UNA NUEVA RELACIÓN ENTRE EL PAPA Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Tres años después de su elección como Papa, la relación entre los medios de comunicación y Benedicto XVI ha evolucionado profundamente, como lo ha demostrado su reciente visita a los Estados Unidos, constata el portavoz vaticano.

Para el padre Federico Lombardi S.J., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, este cambio se debe en buena parte a la visión positiva que el pontífice tiene de los medios de comunicación y del servicio que ofrecen.

Así lo explicó este jueves al intervenir en la 2008 Catholic Media Convention que reúne a unos 480 profesionales de Estados Unidos y Canadá, en Toronto, del 28 al 30de mayo.

El padre Lombardi, quien es también director de la Radio Vaticana y del Centro Televisivo Vaticano, reveló detalles de esta actitud del Papa explicando que, al igual que hacía Juan Pablo II, tras cada uno de sus viajes, se reúne con responsables de los medios de comunicación en el Vaticano para evaluar el impacto que ha tenido su mensaje.

“Esta actitud me impresiona profundamente”, confesó el padre Lombardi. “Es consciente de que los medios de comunicación son fundamentales y necesarios para transmitir todo mensaje”.

Y al hacer un balance del éxito de la visita papal a los Estados Unidos, el sacerdote lo atribuye sobre todo a “su actitud cordial y positiva hacia el pueblo estadounidense”.

“Comprendió cómo expresar los valores sobre los que se ha basado la historia del pueblo estadounidense desde sus inicios: amor y respeto por la libertad y por la experiencia religiosa, y el deseo de edificar una sociedad que acoge y respeta a los demás y sus creencias”, aclara.

Benedicto XVI prefiere siempre utilizar el lenguaje del propuesta y no de la condena, aseguró.

“No es casualidad el que el la primera encíclica del Papa sea sobre el amor y la segunda sobre la esperanza. Tampoco es casualidad el que su primer libro sea sobre Jesús, quien nos muestra el rostro de Dios”.

Cuando se dirige a los jóvenes, constató, “Benedicto XVI insiste en que la nuestra no es una religión de prohibiciones, de ‘noes’. Más bien se basa en el gran ‘sí’ del amor”, indicó.

Esta labor, según dijo el portavoz, el Papa la realiza con confianza en la razón y paciencia para comunicar mensajes fuertes.

Como ejemplo, explicó que Benedicto XVI no pronunció un discurso en las Naciones Unidas para “dar espectáculo”.

“No utilizó un lenguaje dulzón para provocar la imaginación o para causar sensación. Quiso ir a lo profundo, afirmar los principios básicos”, recordó. “Esta es la respuesta que el Papa ofrece cada día al relativismo y al subjetivismo”.

El Papa, aclaró, no evita los problemas, “sino que tiene la valentía de decir la verdad”, como hizo al hablar de los abusos sexuales en su viaje a los Estados Unidos y como mostró con el gesto de la audiencia a las víctimas.

“El Papa comprendió que para curar las heridas del pasado hacía falta ese tipo de sinceridad que carece totalmente de incertidumbre. Y por esto todos damos gracias al Papa”, confesó su portavoz.

Por último, atribuyó la evolución de esta relación con los medios al hecho de que el Papa es él mismo, sin tratar de esconderse en la imagen.

“Con el tiempo, los medios de comunicación están aprendiendo a conocerle mejor. Ya no sólo ven sus profundas y enseñanzas coherentes. Visto de cerca, es una persona amable y humilde. En ocasiones, ha demostrado una gran fuerza”.

Cuando visitó la Mezquita Azul de Estambul, durante su viaje a Turquía, sumamente delicado para reanudar el diálogo con el mundo musulmán tras las interpretaciones de su discurso en Ratisbona, demostró que “una imagen vale más que decenas de pronunciamientos sobre el respeto del islam”.

Para los medios de comunicación, concluyó Lombardi, “Benedicto XVI ya no es sólo un gran maestro. Cada vez más se está convirtiendo en un pastor de una humanidad contagiosa”. VN

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