OBRAS DEL PADRE SOBRINO CONTIENEN «NOTABLES DISCREPANCIAS» CON LA FE DE LA IGLESIA

Constata un «Notificación» de la Congregación para la Doctrina de la Fe

Obras del sacerdote Jon Sobrino S.J. presentan «notables discrepancias con la fe de la Iglesia», constata una «Notificación» publicada este miércoles por la Congregación para la Doctrina de la Fe.

El documento, firmado por el prefecto de ese dicasterio vaticano, el cardenal estadounidense William Cardenal Levada, explica que estas discrepancias afectan a cuestiones centrales al cristianismo, como son «la divinidad de Jesús», «la encarnación del Hijo de Dios», «la relación entre Jesucristo y el Reino de Dios», «la autoconciencia de Jesucristo» y «el valor salvífico de su muerte».

El padre Sobrino, nacido en 1938 en el seno de una familia vasca, llegó a El Salvador, siendo novicio de la Compañía de Jesús, en 1957, con 18 años, quedando sumamente impresionado por la dramática realidad social del país centroamericano.

Exponente de una de las corrientes de la Teología de la Liberación, ha dedicado la mayor parte de su vida a la docencia teológica en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) de San Salvador.

La Congregación explica que, en el año 2001, cuando su prefecto era el cardenal Joseph Ratzinger, se decidió emprender una investigación sobre las obras del padre Sobrino al haberse constatado errores y dada su amplia divulgación en seminarios y otros centros de estudio, sobre todo en América Latina.

La «Notificación» se centra en dos obras del padre Sobrino: «Jesucristo liberador. Lectura histórico-teológica de Jesús de Nazaret» (Madrid, 1991) y «La fe en Jesucristo. Ensayo desde las víctimas» (San Salvador, 1999).

Los pobres

La «Nota explicativa» que ha publicado la Congregación para acompañar a la «Notificación» comienza aclarando que la preocupación del padre Sobrino por los pobres en América Latina «es ciertamente la de la Iglesia entera».

Ratifica «la opción preferencial por los pobres», aclarando que «lejos de ser un signo de particularismo o de sectarismo, manifiesta la universalidad del ser y de la misión de la Iglesia. Dicha opción no es exclusiva».

Ahora bien, aclara la «Notificación», se da un error de metodología en la obra del sacerdote. En su libro «Jesucristo liberador», el padre Sobrino afirma: «La cristología latinoamericana […] determina que su lugar, como realidad sustancial, son los pobres de este mundo, y esta realidad es la que debe estar presente y transir cualquier lugar categorial donde se lleva a cabo».

«El lugar eclesial de la cristología no puede ser la “Iglesia de los pobres” sino la fe apostólica transmitida por la Iglesia a todas las generaciones», aclara el documento vaticano. «El teólogo, por su vocación particular en la Iglesia, ha de tener constantemente presente que la teología es ciencia de la fe».

DIVINIDAD DE JESÚS

El texto constata que «diversas afirmaciones del autor tienden a disminuir el alcance de los pasajes del Nuevo Testamento que afirman que Jesús es Dios». Según el documento, Sobrino, considera que «la divinidad de Jesús ha sido afirmada sólo después de mucho tiempo de reflexión creyente y que en el Nuevo Testamento se halla solamente “en germen”».

Sin embargo, explica la Santa Sede, «la confesión de la divinidad de Jesucristo es un punto absolutamente esencial de la fe de la Iglesia desde sus orígenes y se halla atestiguada desde el Nuevo Testamento».

LA ENCARNACIÓN DEL HIJO DE DIOS

En este sentido, la nota considera que en las obras analizadas del padre Sobrino se establece «una distinción entre el Hijo y Jesús» sugiriendo «la presencia de dos sujetos en Cristo.

«No resulta claro que el Hijo es Jesús y que Jesús es el Hijo». Esta visión, señala, «resulta incompatible con la fe católica, que afirma la unidad de la persona de Jesucristo en las dos naturalezas, divina y humana», según las formulaciones los Concilios de la Iglesia.

JESUCRISTO Y EL REINO DE DIOS

Al presentar a Jesucristo y el Reino de Dios, según la «Notificación», el padre Sobrino no deja claro que Cristo es el único mediador entre Dios y los hombres, como «siempre» ha afirmado la Iglesia: «su mediación es única, singular, universal e insuperable». Por el contrario, según el teólogo, «la persona de Jesús, como mediador, no se puede absolutizar».

LA AUTOCONCIENCIA DE JESUCRISTO

Según el documento, «la relación filial de Jesús con el Padre, en su singularidad irrepetible no aparece con claridad», en las obras analizadas, más aún, «llevan más bien a excluirla».

En ocasiones, Sobrino dice que Jesús es «un creyente como nosotros». Pero, «si Jesús fuera un creyente como nosotros, aunque de manera ejemplar, no podría ser el revelador verdadero que nos muestra el rostro del Padre», advierte la Santa Sede.

EL VALOR SALVÍFICO DE LA MUERTE DE JESÚS

«Algunas afirmaciones»de Sobrino, dice la «Notificación» «hacen pensar que, según él, Jesús no ha atribuido a su muerte un valor salvífico»: El teólogo afirma literalmente: «no hay datos para pensar que Jesús otorgara un sentido absoluto trascendente a su propia muerte».

«La muerte de Cristo es “exemplum” [ejemplo, ndr.] y no “sacramentum” (don). La redención se reduce al moralismo», considera la nota.

Sin embargo, dice citando al Concilio Vaticano II la nota: «El Hijo de Dios, en la naturaleza humana que unió a sí, venciendo la muerte con su muerte y resurrección, redimió al hombre y lo transformó en una criatura nueva».

Tras un examen de casi tres años sobre obras del padre Sobrino, la Congregación para la Doctrina de la Fe le envió un elenco de proposiciones erróneas o peligrosas encontradas en los libros citados.

En el mes de marzo de 2005 el padre Sobrino envió a la Congregación una «Respuesta al texto de la Congregación para la Doctrina de la Fe», la cual fue examinada en la Sesión Ordinaria del 23 de noviembre de 2005.

«Se constató que, aunque en algunos puntos el autor había matizado parcialmente su pensamiento, la Respuesta no resultaba satisfactoria, ya que, en sustancia, permanecían los errores que habían dado lugar al envío del elenco de proposiciones ya mencionado».

«Aunque la preocupación del autor por la suerte de los pobres es apreciable, la Congregación para la Doctrina de la Fe se ve en la obligación de indicar que las mencionadas obras del P. Sobrino presentan, en algunos puntos, notables discrepancias con la fe de la Iglesia».

Por este motivo, la Congregación ha publicado la «Notificación», «para poder ofrecer a los fieles un criterio de juicio seguro, fundado en la doctrina de la Iglesia, acerca de las afirmaciones» del teólogo en sus libros. VN

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