“RECIBIENDO AL NUEVO ARZOBISPO DE LOS ANGELES”

Por los miembros de la Comisión Teológica Arquidiocesana

PRIMERO DE UNA SERIE DE ARTÍCULOS SOBRE EL CARGO DE OBISPO

En este ensayo en tres puntos. En primer lugar, por definición, una diócesis es “la Iglesia local”, ya que es la reunión de una comunidad de cristianos alrededor de su obispo, a través de los que están en unión con todos los demás obispos católicos y con el Santo Padre, el obispo de Roma. En segundo lugar, como líder de una diócesis, el obispo principal, llamado “el ordinario”, es el sucesor de los apóstoles en la Iglesia local y ejerce la autoridad apostólica de enseñar, santificar y gobernar al pueblo de Dios en la diócesis que él encabeza. En tercer lugar, la oficina principal y el título del ordinario de la Arquidiócesis de Los Angeles es el arzobispo, no cardenal.

La Arquidiócesis de Los Angeles, con cerca de cinco millones de católicos, es la diócesis más grande en los Estados Unidos y una de las mayores del mundo. Por consiguiente, existe un interés general, tanto nacional como internacionalmente, sobre el reciente nombramiento de nuestro próximo arzobispo. Para los católicos, y específicamente para los católicos en Los Angeles, ¿qué significa para nosotros recibir a un nuevo arzobispo?

La Iglesia Católica no es una Iglesia congregacional en la que cada comunidad residencial es autónoma e independiente, unida en una asociación voluntaria de comunidades similares. La nuestra no es una Iglesia presbiteriana gobernada por un consejo regional de ministros ordenados. Y la nuestra no es una Iglesia episcopal bajo la autoridad de un obispo local y asociada en unión con un cuerpo nacional de obispos. Más bien, como católicos, la Iglesia local, llamada una diócesis, es una comunidad de fieles unidos con, y bajo la autoridad de su obispo que está en unión con el obispo católico de Roma, nuestro Santo Padre el Papa, y con otros obispos católicos a través del mundo en lo que se conoce como el Colegio de Obispos.

Como obispo de una Iglesia local, o diócesis, el obispo local que encabeza la diócesis es conocido como el obispo “Ordinario.” Como todos los obispos que han compartido la Sucesión Apostólica a través de los siglos, él es el sucesor de los Apóstoles y, como el Ordinario, el sucesor de los Apóstoles en su propia diócesis. Aunque el Ordinario es seleccionado y nombrado por el Papa, él no es ni representante ni delegado del Papa en el mando de su diócesis. Más bien, a través de lazos de caridad con el Santo Padre y con todos los demás obispos católicos del mundo, él autónomamente gobierna su propia diócesis en unión con ellos y así contribuye a la universalidad de la Iglesia Católica mundial.

Como Obispo de su diócesis, el Ordinario ejercita un ministerio pastoral triple en nombre del pueblo confiado a su cuidado. Su ministerio es santificar, enseñar y gobernar al pueblo de Dios en su Iglesia local. Esto iguala al ministerio triple de Cristo como sacerdote, profeta y rey, y se refleja en tres puntos focales de la oficina del obispo –el altar en el que él celebra las liturgias principales de la diócesis, la silla o cátedra, de la cual el término Iglesia catedral es derivado y del cual el obispo ejerce su oficio de enseñar al pueblo de Dios, y el báculo el cual él carga como pastor y gobernante. Más sobre este y otros temas de importancia sobre los aspectos de la oficina del obispo será escrito en las semanas venideras.

A Los Angeles se le llama Arquidiócesis en distinción a una diócesis, pero ¿qué significa esto exactamente? Cada diócesis tiene el mismo peso y valor en la Iglesia universal, sin embargo por propósitos organizacionales algunas diócesis son designadas como arquidiócesis. Los Estados Unidos está dividido en treinta y tres áreas geográficas conocidas como provincias, y cada provincia contiene dos o más diócesis. La diócesis asociada con la ciudad principal o metrópolis de la provincia es llamada arquidiócesis. Las demás son conocidas como diócesis sufragantes. El Obispo de la arquidiócesis es nombrado arzobispo, pero el título no le da completa autoridad sobre las otras diócesis de la provincia metropolitana. La Provincia Metropolitana de Los Angeles comprende la Arquidiócesis de Los Angeles y las diócesis de Fresno, Monterey, Orange, San Bernardino, y San Diego.

Los Angeles ha sido favorecida con la elevación de su arzobispo presente y sus dos arzobispos anteriores al título y responsabilidades adicionales de ser un cardenal en la Iglesia Católica Universal. Mientras que esto es un honor y distinción significante, el título principal y la responsabilidad del Obispo de Los Angeles es “Arzobispo.” Con esto en mente, nos preparamos a dar la bienvenida al nombramiento del próximo Arzobispo de Los Angeles.

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