UNA SOLA SESIÓN DE EJERCICIO YA AYUDA A PREVENIR DIABETES 2, SEGÚN ESTUDIO

Tan sólo una sesión de ejercicio es suficiente para alterar el metabolismo de las grasas en el tejido muscular y prevenir así la diabetes de tipo 2, según un estudio de la Universidad de Michigan (UM) hecho público hoy.

Los investigadores descubrieron que una sesión de ejercicios aeróbicos aumenta el almacenamiento de grasas en la musculatura, lo cual mejora la sensibilidad a la insulina y, por tanto, previene uno de los síntomas principales de la diabetes de tipo 2, enfermedad que afecta a una gran cantidad de hispanos en EE.UU.

La resistencia o una baja sensibilidad a la insulina es la incapacidad del organismo para absorber azúcar de la sangre, lo cual puede llevar a la acumulación de niveles altos de azúcar en la sangre y al desarrollo de la diabetes.

“Desde hace mucho tiempo se sabe que el ejercicio mejora mucho la sensibilidad a la insulina”, dijo uno de los autores del estudio, Jeffrey Horowitz, profesor asociado de la división de Kinesiología de la UM.

“Pero cuánto ejercicio mejora la sensibilidad a la insulina en la obesidad y cuánto es necesario para este efecto no está claro”, añadió Horowitz.

La investigación, publicada en la última edición de la revista “Journal of Clinical Investigation”, muestra que una baja sensibilidad a la insulina es un problema especialmente destacado en personas obesas debido a la excesiva cantidad de ácidos grasos que son expulsados por sus almacenes de grasa en el organismo.

Al parecer algunos tejidos corporales, como los de los músculos o los del hígado, absorben el exceso de los ácidos grasos e interfieren con la capacidad de la insulina para regular el metabolismo del azúcar.

Para la realización del estudio los investigadores utilizaron a 8 mujeres a las que inyectaron grasa en su flujo sanguíneo y que posteriormente se pusieron a hacer ejercicio durante 90 minutos a un 75 por ciento del máximo de su capacidad cardiaca.

En la siguiente visita, las mujeres permanecieron inactivas.

El estudio reveló que durante la visita con ejercicio, la actividad física de las pacientes sirvió no sólo para prevenir el aumento de grasa tras la inyección, sino que además aumentó los niveles de sensibilidad a la insulina en un 25 por ciento sobre su nivel basal.

Uno de cada dos latinos nacidos en EEUU después del año 2000 desarrollará diabetes y la tasa nacional de obesidad en hispanos ha aumentado, desde 1992, del 11 a más del 27 por ciento. VN

Share