SOLIDARIDAD Y SUPERACIÓN PARA UN INICIO DE CUARESMA

Debido al bajo índice de graduación en las secundarias cercanas a la Iglesia Misión Dolores, padres de familia, religiosos, estudiantes y vecinos se unen para combatir este problema

Los feligreses de la Iglesia Misión Dolores en Boyle Heights iniciaron la Cuaresma con una vigilia. Su meta es poner en marcha un programa que ayude a niños y jóvenes a mejorar su rendimiento escolar y les permita graduarse exitosamente de la preparatoria. Para ello han comprometido a padres de familia, maestros y vecinos del área.

Cada año Misión Dolores realiza una vigilia para unir a la comunidad y ofrecerle la oportunidad de expresar sus problemas y necesidades, incluidos los asuntos migratorios, recortes presupuestarios a la educación, deserción escolar y bajo índice de graduados en las escuelas del área de Boyle Heights.

“Estamos intentando en esta Cuaresma que la feligresía haga un sacrificio -no de dejar de comer chocolates o carne- sino de apoyar a su hijo en su tarea y en sus propósitos educativos. Una de las cosas que queremos es animar a los padres a trabajar juntos con sus hijos, es decir, más participación. Para sus hijos esta aportación es clave para que logren graduarse de High School”, dijo el padre Scott Santarosa, párroco de Misión Dolores.

“Ya que ha comenzado la Cuaresma pedimos a los feligreses no solamente que hagan un acto piadoso, sino que piensen en su hijo/a y en su responsabilidad de apoyarlo/a, y que los muchachos piensen: ‘¿cuál es mi sueño?’, que se pregunten lo que realmente quieren”, enfatizó el Padre Santarosa.

“Es preocupante que sólo en la escuela secundaria Méndez High School, de diez alumnos que inician sus estudios, al final de los cuatro años solamente tres logran graduarse. En otras escuelas de alrededor los porcentajes de graduación andan entre el 30 al 60 por ciento, lo cual es relativamente bajo en comparación con otras partes a nivel estatal y nacional”, agregó Ellie Hidalgo de la Parroquia Misión Dolores.

“Queremos que tanto los padres, como los estudiantes se comprometan a trabajar por subir esos porcentajes de graduación”, dijo Hidalgo. Y recalcó: “La idea es unir a la comunidad para apoyar a nuestros jóvenes. Ayudarles a hacer sus tareas, motivarlos a leer, y estando conscientes de esto -aunque no va a cambiar de la noche a la mañana- enfrentamos el problema”.

La hoja de compromiso que los padres firman, según Hidalgo, incluye su compromiso a ayudarles con las tareas, leer con ellos o instándolos a leer por 20 minutos en algún momento durante el día; diciéndoles algo positivo sobre su comportamiento o sus tareas antes o después de la escuela; preguntándoles sobre su día en la escuela o un programa después de clases, siendo parte de “Promesa Boyle Heights” para desarrollar un plan que mejore la educación.

“Darle vuelta a estas estadísticas va a tomar mucho trabajo y no se logrará solamente con una persona o una organización, pero nuestra comunidad inmigrante se niega a abandonar el ‘Sueño Americano’. Hoy estamos declarando nuestro compromiso de ayudar a nuestros niños a realizar sus sueños”, dijo el padre Scott Santarosa.

Sobre el bajo rendimiento de los estudiantes de la comunidad, tanto Hidalgo como el Padre Scott coincidieron que la falta de motivación y la falta de responsabilidad para hacer sus tareas son algunas de las causas que los atrasan en el propósito de avanzar.

Además, “muchos niños cuando están en el séptimo y octavo grado empiezan a bajar el nivel de rendimiento, y esto debido a atracciones como las pandillas, el alcohol y las drogas, así como también la pobreza, desintegración de la familia, entre otros factores”, indicaron.

“Otro de los problemas es que a veces los padres tienen que mantener dos o tres trabajos; muchas madres solteras trabajan muchas horas y no pueden dedicarles suficiente tiempo a sus hijos y, en ese sentido, no están pendientes de los progresos en su educación”, indicó Hidalgo.

Con la vigilia en la víspera del Miércoles de Ceniza también se pretendió dar un llamado de atención a las autoridades locales estatales y federales sobre el problema de bajo rendimiento en las escuelas, así como marcar un ejemplo para que otros grupos se unan como comunidad apoyando a los niños a mejorar su rendimiento académico en los respectivos centros educativos.

La comunidad de la Misión Dolores iniciará su plan piloto con alumnos de la Escuela Méndez, en donde a través del involucramiento de padres de familia, alumnos y maestros, se buscará aumentar los índices de graduación.

“Como Iglesia y organización no lucrativa tenemos nuestro Proyecto Pastoral y en ese sentido vamos a ofrecer espacios con programas después de la escuela”, concluyó el Padre Scott.

Durante el evento religioso también hubo testimonios de personas que han sido beneficiadas por Misión Dolores como el caso de Pascual García, quien dio gracias por haber sido beneficiado por un Proyecto Pastoral de la referida parroquia que da acogida a los desamparados.

“Llegué de Guatemala hace un año y medio y desgraciadamente desde entonces no he tenido un hogar estable”, dijo García, de 46 años de edad, y de oficio carpintero. “He tenido que vivir en la calle y dormir bajo de los puentes, en el Hospital General, en el metro… donde me agarrara la noche. Afortunadamente he encontrado un hogar donde se me trata con respeto y dignidad”, dijo.

También hubo testimonios de estudiantes, quienes hicieron hincapié en los problemas que implica ser indocumentados. Y expusieron su preocupación por el bajo índice de graduación que existe en las preparatorias del Este de Los Ángeles.

Monserrat Conde, una estudiante de preparatoria que, aunque es nacida en este país, estuvo presente en la vigilia y dedicó su participación a los estudiantes de preparatoria que desertan de las escuelas. Con mucho ánimo enfatizó que la educación es importante para darle poder a la comunidad.

El año pasado Misión Dolores dedicó la Cuaresma a los trabajadores indocumentados y al apoyo a una Reforma Migratoria, en momentos en que dicha iniciativa estaba siendo discutida para su posible aprobación en el Congreso. VN

PARROQUIA MISIÓN DOLORES
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Tel. (323) 881 -0039 Fax: (323) 881 -0034

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