término del año fiscal 2006, se arrestaron cerca de 450.000 indocumentados en la frontera de Arizona, que continúa siendo el punto más vulnerable para el cruce ilegal de los 6.000 kilómetros de frontera que comparten EEUU y México. VN

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