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OCHO DIÁCONOS RECIENTEMENTE ORDENADOS VAN CAMINO AL SACERDOCIO

 Por  CLARA FOX

El Arzobispo José H. Gomez ordenó a ocho diáconos en la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles el pasado15 de agosto.

Los elegidos para la ordenación se reunieron en la Catedral con sus amigos y familiares, quienes presenciaron cómo estos seminaristas están cada vez más cerca de convertirse en sacerdotes diocesanos. Se espera que la ordenación de los nueve futuros sacerdotes se realice el 4 de junio de 2016.

Patti Baker, madre del recién ordenado Diácono Jeffrey Baker, al final de la ceremonia dijo que “Dios nos ha bendecido mucho al darnos un hijo tan feliz y emocionado de ser un diácono y luego sacerdote”. Baker, madre de dos hijos, es también la esposa del Diácono Ron Baker, ordenado en 2012 y que se desempeña en la Parroquia de la Sagrada Familia en Glendale. Ella dijo que tener dos diáconos en la familia hizo que ese sábado fuera aún más especial. “Estamos tan bendecidos”, dijo. “Incluso no puedo expresar en palabras lo que está sintiendo mi corazón”.

El Arzobispo Gomez le dijo a la congregación durante su homilía que sintió una gran alegría, tanto por los recién ordenados como también por su propia celebración al cumplirse otro aniversario de su ordenación al sacerdocio. “Este hermoso día de la Fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen María ocupa un lugar especial en mi corazón”, comentó sobre la fiesta litúrgica del día. El arzobispo fue ordenado sacerdote en España en 1978.

“Ruego para que conozcan la alegría que yo he conocido en mi sacerdocio”, dijo a los diáconos recién ordenados. “Le doy gracias a Dios y a nuestra Santísima Madre todos los días por el gran privilegio del don de mi vocación”.

El Arzobispo Gomez llamó a cada ordenación un símbolo del futuro de la Iglesia. “Es una señal de que Dios está con nosotros y que su espíritu todavía orienta y conduce a su Iglesia”, dijo. “Éste es un gran día para la Arquidiócesis de la Ciudad de Los Ángeles”.

El arzobispo también habló de la Fiesta de la Asunción como uno de “los misterios más tiernos y personales” de la fe.

“En este misterio vemos el amor apacible, el afecto humano que Jesús tenía por su madre. Nuestro Señor amó tanto a su madre que no quería verla sufrir por su muerte. Y así la lleva arriba, en cuerpo y alma, para estar con Él en la gloria del Cielo”.

Les dijo a los diáconos que su ministerio debe reflejar el tierno amor de Jesús. “Se están preparando a reflejar el rostro de Jesús entre la gente que sirven”, dijo, y agregó: “Ustedes van a ser ordenados, Dios mediante, en el Año de Jubileo de la Misericordia. Su ministerio debe estar siempre marcado por ternura, gentileza, comprensión y misericordia”. VN

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