‘TODOS TIENEN QUE ENCONTRAR SU LLAMADO PARA APOYAR LA VIDA’

Misa Réquiem en recordatorio de los no nacidos reunió a miles de feligreses en la Catedral angelina

El pasado 18 de enero en la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles, el Arzobispo José H. Gomez celebró la “Misa Réquiem por los no nacidos”, con el lema ‘Todos tienen que encontrar su llamado para apoyar la vida’ (All must find their calling to support life). Como cada año, el propósito es honrar a las vidas que se han perdido a consecuencia del aborto.

“Esta Liturgia, con su partitura original y extraordinaria ‘Ceremonia de la Luz’ es la más sincera y convincente manifestación de la Iglesia cuando trata la cuestión del derecho de los no nacidos a respirar ese primer aliento”, puntualizó el Arzobispo Gomez.

Esta misa especial marcó el aniversario número 41 del caso “Roe contra Wade”, que se convirtió en una ley que legaliza el aborto. Desde su aprobación se han realizado alrededor de 55 millones de abortos en Estados Unidos.

“Juntarnos como la familia de la Arquidiócesis en la celebración a la vida es un momento importante en nuestra Iglesia local. Esto no es simplemente una reunión para realizar actividades, sino más bien, una oportunidad para que todos proclamemos en voz alta el gran momento del principio más básico de nuestra fe”, dijo el Arzobispo José Gomez, quien junto a los Obispos Auxiliares Gerald Wilkerson y Alexander Salazar se unieron a cientos de fieles en esta misa especial.

“Como discípulos de Jesús, no podemos permanecer indiferentes a cualquier ser humano que está en necesidad”, dijo el Obispo Wilkerson durante su Homilía. Y continuó: “Todos debemos encontrar el llamado particular para ayudar a apoyar la cultura de la vida. Trabajar por una legislación que algún día pueda prohibir el aborto es importante, pero también se necesita un cambio en la mente y corazón de nuestra gente”.

También, el Obispo Wilkerson dijo que para ayudar a cambiar los corazones, todos debemos acercarnos a nuestros amigos, familiares y desconocidos que están en necesidad, a través de los ministerios pro-vida, como el Proyecto Raquel (que provee consejería después de un aborto ), y a las personas que encontramos día a día.

“El Papa Francisco dice que tenemos que caminar con los hombres y mujeres [que contemplan el aborto] y tratar de entender su dolor y circunstancias”, dijo. “Todo el mundo debe saber que somos una Iglesia a favor de la vida, pero todo el mundo también debe saber que ante un embarazo problemático somos sus mejores amigos, que les acompañaremos y estaremos con ellos”.

La misa concluyó con la tradicional Ceremonia de la Luz, en la cual los feligreses encendieron alrededor de 220 velas, cada una representando una vida perdida por el aborto en el transcurso de ese día en el condado de Los Ángeles. Solemnemente llevaron las velas afuera, y las colocaron en la Plaza de la Catedral, donde permanecieron en exposición por una semana después de la Misa de Réquiem, “como un homenaje a esas vidas humanas breves, y como el luminoso testimonio de nuestro compromiso con la vida”, explicó el padre Alexei Smith, director de la Oficina Arquidiocesana para Asuntos Ecuménicos e Interreligiosos. VN

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