SOLALINDE LLEGA A NUEVA YORK PARA PEDIR AYUDA PARA MIGRANTES CENTROAMERICANOS
Nueva York.- La caravana proinmigrante liderada por el sacerdote mexicano Alejandro Solalinde llegó a Nueva York tras recorrer varios estados para denunciar los secuestros, desapariciones que afrontan los centroamericanos en la frontera.
“Abriendo las puertas a la esperanza” llegó a la Gran Manzana tras 20 días en los que recorrió algunas de las principales ciudades del país “para darle cara a este fenómeno que está destruyendo nuestras comunidad, nos está dividiendo con fronteras, muros y armas”, según dijeron sus organizadores durante una conferencia de prensa frente a la sede de Inmigración en Nueva York.
“La migración es un acontecimiento que hay que verlo desde la perspectiva regional, con la participación de EE.UU, México y Canadá”, dijo Solalinde sobre su propuesta para mediar con el flujo migratorio.
De acuerdo con el sacerdote, director del albergue “Hermanos en el camino” en Oaxaca (México), que brinda ayuda a migrantes, ese problema requiere de un urgente plan de desarrollo integral para Centroamérica.
En su opinión, México debe de dejar de ser “indiferente” ante esta situación y Centroamérica “tiene que ser una prioridad” para su país, en cuya agenda “ni la emigración ni los derechos humanos” son temas de máximo interés.
Argumentó que conversó de este tema con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y lo ha reiterado a través del recorrido que ha hecho en EE.UU.
Uno de los peligros que afrontan los inmigrantes centroamericanos en su intento de llegar a EE.UU. es el tren conocido como “La Bestia”, que recorre de sur a norte México y traslada sobre el techo de sus vagones a cientos de indocumentados.
Muchos de ellos han muerto o perdido extremidades en este peligroso viaje, como el hondureño Pedro Aguilar, que cuando tenía 17 años cayó cuando saltó hacia el tren en movimiento cuando intentaba escapar de un hombre que cree pertenecía a una pandilla organizada.
“Emigré de Honduras por la violencia (luego de que asesinaran a dos de sus hermanos) y la situación económica. Me dirigí al norte pero tuve un accidente en Tlaxcala. Salté al tren en movimiento y al caer cortó mi pierna”, dijo el hondureño, ahora de 23 años y que acompañó a Solalinde en su recorrido.
Además, se estima que 22 mil migrantes han sido secuestrados y que 70 mil han desaparecido en su intento por llegar a EE.UU.
Solalinde recordó que durante su reunión hace dos días con representantes del Departamento de Estado de EE.UU. les explicó que la solución a la emigración “no es el muro, que es una vergüenza y es contra la pobreza, ni la deportación, sino el desarrollo integral de las partes de donde están saliendo más migrantes, y ellos lo entendieron”.
“Las deportaciones sólo generan una migración circular porque van a volver y para hacerlo tienen que pagar a los carteles que controlan la frontera, que compran mejores armas y luchan contra el Gobierno mexicano”, indicó y agregó que durante esa reunión escuchó “cosas coherentes, reales”.
“Acordamos que como ellos tienen una agenda bilateral nos van a invitar. Serán EE.UU, México y la sociedad civil”, indicó.
El líder por los derechos humanos apoyó la reforma migratoria, pero dijo ser consciente de que su fin es favorecer la economía de este país con mano de obra barata y “no a los inmigrantes”.
Esta caravana pide además el fin al flujo de armas ilegales a México, porque éstas terminan siendo usadas para robar y atacar a los inmigrantes centroamericanos y a civiles mexicanos.
“Vinimos para pedir que no haya más deportaciones ni separación de familias. Tengo un hijo que emigró por necesidad porque en México el trabajo no se paga bien”, dijo María, que reside en Tlaxcala.
Tras la conferencia de prensa, los integrantes de la caravana, encabezados por Solalinde y otros religiosos, así como del Movimiento Santuario, realizaron una marcha alrededor del edificio federal denominada “Caminata de Jericó” en alusión al retorno a Egipto de los judíos liberados de la esclavitud. VN
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