XAVIER BECERRA, UN ABOGADO AL SERVICIO DE LA POLÍTICA

El congresista Xavier Becerra, demócrata por el distrito 31 de California, está convencido de que la política no es más que otra forma de abogar por el pueblo, fiel a los principios de su formación académica.

“Yo comencé en la política trabajando con unos legisladores y trabajé en la comunidad haciendo proyectos que beneficiaban a la gente”, relató Becerra a Efe, quien fue elegido por primera vez a la Cámara de Representantes de EEUU en 1992.

“Después de un tiempo algunas persona me dijeron y ¿usted por qué no se lanza para ser elegido también?”, agregó el legislador, quien confiesa que tuvo que pedir permiso a su esposa para poder lanzarse al ruedo político.

Aunque este nuevo trabajo podría sacrificar el tiempo dedicado a la familia, Carolina Reyes, su esposa, aprobó la candidatura.

“Y tuve mucha suerte de tener mucho apoyo de bastantes personas y lo cumplimos, y ahora con la ayuda de Dios y el pueblo he tenido el privilegio de ser congresista ya casi 14 años”, aseguró el primer latino en el comité que supervisa impuestos y gastos del Congreso.

Becerra se graduó en Economía de la Universidad de Standford (California) en 1980. Posteriormente, con una beca de la misma universidad, consiguió un doctorado en la escuela de Leyes.

Comenzó a ejercer como abogado en 1984 en una oficina de servicios legales para personas con enfermedades mentales.

También fue vice fiscal general para el Departamento de Justicia de California, además de haber sido asambleísta por el distrito 59, del condado de Los Angeles, ante la Asamblea de California.

El representante federal asegura que siempre aborda su trabajo político desde la perspectiva de su formación académica.

“Esto es más bien abogacía no es tanto la política”, explicó. “Es más tratar de brindar los resultados que merece un pueblo muy trabajador en este país, y para mí el camino en la política fue el tratar de expresar la voz de mucha gente como mis padres que siempre trabajaron; pero nunca tuvieron mucho”.

Relató que la vida de sus padres no fue diferente a la de muchos inmigrantes que actualmente desean un camino legal a la ciudadanía estadounidense.

Ambos, María Teresa Becerra y Manuel Becerra, son mexicanos.

“Aunque mi papá nació en los Estados Unidos; pero creció en México, en Tijuana, porque era hijo de trabajadores que viajaban desde México a trabajar a EEUU y en uno de esos viajes nació mi papá”.

Su madre, oriunda de Guadalajara, no sabía inglés cuando llegó a este país pero “aquí lo aprendió y como era una persona muy inteligente y muy rápida para escribir, pronto encontró trabajo como asistente en una oficina”, dijo Becerra, el primero en su familia en ir a la universidad.

Sobre su padre indicó que “se ganaba la vida haciendo de todo: recogiendo las cosechas, arreglando los frenos de los carros del ferrocarril, limpiando los barcos grandes aquí en el puerto de Los Angeles, enlatando el tomate para las sopas Campbell”, entre otros.

Becerra, como hijo de trabajadores inmigrantes, aconseja a los jóvenes hispanos que provienen de familias humildes y trabajadoras como la de él que sigan el ejemplo de esfuerzo y trabajo de sus padres, pero que estudien en la universidad.

“Yo quiero que sepan que todo es duro; pero cuando completen sus estudios universitarios todo va a venir más fácil que lo anterior y van a saber lo que es gozar cuando se ha trabajado duro”, finalizó. VN

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