MÚSICA DE MARIACHI MANTIENE A JÓVENES EN ESCUELA Y PRESERVA HERENCIA CULTURAL
Pese a la diversidad de géneros musicales a los que tienen acceso, jóvenes hispanos de EEUU mantienen viva la tradición de la música de mariachi y de la danza folclórica en diversas actividades.
A través del apoyo de distritos escolares, con la práctica de la música de mariachi alumnos tradicionalmente considerados en riesgo de deserción también logran permanecer en la escuela, al tiempo en que preservan su herencia cultural.
Por ejemplo, la Conferencia Estudiantil Internacional del Mariachi del Distrito Escolar de Sweetwater, en Chula Vista, celebrada a finales de junio, ofreció instrucción profesional a estudiantes de todas las edades en niveles de principiantes, intermedio y avanzado, junto con clases de danza folclórica.
Entre los instructores se encontraron profesionales de prestigio en este campo, entre ellos, el arreglista Rigoberto Alfaro, también considerado como uno de los mejores guitarristas del género, fue el director musical de la conferencia, que este año rindió tributo al legendario vocalista Heriberto Molina, primera voz del Mariachi Vargas de Tecalitlán entre 1953 y 1983.
El festival también contó con la presencia del trompetista y compositor Miguel Martínez, considerado uno de los grandes de todos los tiempos, con una carrera que se remonta a los años cuarenta, cuando se unió al Mariachi Vargas de Tecalitlán, donde tocó por más de tres décadas.
Los estudiantes participantes al evento, organizado a través de la Fundación de Becas para Mariachi del Distrito de Sweetwater, tuvieron la oportunidad de aprender de estas figuras que consolidaron la música de mariachi como un género popular en ese país y que ahora también funciona como un símbolo de orgullo cultural para hispanos en EEUU.
El sur de California es un área de mucha riqueza en la producción de música de mariachi, y el condado de San Diego cuenta con uno de los más grandes programas del género, que abarca desde kindergarten hasta el grado 12 en el país.
Entre las 20 escuelas del Distrito de Secundarias de Sweetwater, localidad de Chula Vista, cercana a la frontera con México, 14 de ellas cuentan con bandas de mariachi, y el colegio comunitario Southwestern College ofrece lo que se considera como el primer título en la nación en música de mariachi, un título asociado.
Una parte importante para la participación de estudiantes, algunos de ellos sin conocimiento previo de música, es el apoyo que se les otorga a través de becas, que alcanzaron este año los 32.000 dólares para 23 estudiantes, en comparación con los 10.000 dólares que se otorgaron en el 2004.
Las becas en el área musical fueron de entre 1.000 y 2.500 dólares, al tiempo en que se otorgaron también apoyos para la danza folclórica de 750 dólares cada uno.
“Consideramos importante el ser un distrito escolar que abraza la fuerza de su diversidad. Sweetwater está especialmente orgulloso de proveer una casa para esta rica experiencia cultural”, dijo a Efe el presidente del consejo del distrito, Peral Quiñones.
Quiñones consideró que el programa de mariachi es un gran incentivo e inspiración para los estudiantes locales, quienes deben de demostrar un compromiso tanto para los logros académicos en áreas tradicionales como con la música.
La Fundación de Becas para Mariachi fue establecida en 1996 y otorga becas a ocho escuelas secundarias y preparatorias.
Jeff Kevin, autor de una serie de libros instructivos de mariachi utilizados en aulas de México y EEUU, y quien en un reciente concierto lideró a una banda de estudiantes del área de San Diego fusionando la música de Mozart con mariachi, dijo a Efe que la influencia de la instrucción formal en el área está llevando a este género a la categoría del virtuosismo.
Para el experto, que cuenta con un doctorado en música por la Universidad de California San Diego, el hecho de que la música de mariachi haya llegado a las escuelas significa que ante los ojos de la sociedad ésta se ha legitimizado también y que no solamente pertenece a las calles o a las fiestas como bodas o bautizos. VN
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