¡QUE VIVA SAN ROMERO DE AMÉRICA!

Posted On octubre 08, 2018 0 Comment

VERDAD Y JUSTICIA- Mural creado por el artista Luján en septiembre de 2012, representa la profunda conexión que el religioso tenía con su sufrido pueblo.

Treinta y ocho años después de su asesinato, el Beato Óscar Romero y Galdámez será reconocido por la Iglesia como santo. Desde el 14 de este mes, será ‘San Romero de América’ para el mundo. El pastor y mártir salvadoreño será canonizado en Roma junto a Pablo V, dos sacerdotes y dos mujeres

POR SILVIA GALDÁMEZ

Miles de peregrinos salvadoreños nacionales e internacionales están listos para acudir a la Misa de canonización del Beato Romero. La cita será en la Plaza de San Pedro, Roma, a las 10 a.m. (hora local) del 14 de octubre.

La ceremonia se realizará durante el período del Sínodo de Obispos sobre los jóvenes, el cual se realiza del 3 al 28 de octubre.

La canonización del mártir Romero será una gran fiesta, como las fiestas coloridas y fervorosas de los pueblos centroamericanos, pero en la Sede de la Santa Madre Iglesia. Será un encuentro de comunión para celebrar el triunfo del amor y la verdad del Evangelio.

Al siguiente día, lunes 15, los peregrinos también participarán en la Misa de acción de gracias por la santificación de Romero, la cual se llevará a cabo durante la audiencia general en la Sala Pablo V.

Para los católicos practicantes y servidores de sus comunidades, esta cita en Roma no será un simple viaje de turismo, sino un peregrinaje de fe y renovación, como el que inició el joven Óscar Romero, en 1937.

Los que han creído en el discipulado y pastoreo del Beato Romero han tenido que esperar 38 años para que el Vaticano reconozca lo que ellos ya sabían: la santidad de quien dio la vida proclamando la verdad, denunciando la injusticia y protegiendo la dignidad de los más vulnerables de la sociedad.

Un largo recorrido

El camino hacia la canonización de Monseñor Romero ha sido largo, especialmente por la oposición de la misma clase política y pudiente salvadoreña y de un sector conservador de la Iglesia Católica, tanto dentro como fuera de El Salvador.

Pero con la llegada del Papa Francisco a la Sede de San Pedro, las causas de la beatificación y canonización retomaron el curso normal de aprobación. Así, el Santo Padre, un pastor y defensor de una Iglesia en salida en favor de los más pobres y desamparados, y un fiel devoto del Arzobispo y mártir Óscar Romero, culminará el trabajo que otros centenares de clérigos y laicos han realizado desde el asesinato de Monseñor Romero.

El Vaticano concluyó que el asesinato del Arzobispo salvadoreño Óscar Arnulfo Romero, ocasionado por un disparo al corazón mientras celebraba Misa en un hospital para enfermos de cáncer, fue el resultado de una conspiración entre el gobierno de El Salvador y el escuadrón de la muerte, un grupo paramilitar de extrema derecha que operaba durante la guerra civil salvadoreña.

El proceso de beatificación y canonización, que inició en 1990 y se formalizó en 1994, ha sido liderado por el Sacerdote salvadoreño Rafael Urrutia, párroco de la capilla del Hospital Divina Providencia, donde fue asesinado Monseñor Romero el 24 de marzo de 1980.

La publicación del anuncio de canonización del Vaticano explica que el Beato Romero fue reconocido en febrero de 2015 como mártir, tras probarse que su asesinato se debió al odio de sus opositores hacia la fe que él proclamaba, según el decreto de martirio aprobado por el Papa Francisco y promulgado por la Congregación para las Causas de los Santos.

Inmediatamente, después del decreto de martirio, el 23 de mayo de 2015 fue beatificado en San Salvador, convirtiéndose así en el primer salvadoreño en ser elevado a los altares y el primer arzobispo mártir del continente americano.

La canonización será posible debido a la aprobación de un milagro de sanación de una mujer embarazada que padecía una enfermedad terminal.

El Beato Romero será canonizado junto a quien fuera su maestro en Roma y quien se convirtiera posteriormente en el Papa Pablo V. Fue éste quien lo nombró cuarto arzobispo metropolitano de San Salvador, en 1977.

Junto a ellos, también serán canonizados Francesco Spinelli, sacerdote diocesano, fundador del Instituto de las Adoratrices del Santísimo Sacramento; Vincenzo Romano, sacerdote diocesano; María Katharina Kasper, virgen, fundadora del Instituto de las Pobres Siervas de Jesucristo, y Nazaria Ignacia de Santa Teresa de Jesús, virgen, fundadora de la Congregación de las Hermanas Misioneras Cruzadas de la Iglesia.

En estos días previos a la canonización, los católicos (y miembros de otras Iglesias, como la Anglicana) están poniendo mayor atención al legado del Beato Romero para la actualidad.

La “Homilia de fuego”, pronunciada un día antes de su asesinato, es una de las más recordadas, ya que en ella suplica por el respeto a la vida y denuncia la ambición desmedida de los gobiernos que promueven el odio y la guerra. VN

Un modelo y líder para la actualidad

Los cuatro testimonios que se citan a continuación tienen algo en común: reconocen al Beato Romero como un modelo actual para los católicos de Los Ángeles, El Salvador y de todo el mundo.

Para el Arzobispo de Los Ángeles, José Gomez, Monseñor Romero fue el pastor que acompañó a su gente y la defendió, con su denuncia de las injusticias que estaban viviendo.

Agregó que esta opción por los que sufren fue y sigue siendo una esperanza de conversión para el pueblo de Dios y para la Iglesia. Además, dijo, se convierte en un llamado para que todos sean la “voz de los sin voz”.

“Lo que Romero nos muestra a nosotros es que la Iglesia siempre camina con su gente, aún en los tiempos de tristeza y de miedo. Él es un signo de esperanza para los inmigrantes de aquí y de todo el continente americano”, afirmó Gomez.

El Sacerdote salvadoreño Orlando Erazo, párroco de Cojutepeque, en el departamento de Cuscatlán, tampoco titubeó al señalar que la práctica de Monseñor Romero de optar por una Iglesia pobre y en salida, lista para servir a todos y en especial a los que sufren, es un modelo actual de discipulado misionero.

“La canonización de Monseñor Romero es para los salvadoreños y para la mayoría del clero una señal de victoria de la justicia y la verdad, y una luz que nos muestra el camino a seguir”, aseveró el Padre Erazo.

Para Ana Grande, una líder e intelectual de Los Ángeles de descendencia salvadoreña, la santificación de Romero es un reconocimiento e invitación al diálogo para alcanzar la paz y un llamado a caminar con los pobres y marginados, entre ellos los inmigrantes.

En sus palabras, “Los laicos tenemos que fortalecer nuestra fe y convertirnos en los pies del Evangelio, que emulen los pies de Cristo, para ser como Monseñor Romero, quien caminaba con su pueblo y era la voz de los sin voz”.

Otra persona que da testimonio de la importancia actual que tiene el modelo de vida pastoral de Monseñor Romero es el sacerdote español, Nicolás Sánchez. Él es el Párroco de la Iglesia San Patricio, de North Hollywood.

Para él, quien estuvo presente en la Misa de beatificación y ahora está listo para ir a Roma, junto con una cincuentena de sus feligreses, San Romero ha sido y sigue siendo una referencia para su ministerio sacerdotal.

Sánchez asegura que su conversión diaria con Cristo a través del servicio a sus hermanos, mayoritariamente salvadoreños, es un reto diario inspirado por la vida y enseñanzas del arzobispo y mártir salvadoreño.

Todos los entrevistados están listos para iniciar su peregrinaje a Roma, a celebrar la santificación del Beato Romero. VN

Celebraciones en Los Ángeles