‘QUIERO LLEVAR SANACIÓN Y RECONCILIACIÓN A LA IGLESIA’
El nuevo Obispo Auxiliar Alejandro ‘Alex’ Aclan -segundo filipino-estadounidense en ocupar este puesto- trabajará para que los bautizados nos convirtamos en agentes de cambio, donde Jesucristo sea el modelo
Por SILVIA GALDÁMEZ
(Fotografía de victor alemán / vida-nueva.com)
La ordenación del Obispo Alejandro Aclan ha sido el regalo de Pascua para el pueblo de Dios de la Arquidiócesis de Los Ángeles. El Espíritu que sopla es el mismo, pero con un renovado impulso para la Iglesia católica de Estados Unidos.
Esta renovación tiene un impulso familiar. El Obispo Aclan, de 68 años, reconoce que la semilla de su fe y servicio la aprendió en casa.
Lo que él ha llegado a ser y a hacer se lo agradece a Dios y a la Virgen María, pero también a sus padres y a su familia, de donde viene su ímpetu por evangelizar y proteger la dignidad de los que sufren.
“Allí aparecen, dentro de la casa donde el hombre y su esposa están sentados a la mesa, los hijos que los acompañan «como brotes de olivo» (Sal 128,3), es decir, llenos de energía y de vitalidad. Si los padres son como los fundamentos de la casa, los hijos son como las «piedras vivas» de la familia (cf. 1 P 2,5)”.
Este texto del primer capítulo de la Exhortación Apostólica “Amoris Laetitia” bien puede ser una homología de la procedencia y virtudes del Obispo Aclan, de quien se reconoce su alegría, espiritualidad y su trabajo inagotable por el bien de su prójimo; es decir, como un “brote de olivo” y una “piedra viva” en la Iglesia católica.
Tras su ordenación, el 16 de mayo, él es el nuevo Obispo de la Región de San Fernando, sucediendo así al Obispo retirado Gerald Wilkerson y al reciente Obispo trasladado para la Diócesis de Fresno, Joseph Brennan.
Él es el segundo sacerdote filipino-estadounidense en ascender al ministerio episcopal de Estados Unidos. El primero fue Oscar Solis, quien fungió como Obispo Auxiliar en Los Ángeles desde 2004 hasta 2017, cuando el Papa Francisco lo nombró Obispo de Salt Lake City.
Este renuevo de la Iglesia tiene una voz que nadie podrá callar. Desde un día antes de la ordenación, durante el rezo de las Vísperas (oración de la “Liturgia de las horas”), el Obispo Aclan, quien ha servido durante 25 años en la Arquidiócesis, fue enfático al comentar las implicaciones actuales de la lectura de la Carta de San Pablo a los Colosenses que se leyó esa tarde.
“La reconciliación y la paz son algo de lo que nos gustaría tener más. Somos testigos de tanta división a nuestro alrededor. Diferentes ideologías, convicciones políticas, puntos de vista teológicos, diferentes enfoques de la espiritualidad y una creciente división entre las clases sociales nos separan”.
“Compartir en el sacerdocio de Cristo y ejercer nuestros deberes sacerdotales produce reconciliación y paz, algo que nuestra Iglesia necesita tanto en nuestro tiempo, y que todos podemos ayudar a lograr…Cuando nosotros mismos caminamos y llevamos a otros a Cristo… nosotros mismos nos convertimos en agentes de reconciliación y paz. Decidamos ser un agente de esta manera y de todas las formas que podamos”, concluyó su reflexión.
EL OBJETIVO TRAZADO
“Mi principal meta como Obispo de la Región de San Fernando es evangelizar y llevar a más personas a que establezcan una relación con Jesucristo”, indicó.
Este proceso específico acompañará y llevará sanación a los católicos retirados y a los que han sido afectados por la crisis de abuso sexual en la Iglesia.
“Quiero también llevar sanación y reconciliación a la Iglesia, especialmente a los grupos que han sido afectados y lastimados por las acciones de los servidores de la Iglesia.
También quiero continuar el trabajo que ha estado haciendo la Arquidiócesis para atender a las personas necesitadas”, dijo.
El Obispo Aclan dejó claro que la primera cosa que hará será conocer a los sacerdotes, parroquias, ministerios, escuelas, hospitales y comunidades de su región. La Región de San Fernando tiene registrados más de un millón de católicos y cuenta con 54 parroquias, 12 escuelas secundarias (High Schools) y tres hospitales.
SIRVIENDO POR VOCACIÓN
Visitar a los enfermos es una de las obras de misericordia que al recién ordenado obispo le gusta hacer.
“Uno de los ministerios que me reconforta mucho es visitar a los enfermos y asistirlos con el Sacramento de la Unción de los enfermos. Me llena de alegría llevarles esperanza y ayudarles a sanar sus heridas emocionales, miedos y ansiedades. Con este sacramento, los enfermos experimentan el amor y el poder de Dios que sana y libera”, afirmó.
“Cuando comencé mi descernimiento vocacional, reconocí mi convicción de servir a los demás en todo lo que hago. Me di cuenta de que puedo compartir con toda la gente y que les puedo ayudar a llegar a Dios a través de una relación cercana con Jesucristo. Esta convicción, ha sido el motor de inspiración que me mueve, ya que puedo compartir mi fe y mi relación con Dios con las demás personas”.
Siendo el segundo sacerdote filipino-estadounidense en alcanzar el purpurado, él espera seguir unificando la comunidad filipina en la Iglesia de Estados Unidos y en la de su país de origen”.
“Cuando ordenaron al Obispo Solis, la comunidad filipina renovó su energía, se volvió más activa en la Iglesia y se hizo más visible en la Arquidiócesis”, explicó. Pero cuando el Obispo Solis se fue de California, la comunidad se comenzó a apagar, por lo que él espera que su ascensión en la Iglesia reanime a su comunidad y fortalezca su energía para continuar trabajando unidos en la Iglesia.
UNA LLAMADA INESPERADA
Una llamada cambió el ritmo de vida y el ministerio del Obispo Aclan. Un día, que no fue cualquiera, él iba conduciendo en la ciudad de Chino Hills, cuando contestó su teléfono y escuchó más o menos el siguiente mensaje: Soy el Obispo Christopher Pierre y te estoy llamando para decirte que el Papa Francisco te ha escogido para que seas Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Los Ángeles.
Atónito, él respondió: “Cómo le puedo decir que no al Papa Francisco”. A lo que su interlocutor aclaró: “Entonces tu respuesta es sí”. Eran las 4:30 p.m. y tras escuchar semejante asignación, él decidió estacionar su carro para tratar de entender lo que acababa de escuchar. Recapitulando lo ocurrido, nuestro entrevistado recuerda que el vocero del Papa le dio dos indicaciones: que no le contara a nadie lo que acababa de escuchar y que esperara las instrucciones del Arzobispo para hacer la presentación y ordenación.
Después de quedarse en el carro por un rato, decidió entrar a la Iglesia que estaba a su alrededor, San Pablo el Apóstol. “La Misa estaba por comenzar y me quedé en una banca junto al resto de feligreses. Debo confesar que entré a la Iglesia para pensar con calma lo que acababa de escuchar y lo que estaba pasando en mi vida”, dijo.
Con toda la humildad que lo caracteriza, el Obispo Aclan admite que el Papa Francisco se fijó en él porque la Región de San Fernando estaba vacante y él estaba disponible, disfrutando de un año sabático que apenas iba en su séptimo mes. “Creo que vieron mis talentos, habilidades y experiencia pastoral y pensaron que yo podría continuar con el buen trabajo que realizaron los anteriores obispos”, agregó.
La Región de San Fernando cubre las áreas de San Fernando, Santa Clarita y el Valle del Antílope. VN
EL BENJAMÍN DE LA FAMILIA
“Mi hermano es muy valiente y extremadamente humilde”, así describe al Obispo Aclan una de sus hermanas mayores, Cora Simpson.
Ella y el resto de los seis hermanos se desbordaban de la emoción viendo a su hermano menor asumir el cargo episcopal que el Papa Francisco le ha encomendado.
“No fue casualidad que mi papá lo llamara “mi pequeño Benjamín”, haciendo alusión al menor de los 12 hijos de Jacob y a su lugar como “hijo predilecto””, aseveró.
Cora reconoció que la asunción de su hermano al episcopado es una felicidad y una bendición para la inmensa comunidad filipina dispersa por todo el mundo.
“Estamos muy orgullosos de él y esperamos que su liderazgo sea un impulso para la comunidad filipina, no solo aquí en la Arquidiócesis de Los Ángeles, sino en la Iglesia de Estados Unidos y de nuestro país de origen, Filipinas”
El segundo Obispo filipino tiene 4 hermanas y dos hermanos. Sus padres ya fallecieron.
GUSTOS Y TALENTOS
Así respondió el Obispo Alex Aclan:
Comida favorita: Ensalada griega -porque es muy saludable-.
Película: Me gustan todas las que me hacen pensar acerca de la condición humana.
Mejor literatura: libros y escritos sobre espiritualidad.
Máximo sueño: Tener una Iglesia que implemente un proceso en común de evangelización.
Tres adjetivos propios: Soy una persona feliz, muy trabajadora y de mucha oración – y me gusta enseñar a orar a los demás-.
‘Los sacerdotes tienen básicamente dos roles: el primero es actuar como mediador entre los seres humanos y Dios; en otras palabras, ser el puente para que las personas lleguen a Dios … La otra función es ofrecer un sacrificio genuino de alabanza y adoración a Dios’ – Obispo Alex Aclan, Obispo de la Región de San Fernando.
LEMA DEL OBISPO ALEX ACLAN:
“Un cuerpo, un espíritu” (Efesios 4:4).
“Por eso yo, que estoy preso por la causa del Señor, les ruego que vivan de una manera digna del llamamiento que han recibido, siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes los unos con los otros en el amor. Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz. Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también fueron llamados a una sola esperanza; un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo; un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos y por medio de todos y en todos” (Efesios 4: 1-6)
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