TRABAJADORES HUÉSPEDES VIVEN UNA SITUACIÓN CERCANA A LA ESCLAVITUD, SOSTIENE INFORME

Muchos trabajadores huéspedes viven en una situación cercana a la esclavitud, se les engaña sobre sus salarios y se les fuerza a vivir en condiciones infrahumanas, sin beneficios médicos y con miedo a sus patrones, según un estudio publicado.

El informe realizado por Southern Poverty Law (SPLC) denuncia las “miserables” condiciones de vida que sufren los trabajadores temporales justo cuando el Congreso de EEUU va a empezar a debatir la reforma migratoria integral, que afectará a millones de personas.

“El sistema migratorio actual es vergonzosamente abusivo en la práctica y apenas se aplican los derechos de los trabajadores”, manifestó en un comunicado Mary Bauer, directora del Proyecto Justicia para Inmigrantes del SPLC y autora del informe.

El estudio describe la situación que viven concretamente los trabajadores acogidos al visado H2, administrado por el Departamento de Trabajo de EEUU.

Los visados H2, creados en 1943 con la importación de trabajadores para cubrir la falta de mano de obra en la industria de la caña de azúcar, están divididos actualmente en dos categorías (H2-A, para trabajadores agrícolas, y H2-B, para trabajadores no agrícolas) tras la reforma realizada por el Congreso en 1986.

Bauer señaló que en 2005, a EEUU acudieron un total de 121.000 trabajadores huéspedes, de los cuales 32.000 se acogieron al H2-A y 89.000 al H2-B, principalmente destinados a la silvicultura y la construcción.

“Los trabajadores huéspedes son, normalmente, gente pobre atraída por la esperanza de encontrar trabajos decentes, pero por desgracia, sus sueños topan con un sistema que les trata como mercancía”, sostuvo la autora del informe.

Por su parte, el presidente de SPLC, Richard Cohen, indicó que “el maltrato a los trabajadores huéspedes en EEUU es uno de los mayores problemas de nuestro tiempo en cuestión de derechos civiles”.

Bauer consideró que “el problema fundamental del visado H2 es que los patrones pueden decidir qué trabajadores pueden venir a EEUU y cuáles no” y criticó “la impotencia” de éstos cuando pretenden hacer uso de sus derechos.

“Si se quejan de los abusos a los que son sometidos, pueden sufrir cualquier tipo de represalia o incluso ser puestos en una ‘lista negra’ para ser deportados”, comentó Bauer.

El informe documenta, entre otros muchos, el caso de Hugo Martin, un antiguo trabajador huésped procedente de Guatemala que tuvo que pedir prestados a su familia “cientos de dólares” como pago de las cuotas (obtención del visado, coste del billete…) a una agencia privada para acceder a un trabajo en EEUU.

“Mi trabajo estaba mal pagado, vivía en pequeñas habitaciones de hoteles y trabajaba diez horas al día”, sostiene Martin.

La situación de este guatemalteco llegó al extremo de recibir amenazas, que incluso alcanzaron a su familia, cuando interpuso una demanda por las condiciones a las que estaba siendo sometido en el trabajo.

“El programa para trabajadores huéspedes resultó abusivo de principio a fin”, dijo el afectado en una entrevista publicada en el estudio.

Bauer manifestó que el programa para trabajadores huéspedes “no debería servir como modelo para la reforma migratoria integral” e incluso consideró que “tendría que ser revisado en el caso de que siga vigente”.

El presidente de SPLC consideró que “el Congreso tiene ahora la oportunidad de eliminar o, al menos, de mejorar este programa para convertirlo en uno justo”. VN

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