<!--:es-->NUEVOS SACERDOTES SON URGIDOS A ABRAZAR “UN NUEVO CAMINO DE VIDA” COMO “PADRE”<!--:-->

NUEVOS SACERDOTES SON URGIDOS A ABRAZAR “UN NUEVO CAMINO DE VIDA” COMO “PADRE”

Durante la Liturgia de la Palabra en su Misa de Ordenación el 5 de junio, tres hombres jóvenes de la Arquidiócesis de Los Angeles, vestidos en albas y estolas, estaban sentados en bancas entre los fieles en la Catedral de Nuestra Señora de los Angeles.

Después de la proclamación del Evangelio, Mons. Craig Cox, rector del seminario de San Juan en Camarillo, subió al ambón y anunció, “Que los que van a ser ordenados vengan al frente”.

Conforme iban siendo llamados por su nombre, Raymond Marquez, Bao Huy Nguyen y Lázaro Revilla, respondían “¡Presente!” (en inglés, vietnamita y tagalo, respectivamente), acercándose al santuario. Después, Mons. Cox dijo: “Muy Reverendo Padre, la Santa Madre Iglesia le pide a usted ordenar a estos hermanos nuestros a la responsabilidad del sacerdocio”.

“¿Usted sabe que ellos son dignos?”, preguntó el Cardenal Rogelio Mahony. Monseñor Cox replicó, “Después de preguntar entre los sacerdotes y con la recomendación de los responsables, yo testifico que ellos son ahora dignos”.

El Cardenal Mahony declaró: “Confiando en la ayuda del Señor Dios y de nuestro Salvador Jesucristo, nosotros elegimos a estos hermanos nuestros para el orden del sacerdocio”. Como uno solo, la asamblea de sacerdotes respondió, “Sean dadas gracias a Dios” y, en medio de un fuerte aplauso, los tres jóvenes volvieron sus rostros radiantes a quienes estaban en las bancas, especialmente a sus padres, familiares y amigos.

Este fue uno de los varios momentos poderosos y conmovedores de la Misa, celebrada con una asamblea de familiares y amigos, vestidos en muchos colores, así como de obispos auxiliares, sacerdotes, religiosos y personas de las parroquias de los nuevos ordenados, que venían a ofrecerles sus buenos deseos. Esto también marcó el final de la ordenación de nuevos sacerdotes programada por el Cardenal Mahony. En la Misa del próximo año, el actual Arzobispo Coadjutor José Gómez será el prelado de la ordenación.

Durante su homilía, el Cardenal Mahony subrayó una parte importante del Rito de Ordenación que él sentía que había sido pasado por alto: la designación del título “Padre” para los nuevos ordenados, un título que él llamó un gran don.

“Cuando una persona viene necesitando un sacerdote -dijo el Cardenal Mahony- la primera palabra pronunciada es ‘Padre’ y después, ‘¿Puede usted ayudarme?’. Esta es una palabra usada más familiarmente. Cuando yo visito un hospital, la primera cosa que la gente me llama es ‘Padre’, ellos no piensan que tienen que llamarme ‘Cardenal”.

Después, hablando directamente a los tres que iban a ser ordenados, dijo: “Este es el nombre más precioso que he conocido desde mi ordenación”.

El Cardenal señaló que en la lectura de los Hechos de los Apóstoles, San Pablo exhortó a los presbíteros a cuidar del Pueblo de Dios “con amor de padres”, una importante lección. “Al perdonar los pecados, la gente les dirá a ustedes, ‘Bendígame Padre, porque he pecado’. ¡Qué gran oportunidad, perdonar los pecados! Recuerden, ustedes serán vistos de una manera especial. Este es un signo de su nuevo camino de vida. Mantengan el nombre de ‘Padre’ de una manera especial”.

Añadió que está buscando, después de su retiro, dejar el título de “Cardenal” atrás, y una vez más sólo ser “Padre”.

Después de la homilía, los candidatos prometieron su obediencia al arzobispo y a sus sucesores y se postraron en el piso del santuario durante la Letanía de los Santos. En seguida se hincaron mientras los sacerdotes presentes les imponían las manos y luego, vestidos con estola y casulla, fueron conducidos a los asientos entre los sacerdotes ordenados en el presbiterio del santuario y fueron presentados a la gente como Padre Raymond Marquez, Padre Bao Huy Nguyen y Padre Lázaro Revilla, en medio de un fuerte aplauso.

Los recién ordenados se unieron al Cardenal Mahony, los Obispos Auxiliares y sacerdotes en la oración eucarística. Después de la Comunión, los nuevos sacerdotes bendijeron al Cardenal y a los obispos, y oraron sobre ellos. Después fueron a sus familias y dieron sus primeras bendiciones a sus padres: Thanh Nguyen, Rosario Revilla y Emilie y Marcelo Marquez, y afuera se les unieron miembros de la familia y amigos en la Plaza de la Catedral para bendiciones.

Afuera, la alegría y las emociones se veían por doquier, ciertamente entre miembros de la familia. Emilie Marquez, madre del Padre Marquez, rompió en llanto, hablando de su hijo, el nuevo sacerdote.

“Me siento como la madre de la novia: mi hijo siendo la novia de Cristo, la Iglesia”, sollozaba, sonriendo. “Mi familia y la gente de la parroquia, han apoyado a mi hijo desde el principio. Ellos han estado preparando mucho para su primera Misa mañana. Ver a personas jóvenes y mayores venir aquí para orar, es tremendamente asombroso”.

En fila para recibir la bendición del Padre Revilla, la Hermana de la Caridad Kathy Bryant, anterior directora de vocaciones arquidiocesanas, recordó haberse reunido con él cuando era terapista de respiración y trabajaba con bebés prematuros.

“Algunos eran más pequeños que un teléfono celular, y él trabajaba para mantenerlos vivos”, dijo la Hermana Bryant. “Él daba esperanza a los padres en el cuarto de espera colocando fotos de niños de dos años saludables, con su peso al nacer, cuando fueron bebés muy prematuros. Parecía que él conocía por nombre a cada persona de mantenimiento, doctores y empleados del personal en el Hospital Torrance Memorial. Él pone mucha atención a cada persona”.

Los nuevos sacerdotes celebraron su primera Misa el fin de semana, y comenzarán sus nombramientos como Pastores Asociados el 1 de julio. VN

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