“ADOPCIÓN” DE INMIGRANTE POR SU HIJA MENOR EVITA DEPORTACIÓN

Un inmigrante indocumentado que enfrentaba deportación, recibió una oportunidad de parte del juez, que tuvo en cuenta la intención de su hija menor de “adoptarlo” para que pudiera permanecer en el país junto a su familia.

En una audiencia ante la corte la semana pasada, el juez revisó el caso del mexicano Bulmaro Rangel, y “tuvo en cuenta la intención de su hija menor de adoptarlo así cómo los daños psicológicos sufridos por los otros hijos, especialmente un niño de seis años y ordenó su liberación citándolo para audiencia posterior”, explicó a Efe Oswaldo Cabrera, presidente de la Coalición Latinoamericana Internacional.

Su hija Yesenia, de 12 años, lo había adoptado simbólicamente como una forma de manifestar el dolor y la angustia sufridas por la ausencia de su padre.

Según señaló el abogado y activista, el juez estableció una fianza de 5.000 dólares que Rangel (37) pagó, pero no exigió la utilización del brazalete electrónico que es común en estos casos.

Rangel había sido detenido el 22 de febrero por autoridades de Inmigración, frente a su casa y delante de su familia, mientras preparaba su vehículo para salir a trabajar.

Rangel lleva 16 años viviendo sin papeles en Estados Unidos, tiene un trabajo estable y no presenta antecedentes delictivos.

“Yo trabajo limpiando viviendas y nunca antes había tenido problemas con la justicia”, explicó a Efe Bulmaro Rangel. “Ha sido una experiencia muy dura y muy difícil para mí y para mi familia. Especialmente para los niños ha sido muy doloroso”, señaló el inmigrante proveniente de Morelia, Michoacán.

El 21 de febrero 2007, su hermana Rosaisella Rangel fue deportada y dejada en el área fronteriza cerca de Tijuana. En el 2006 José Manuel Rangel, otro hermano, había sufrido suerte similar.

Según denunciaron los representantes de la Coalición Latinoamericana Internacional, no se conoce el paradero de los dos hermanos deportados y ambos tienen antecedentes de problemas psicológicos.

“Estamos contentos por la liberación de mi esposo pero fue una experiencia muy dolorosa”, explicó a Efe Ana Ramos, esposa de Bulmaro.

“A él lo arrestaron delante de los niños y después no sabíamos dónde estaba. Con engaños lo trasladaron de un sitio de reclusión a una cárcel y a otra, y teníamos mucho temor que fuera a desaparecer como sucedió con sus dos hermanos”, agregó.

“Los agentes golpearon en la puerta para que les abriéramos para que mi esposo pudiera sacar algunas cosas”, contó la michoacana madre de cuatro niños. “Pero yo no les abrí porque me podían detener a mí que también soy indocumentada. Los niños gritaban y lloraban pidiendo que abriera pero yo no podía…”, narró Ramos para explicar que, desde entonces, el menor habla muy poco y no rinde en la escuela.

“El problema de este niño es que como tiene antecedentes psiquiátricos en su familia, el impacto es mucho más fuerte”, enfatizó la doctora Italia Solórzano, médico asociado de la Clínica San Miguel que asesora al programa ADOPTAME.

“El niño vio todo y eso es muy duro para los niños”, señaló refiriéndose al pequeño Bulmaro de 6 años. “Es una separación, que les crea la sensación de que se quedan solos y desprotegidos”.

Según explicó la madre, el niño duerme mucho pero sobresaltado, no quiere hablar, no se concentra en su estudio y presenta hiperactividad.

“El programa está llegando a la conciencia de los jueces y la justicia norteamericana”, aseguró Cabrera. “El juez le ha dado una respuesta a inmigración diciendo que no se trata simplemente de deportar a la gente sino de mantener una sociedad unida”.

La Coalición Latinoamericana Internacional, promotora del programa ADOPTAME, está recogiendo información sobre casos similares para presentar una demanda ante la corte solicitando que se suspendan las redadas

“Hemos abierto la línea 310 722 5480 durante las 24 horas para que la gente nos llame y denuncie casos similares, anotó Cabrera. “También pueden enviarnos su información a nuestro sitio de Internet www.coalicionla.org/adoptame.htm”. VN

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