
OBISPO PIDE REZAR AL SEÑOR DE LOS MILAGROS PARA QUE PERÚ REDESCUBRA RAÍCES CRISTIANAS
En el homenaje tradicional que desde el Palacio Arzobispal de esta capital se ofrece cada año a la venerada imagen del Señor de los Milagros, el Obispo Auxiliar de Lima, Mons. José Antonio Eguren, pidió a los devotos rezar para que se complete el “milagro de Octubre” y los peruanos redescubran sus raíces cristianas.
“Yo les pido hoy, que para que el milagro de Octubre sea completo, nos dejemos traspasar, tocar por el poder de su amor. Eso nos va a exigir arrepentimiento de nuestros pecados, confesión sacramental, propósitos de enmienda, dejar atrás nuestra vida mala, reparar las injusticias, reconciliarnos con el hermano que hemos ofendido, deponer sentimientos de venganza. Cuando uno se deja tocar por el amor del Señor, la vida se transforma y el corazón se llena de paz y de alegría”, afirmó el Obispo acompañado por prelados de Canadá y Suecia.
Mons. Eguren consideró que el Perú necesita que cada uno se deje “tocar por la fuerza de su amor, convertirnos a Él, comprender de una vez por todas que el Perú grande, fraterno y reconciliado con el cual todos soñamos sólo será posible con Él, en Él y por Él”.
“Perú: Comprende eso, descubre tus raíces cristianas; este país ha sido forjado al calor de la Evangelización, su identidad es profundamente católica, los valores más hondos de nuestra identidad cultural son los de la fe. Solamente en nuestra fe cristiana y católica será posible reconstruir ese Perú que todos añoramos en donde la verdad y el amor reinen en nuestra vida”, indicó.
Según el Prelado, algunos dicen que “octubre es un mes folclórico, otros que es un mes de costumbrismos, pero al verlos queridos hermanos congregados en torno al Señor de los Milagros, aquél que es nuestro amo y Señor, tenemos que decir que octubre, sobre todo, es expresión de la fe cristiana y católica de este pueblo de Lima y del Perú.
“El verdadero milagro es esta devoción a Jesús crucificado que nos acompaña 354 años; pónganse a pensar eso. ¡Cuántas generaciones de limeños y peruanos han rezado frente al Señor y de Él han recibido gracia, bendición y amor!”, exclamó.
Mons. Eguren recordó que el Señor de los Milagros “es el amigo que nunca falla. Podrán los hombres defraudarnos, pero sabemos que Él nunca lo hará porque nos ha dado la prueba suprema del amor al dar su vida en la cruz en rescate por la nuestra.
“Qué hermoso es saber que a pesar de ser una gran multitud, Él nos conoce a cada uno de nosotros. El Señor de los Milagros es el Buen Pastor que conoce a cada una de sus ovejas y las llama por su nombre. Él nos conoce, sabe quiénes somos, sabe nuestros nombres, sabe qué hay en nuestros corazones. Por eso qué hermoso que en la procesión podamos nosotros abrirle nuestro corazón con sinceridad sabiendo que Él se interesa por nosotros, que para Él valemos muchísimo, hasta el más pequeño y humilde entre nosotros. Nadie queda excluido de su amor”, agregó. VN
FIESTA DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS
Cada año la procesión del Señor de los Milagros se hace más grande y hermosa. Las andas viejas se han remplazado por andas de plata, las cuales tienen en el monasterio una sala donde se guardan bajo el cuidado de personal especial.
Alrededor del año 1650, unos negros angolas pertenecientes a la cofradía del barrio de Pachacamilla, en Lima, Perú, pintaron en uno de los muros del galpón donde se reunían, y donde quizá también habitaban, la imagen de un Cristo crucificado. En este lugar, hoy en día se erige el Monasterio de las Nazarenas, casa del Señor de los Milagros, llamado también de la Santa Cruz pues en 1674 se pintó una cruz como símbolo de protección, ante las amenazas de invadir Lima el pirata Jacobo L´Hermite Clerk.
Un 13 de noviembre del año 1655 un poderoso terremoto sacudió la ciudad de Lima sin causar daños ni al muro ni a la imagen del Cristo crucificado pintada en él por los angolas.
Este hecho prodigioso fue el que dio comienzo al culto popular al Señor de los Milagros, propagándose rápidamente entre la feligresía local pero sin la autorización del párroco del templo de San Marcelo, razón por la cual éste solicitó a la autoridad eclesiástica inmediata superior que se demoliera el muro a fin de evitar cualquier acto profano.
Sin embargo, la destrucción no pudo llegar a cumplirse debido a circunstancias fuera de lo común, quedando en pie el muro y la pintura del Cristo continuó ganando el prestigio y el favor del pueblo.
En el año 1661 Antonio de León se interesó por la imagen del Cristo Crucificado pintado por los negros angolas; el muro estaba en mal estado, ya que tras él corría una acequia que había debilitado su base. De León mejoró las instalaciones del sitio y construyó un apoyo a modo de altar, el cual sirvió también para reforzar la base dañada de la pared. Este hombre padecía de un tumor maligno y cada vez que visitaba el sitio pedía la gracia de curarse, hasta que la consiguió. Años después, Sebastián Antuñano, el tercer Mayordomo y el gran artífice del culto al Cristo Morado, compró el lugar y levantó una capilla.
*Visite nuestro especial sobre el Señor de los Milagros en
http://www.aciprensa.com/fiestas/srmilagros/index.html
HIMNO NAZARENO
Señor de los Milagros,
aquí venimos en procesión
tus fieles devotos
a implorar tu bendición.
Faro que guía
a nuestras almas
la fe, esperanza, la caridad,
tu amor divino
nos ilumine,
nos haga dignos de tu bondad.
Con paso firme
de buen cristiano,
hagamos grande nuestro Perú
y unidos todos,
como una fuerza,
te suplicamos,
nos des tu luz.
- Miles de Católicos se reunieron en la procesión del Señor de los Milagros a través del centro de Lima, Perú, en una celebración anual que recuerda la supervivencia de la imagen de Cristo durante el terremoto del siglo 17. (CNS)
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