NAVIDAD, JORNADA DE PAZ Y AMOR

El significado de esta celebración va más allá de regalos, comilonas y decoraciones luminosas

Pronto celebraremos la Navidad, una fecha en que se conmemora el nacimiento de Jesucristo, fruto de la concepción de la Virgen María por obra del Espíritu Santo.

Como cualquier festividad, la Navidad cuenta con varios símbolos cuyos orígenes se remontan a siglos pasados. Símbolos tales como los villancicos, el árbol de Navidad, Santa Claus, las esferas, campanas, la flor de Pascua, entre otros. Pero la Navidad va más allá de estos distintivos. Según el padre Tony Garnica, de la parroquia El Sagrado Corazón y Santa María de Guadalupe en la ciudad de Cudahy, su significado es mucho más profundo. “La Navidad nos trae motivos de reconciliación, paz y alegría en nuestras familias, pero debemos celebrarla en nuestra actividad diaria, con Jesús entre nosotros, porque Él siempre está presente en nuestra vida y no sólo en esta fecha”.

El sacerdote dice que esta festividad pierde sentido si en nuestro corazón reina el odio, la venganza y envidia. “Revisemos estas actitudes negativas ahora que estaremos celebrando el nacimiento de Jesús, que se hizo siervo de Dios para vivir entre nosotros; esto es el mejor regalo que le podemos ofrecer a Él (Jesucristo)”.

EL LADO TRISTE

La depresión en épocas como la Navidad es más común de lo que se cree. Y según estudios, en general los inmigrantes son uno de los grupos más vulnerables a padecerla.

“A los inmigrantes les diría que hagan el esfuerzo de reunirse con sus seres queridos. Si la familia está en otro país y no pueden viajar a verla, que se reúnan y compartan con amistades o vecinos, y que no pierdan la fe”, dice el padre Garnica.

Asimismo, el sacerdote afirma que esta Navidad en particular es una oportunidad para pedir que exista una reforma migratoria con justicia. “No puede haber una verdadera reforma migratoria si no ponemos de nuestra parte para que sea una realidad. Les pido que no pierdan la esperanza; que estén atentos al desarrollo de los acontecimientos; que reúnan sus documentos. En el momento menos pensado esto tendrá una solución, pero hay que estar preparados”, dice.

Por su parte, la psicóloga Ana Rivas con práctica en el Valle de San Fernando, reafirma que en Navidad se despierta una gran nostalgia entre muchos que se sienten solos.

“Los latinos, por ejemplo, estamos familiarizados a reunirnos con nuestros seres queridos; reconciliarnos y darnos una oportunidad para el siguiente año. Es un momento que encierra mucho significado familiar. Pero cuando la familia se ha separado físicamente, viene la depresión, porque esas luces y decoraciones no alcanzan a llenar el vacío que deja la separación”.

De acuerdo con la experta, una buena forma de combatir esta depresión es vivir la Navidad como una hermosa oportunidad para meditar sobre las bendiciones que la vida nos ofrece y compartir con los demás lo que tenemos.

Asimismo, María Marín, motivadora y autora de varios libros de superación personal, dice que el común denominador para todos los que experimentan los “blues navideños” es la ausencia o la pérdida. “A algunos les llega la tristeza porque están lejos de su patria y no pueden celebrar con la familia. Otros se sienten abatidos porque recuerdan un viejo amor, o no tienen una pareja con quien celebrar, y hay quienes les llega la melancolía porque añoran épocas pasadas donde han sido felices”, dice.

Marín comenta que el problema radica en enfocarse únicamente en sí mismo, cuando en la mente sólo hay espacio para pensar en el propio sufrimiento, dolor, soledad, pérdida, fracaso, error, culpabilidad, arrepentimiento o cualquier situación o sentimiento que intensifique el abatimiento.

OPORTUNIDAD DE CAMBIO

La Navidad sirve para hacer un cambio positivo en nuestras vidas, dejando de lado lo que nos hace daño. “De nada sirve colocar el Nacimiento (pesebre) en un lugar especial de nuestra casa, decorarla artísticamente y llenar de regalos el arbolito, si en nuestros corazones no preparamos un lugar para cambiar las actitudes negativas”, expresa el padre Tony Garnica.

“Esta celebración en una oportunidad para poder analizar nuestras actitudes y cambiar lo que debemos cambiar”, dice el sacerdote, y agrega: “Hay que tener en cuenta que el significado profundo de la Navidad es que nosotros tomemos la presencia de Dios llena de amor y misericordia y la traduzcamos en nuestra vida diaria”.

En tanto que la manera más efectiva para olvidar nuestras penas, según Marín, es hacer sentir bien al prójimo. “Si te sientes solo, triste o nostálgico, toma la decisión de traer alegría a otro ser humano y dar lo mejor de ti. ¡Y para esto no tienes que gastar dinero! Haz trabajo voluntario para los menos afortunados. Ve a un hogar de ancianos y hazles compañía o visita un orfanatorio de niños y ofrece tu ayuda. O sencillamente dale tu tiempo y préstale tu oído a un vecino, familiar o compañero de trabajo que necesita ser escuchado. Tu atención y cariño pueden marcar la diferencia en la vida de alguien. Recuerda que el verdadero espíritu navideño no está recibir, ¡sino en dar!”, afirma.

Para concluir, el padre Tony dice que la Navidad ofrece un mensaje que une a la humanidad, con la esperanza de una vida futura llena de amor y paz. “El nacimiento de Jesús no ha sido en vano si a diario nos esforzamos en hacer brillar esa luz maravillosa de la paz, justicia y fraternidad dentro del hogar, trabajo y comunidad. Que para nosotros la Navidad sea una oportunidad de revivir la esperanza de un mundo mejor!”. VN

ALGUNOS DE LOS SÍMBOLOS NAVIDEÑOS

• PAPÁ NOEL

Él es un personaje legendario que, según la cultura occidental, trae regalos a los niños en Navidad. Está inspirado en un Obispo cristiano de origen griego llamado Nicolás que vivió en el siglo IV en Turquía. Cuenta la leyenda que este Obispo alivió las necesidades de una familia depositando su fortuna en los zapatos que se encontraban al lado de la chimenea. De ahí la tradición de los regalos.

• ESTRELLA

La estrella, que se coloca generalmente en la parte superior del árbol de Navidad, simboliza la esperanza y la luz para alcanzar una vida mejor.

• ÁRBOL DE NAVIDAD

En una ocasión, ante una multitud, un monje benedictino- que evangelizaba a los pueblos paganos de Europa Central- mandó talar un árbol y en su lugar plantó un abeto. Explicó que sus dioses, al igual que los árboles que morían cada año, eran caducos, mientras que Cristo, como el abeto, vivía siempre, pues era eterno.

• VILLANCICOS

Estas canciones se mantienen en recuerdo de los profetas que anunciaban el nacimiento de Jesús. El más famoso de todos, “Noche de Paz”, fue escrito por el sacerdote Joseph Mohr.

• REGALOS

Hacer regalos es una costumbre heredada del neolítico y con las fiestas del culto solsticial donde se intercambiaban regalos, pudiendo tener malos augurios la persona que no cumplía con el ritual. La Iglesia remplazó esta costumbre por la que existía en Roma el día primero del año, y en la que se simbolizaba que era el Niño Jesús quien ofrecía los regalos.

• ESFERAS

Las esferas de colores, elaboradas por los sopladores de vidrio del siglo XVIII, simbolizan la abundancia y los dones de Dios a los hombres.

• CAMPANAS

Las campanas que cuelgan de puertas, ventanas o ramas del árbol representan el aviso al pueblo del nacimiento del Niño Jesús y la alegría de tal acontecimiento.

• FLOR DE PASCUA

Forma parte de la decoración de muchas casas en estas fiestas y el color rojo de sus hojas garantiza suerte y fortuna a sus propietarios. Esta planta originaria de México fue introducida en Estados Unidos en 1825. Sus hojas rojas perduran tres o cuatro meses, razón por la cual también se le denomina Flor de Pascua.

• VELAS

La tradición de encender velas en Navidad se remonta a cuando la Virgen María trajo al mundo al Niño Jesús bajo la luz de una vela en el pesebre de Belén. Simbolizan la purificación y sus llamas se entienden como la representación de Cristo, la luz del mundo. Es un elemento capaz de iluminar nuevas ilusiones y esperanzas de paz.

• MUÉRDAGO

Durante la Navidad se cuelga en las puertas como símbolo de suerte y fertilidad.

RECOMENDACIONES

• ELIMINAR EL ALCOHOL LO MÁS RÁPIDO
POSIBLE. Una a dos horas antes de partir de la reunión navideña, detenga el consumo de alcohol y remplácelo por bebidas frutales o agua, para estimular el sistema digestivo y eliminar el alcohol más rápidamente. Antes de sentarse al volante, beba algo caliente con alto nivel de cafeína y azúcar para despabilarse, y también refrésquese el rostro y nuca, para despejarse. Aunque lo mejor es tener un conductor asignado que le lleve de regreso a casa.

• HORAS A EVITAR. En la velada de Navidad, trate de no conducir durante las 2 a.m. y 7 a.m. en las cuales suele haber circulando una mayor cantidad de conductores ebrios.

• NO A LAS COMPULSIONES. Lo más recomendable en estas fiestas es la moderación en gastos, comida y bebida.

• MÁS LIBRAS DE PESO. Muchos de los típicos platillos que se saborean en Navidad contienen niveles altos de grasa y calorías. La mayoría de los adultos que aumenta de peso en la Navidad, no vuelve a perderlo. Por lo que tenga cuidado en lo que coma e inicie un plan de ejercicios antes y después de las celebraciones. VN

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