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UNA NACIÓN EN DUELO

PARKLAND, FL - FEBRUARY 19: People visit a makeshift memorial setup in front of Marjory Stoneman Douglas High School on February 19, 2018 in Parkland, Florida. Police arrested and charged 19 year old former student Nikolas Cruz for the February 14 shooting that killed 17 people. (Photo by Joe Raedle/Getty Images)

fOTO: Lágrimas y oraciones ante un altar improvisado en memoria de las víctimas de la masacre en Parkland, Florida, el pasado ‘Día de San Valentín’. JOE RAEDLE/GETTY IMAGES

Los tiroteos masivos se han convertido en parte del escenario estadounidense. La cantidad de ataques está en aumento. ¿Por qué?

Por R. W. DELLINGER

En la historia moderna de EE. UU., el año 2017 fue el más mortífero a causa de tiroteos masivos. Según estadísticas, hubo alrededor de 350 tiroteos masivos que cobraron más de 200 vidas e hirieron de gravedad a 1,700 niños, adolescentes y adultos.

Dos de los peores ocurrieron en los últimos meses del año pasado. El 1 de octubre, un hombre de 64 años disparó desde el piso 32 del Mandalay Bay Resort and Casino en Las Vegas, contra una multitud de 20 mil personas reunidas en un popular festival de música country. El saldo fue de 59 muertos y alrededor de 500 heridos. Otro hombre entró en una Iglesia Bautista en Sutherland Springs, Texas, el 5 de noviembre, y mató a 26 miembros de la congregación.

Y este 14 de febrero, otro espeluznante tiroteo en una escuela secundaria volvió a estremecer a la nación. Un ex estudiante de 19 años, Marjory Stoneman Douglas High School en Parkland, Florida, llegó al campus y activó una alarma de incendios. Empezó entonces a disparar indiscriminadamente en salones y pasillos del recinto que tiene alrededor de 3 mil alumnos. Catorce estudiantes y tres docentes fueron asesinados. El pistolero se mezcló con los estudiantes que huían. Pero más tarde la policía lo arrestó caminando por una calle residencial.

LO MISMO DE SIEMPRE

La reacción después de estos sangrientos eventos suele ser la misma. Primero hay indignación: ¿cómo puede suceder esto? Y si el número de víctimas mortales es lo suficientemente grande, los legisladores, incluido el presidente, ofrecen su pésame y oraciones. Flores y cruces brotan en el sitio del atentado. Luego, los expertos en los medios de comunicación discuten entre ellos: ¿Hubo señales de advertencia que no fueron detectadas? Se hacen llamamientos a reforzar las leyes relacionadas a las armas y la verificación de antecedentes para su uso. Y se habla sobre la salud mental del tirador. Los medios entrevistan a psiquiatras sobre cuál perfil sicológico puede desencadenar asesinatos en masa? ¿Era tal vez un inadaptado social?, etc.

Pero después de unos días, el ciclo de noticias de 24 horas tiene que alimentarse con “carne fresca” y el tiroteo masivo deja de ser titular, y los legisladores también dejan de hablar del asunto.

Algunos congresistas pueden seguir adelante con las medidas de control de armas. Podrían quizás proponer modificar la Constitución de Estados Unidos de América.

Pero no son rivales para la NRA (National Rifle Association) y su fuerte apoyo a mantener las armas de fuego sin restricciones en manos de cualquier estadounidense. La NRA sostiene que con las armas está defendiendo el derecho a protegerse.

¿DERECHO HEREDADO?

Los investigadores continúan encontrando vínculos entre la disponibilidad de armas y la violencia masiva. Tal como lo cree el académico Adam Lankford de la Universidad de Alabama, Profesor Asociado de Criminología y Justicia Criminal, quien realizó un estudio histórico que compara tiroteos masivos en Estados Unidos con otros 170 países. Sus hallazgos trataron de contestar la pregunta: ¿Por qué?

“Tuvimos cinco veces más tiroteos masivos y 200 millones más de armas de fuego que cualquiera otra nación, incluidos países como China e India que tienen más población que la nuestra”.

Según la investigación del profesor Lankford, el porcentaje de dueños de armas está directamente relacionado a las probabilidades de tener un tiroteo masivo, mientras que las tasas de enfermedad mental y otros actos de violencia no lo están.

Lankford dice que los investigadores han descubierto que muchos atacantes declaran que buscan la fama a través de sus horribles acciones. Y lo que los hace más peligrosos es que compiten para matar a la mayor cantidad posible, y así captar la atención de los medios.

“La triste realidad es que para una persona común, sin grandes talentos, ésta es su única forma de garantizar la fama instantánea. Y es por eso que he estado trabajando para que los medios de comunicación cambien. Por lo tanto, recomiendo encarecidamente que no mencionen el nombre del pistolero ni que publiquen fotos de él.

“Si nos deshacemos de estas cosas, les estaríamos negando la fama que desean”, enfatiza. VN

PEORES MASACRES POR ARMA DE FUEGO

El número de tiroteos masivos en Estados Unidos está aumentando y también lo están las muertes. Éstas son las peores 10 masacres en la historia de la nación:

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