RECHAZO DEL SENADO A LIMITAR DEBATE MIGRATORIO PROVOCA AIRADAS REACCIONES

Organizaciones de defensa de los derechos de los inmigrantes arremetieron hoy contra el Senado, después de que éste rechazara poner fin al debate sobre una reforma migratoria, lo que dificulta su aprobación este año.

El proyecto bipartidista quedó estancado cuando el Senado rehusó limitar ese debate por 45 a 50 votos. Para limitar el debate hubieran hecho falta sesenta votos, 15 sufragios más de los logrados.

Ese rechazo permitirá que se presenten un número ilimitado de enmiendas, por lo que la aprobación de la reforma migratoria durante 2007 se antoja improbable.

De hecho, el líder de la mayoría demócrata, Harry Reid (Nevada), afirmó anoche estar “profundamente desilusionado” y anunció que retiraría el proyecto para que la Cámara Alta pase a abordar otras materias.

Las reacciones no se han hecho esperar. El Consejo Nacional de La Raza (NCLR) calificó hoy de “indignante” la decisión tomada por el Senado, mientras que el Caucus Hispano mostró su “gran desilusión” por lo ocurrido.

“Es completamente inaceptable que el Senado no haga frente al problema de la reforma migratoria integral”, manifestó en un comunicado la presidenta del NCLR, Janet Murguía.

“El país demanda y merece una solución a un sistema de inmigración que está roto y resulta impensable que el Senado no continúe adelante con el debate”, añadió la presidenta del NCLR.

Por su parte, el Caucus Hispano comunicó, a través de su presidente, el legislador demócrata por California Joe Baca, que la resolución del Senado supone una “gran desilusión”, aunque advirtió que su grupo no cesará en sus esfuerzos para mejorar las condiciones de vida de las familias inmigrantes.

“Esta lucha está lejos de darse por concluida”, indicó el congresista Luis Gutiérrez, presidente del grupo de trabajo de legisladores hispanos. “La seguridad de millones de inmigrantes está en juego”, agregó.

Otras organizaciones en defensa de los derechos de inmigrantes como Unidad Hondureña consideran que no es tarde para que la situación se resuelva, aunque para ello exigen que los inmigrantes eleven su voz.

“La comunidad debe presionar a los senadores para que retomen el debate o, de lo contrario, continuarán produciéndose las redadas y las deportaciones”, explicó a Efe José Lagos, presidente del grupo.

“Los senadores deben resolver esta situación porque los problemas van a seguir existiendo, pero la comunidad debe dar un paso adelante, no se puede quedar igual”, dijo Lagos.

Dan Restrepo, analista del “Center for American Progress”, dijo en un comunicado que el Senado decidió ayer preservar un sistema migratorio que se encuentra roto.

“Durante más de seis años, el presidente George W. Bush ha mantenido que el país necesitaba una reforma migratoria integral, pero sus aliados conservadores se encargaron de que fracasasen todos los esfuerzos realizados hasta el momento”, añadió.

Asimismo, la federación sindical estadounidense AFL-CIO indicó a través de un comunicado que la propuesta “estaba condenada desde su creación”, al considerar que no defendía la reunificación de las familias y no protegía los derechos más básicos de los trabajadores.

“Para ser realmente efectiva, la reforma tendría que afrontar el problema de raíz (…) y dar a cada inmigrante la oportunidad de convertirse en ciudadano, con todos los derechos y deberes que eso conlleva”, dijo el presidente de la organización, John Sweeney. VN

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