¡RESPETAR LOS LIMITES! MANTENER LAS RELACIONES MINISTERIALES SANAS Y SANTAS.-

Jesús les habló otra vez, diciendo: “Yo soy la luz del mundo. El que me siga…tendrá la luz de la vida”. —Juan 8, 12:

Queridos Hermanos y Hermanas en Cristo,

Dios dotó a los humanos con género y sexualidad, haciéndonos hombre y mujer y vio que esto era bueno. La Biblia enseña que cualquier don de Dios que sea torcido o corrompido, puede causar daño y ofender la dignidad humana.

Juntos hemos sido llamados a servir a todo el pueblo de Dios y a mostrar especial delicadeza y cuidado por aquellos que son vulnerables. Nosotros, como Iglesia, nos esforzamos por crear un ambiente de culto, educativo y de trabajo, donde todas las personas se traten unas a otras con dignidad, caridad y respeto.

La mala conducta sexual por parte del clero, el personal de la Iglesia, líderes eclesiales y voluntarios, es contraria a la moral y la doctrina cristiana, así como al derecho canónico. Nunca es aceptable. Nosotros reconocemos que la mala conducta sexual puede tener consecuencias devastadoras para las víctimas y sus familias, para la comunidad de la Iglesia y para el transgresor. Ya que esta materia es preocupante y desagradable para todos nosotros, es necesario establecer información básica acerca de la mala conducta sexual en el ministerio para proteger a quienes son vulnerables y garantizar la integridad de las relaciones en el ministerio.

La Arquidiócesis pone este folleto a la disposición de los padres y las madres, maestros, ministros laicos y ordenados de las parroquias y de todos los feligreses, como parte del esfuerzo de asegurar la integridad de sus ministros. Él también trata de explicar como se tratan los asuntos de mala conducta sexual dentro de nuestra Iglesia, así como de dar información sobre dónde buscar ayuda y como responder más efectivamente en situaciones donde ha habido mala conducta sexual. Con la sabiduría que viene del Espíritu, trabajemos juntos para respetar los límites en el ministerio y para mantener las relaciones ministeriales sanas y santas.

Suyo en Cristo,

Cardenal Rogelio Mahony

Arzobispo de Los Ángeles

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