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SI QUIERE UNA DESCENDENCIA SANA, ¡CUÍDESE!

Los hijos de padres con vicios tienden a ser lujuriosos, y los de madres obesas son más propensos a engordar precozmente, aseguran estudios recientes. Y hay más “buenas razones” para cuidar nuestra salud, ya que lo que hacemos con nuestro físico y mente también repercute en nuestros hijos, incluso a lo largo de toda su vida.

Obesidad, diabetes, osteoporosis, depresión, sexo precoz. Estos son algunos de los trastornos que puede ahorrar a sus descendientes si cuida su alimentación, estilo de vida y equilibrio psicológico, en la etapa previa a que vengan a este mundo.

Los últimos estudios demuestran que la frase “de tal palo, tal astilla” tiene una contundente base científica, y aportan una serie de buenas razones para que las padres y padres cuiden su salud, no sólo para vivir más tiempo y tener la posibilidad de ver crecer a sus hijos, sino para que sus retoños nazcan y crezcan sanos.

COSTUMBRES “HIJAS” DEL RIESGO

Los adolescentes son más proclives a tener sexo a una edad temprana si sus padres fuman, beben alcohol o no usan el cinturón de seguridad en sus automóviles. Al menos es lo que sugiere un informe de investigadores de la Universidad Southwest, en Texas (EE.UU.), el cual asegura que existe un fuerte vínculo entre lo que describen como comportamientos “de riesgo” entre los adultos, y el sexo a edades tempranas.

Los autores del trabajo, basado en un estudio de 19,000 adolescentes de entre 2 y 18 años de edad, creen que el sexo entre menores de edad podría evitarse si las campañas de salud pública intentaran conseguir que los padres dejen de consumir alcohol y tabaco. También creen haber encontrado una relación entre los padres que fuman y toman mucho, y los niños que se involucran con las drogas o las actividades criminales.

DIME QUÉ COMES Y TE DIRÉ CÓMO SERÁ TU NIÑO

¿Sabía que los sabores que el bebé detecta en el vientre provenientes del líquido amniótico, y los que percibe más adelante en la leche materna, predisponen sus futuros gustos en materia de comida? Esta no es la única relación entre lo que ingiere la futura madre y lo que le espera a su futuro bebé.

Según investigadores de la Universidad de Ohio, en EE.UU., sobre los datos de más de 3,000 niños, aquéllos cuyas madres han tenido sobrepeso u obesidad antes de quedarse embarazadas, tienen más probabilidad de tener un exceso de kilos a una edad temprana, de dos o tres años.

Según ese trabajo, las características de la mujer antes de la gestación influyen sobre su hijo incluso a largo plazo, por lo cual es importante actuar lo antes posible para prevenir que los pequeños engorden.

Otros estudios recientes sugieren que la alteración en el metabolismo de la glucosa y la insulina en la madre puede afectar la producción de insulina del pequeño, aumentando la tendencia a que padezca sobrepeso y desarrolle diabetes tipo 2 más adelante.

HUESOS SANOS DESDE EL VIENTRE

Además, han surgido nuevas evidencias de que el desarrollo intrauterino y poco después del nacimiento contribuyen al aumento mineral óseo y por ello al riesgo de fragilidad ósea.

Hace poco, investigadores del Consejo de Investigación Médica del Reino Unido, han informado que los niños cuyas madres carecen de vitamina D, durante el embarazo han tenido huesos más débiles al crecer.

Por ello, administrar a las gestantes suplementos destinados a compensar esta insuficiencia vitamínica muy común entre las mujeres en edad fértil, podría conducir a una reducción a largo plazo de las fracturas derivadas de la osteoporosis en sus hijos.

DEPRESIÓN: TRATARLA PARA NO “TRASMITIRLA”

En la salud del niño, no sólo influye la alimentación de la madre, sino también el estado psicológico y emocional materno.

Una investigación americana demostró que el tratamiento eficaz de una madre depresiva puede evitar la necesidad de recetar medicamentos contra la depresión en los niños, y puede ayudar a prevenir trastornos depresivos, problemas de conducta y cuadros de ansiedad en el niño.

El estudio de la Universidad de Columbia y el Instituto Psiquiátrico de Nueva York, abarcó un grupo pequeño, pero para los expertos demuestra la importancia que tiene para el niño el bienestar de los padres, y que los padres deprimidos deben recibir un tratamiento vigoroso, porque el mal no sólo los afecta a ellos. VN

Fuente: EFE-Reportajes

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