MONSEÑOR ROMERO, LA VIOLENCIA, LAS PANDILLAS Y CUÁL ES EL PAPEL DE LA IGLESIA EN EL SALVADOR
Entrevista con Monseñor Jesús Delgado, encargado de los medios de comunicación de la Arquidiócesis de San Salvador
Monseñor Jesús Delgado estuvo en la ciudad de Los Angeles invitado por la parroquia San Patricio, en ocasión de la celebración al Divino Salvador del Mundo, patrono de San Salvador, capital de El Salvador.
Monseñor Delgado, fue el Asistente principal de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, durante los tres años como Arzobispo de San Salvador. También es el principal iniciador del proceso de beatificación de Monseñor Romero, quien se volvió conocido mundialmente por su predicación en defensa de los derechos humanos y murió asesinado en el ejercicio de su ministerio pastoral en marzo de 1980.
El prelado salvadoreño es el autor de dos libros biográficos de Monseñor Oscar Romero, quien se declarara en su momento como la voz de los que no tienen voz durante el período de la guerra civil en El Salvador.
Actualmente, Monseñor Delgado es Vicario General del Arzobispo en San Salvador y tiene a su cargo los medios de comunicación de la Arquidiócesis de San Salvador.
Vida Nueva lo entrevistó en exclusiva durante su visita a Los Angeles.
VIDA NUEVA: ENTIENDO QUE EN 1994 USTED, JUNTO AL DESAPARECIDO MONSEÑOR ARTURO RIVERA DAMAS, INICIARON UN PROCESO DE CANONIZACIÓN DE MONSEÑOR OSCAR ARNULFO ROMERO ANTE EL VATICANO.
MONSEÑOR JESUS DELGADO: Cuando Monseñor Romero fue asesinado, Monseñor Arturo Rivera y Damas fue elegido para ocupar el cargo de Arzobispo de San Salvador, quien era además canonista, el cual interpretó que la muerte de su antecesor, asesinado en el altar cuando celebraba la Santa Misa, era un signo de que este hombre era un mártir, aun conociendo sus debilidades, flaquezas, igual que los tiene todo hombre. Entonces Monseñor Rivera y Damas introdujo la causa de la beatificación que empezó en la diócesis y una vez que terminó el proceso que duró cinco años, a mí me tocó llevar la documentación a Roma para que la revisara La Congregación de los Santos, la cual la examinó y, en menos de un mes declaró que estaba bien hecha y que por lo tanto Roma asumía el proceso.
VN: ¿QUÉ INCLUYE LA DOCUMENTACIÓN QUE PRESENTARON PARA LA CANONIZACIÓN DE MONSEÑOR ROMERO?
MJD: La documentación incluye un proceso jurídico que permite comprobar la capacidad del individuo, si fue fiel a sus compromisos como sacerdote cristiano, obispo y luego testimonio de personas que lo conocieron (a favor o en contra). Esa documentación se procesó y se llevó a Roma donde se inició a examinar la documentación que debe estar de acuerdo a los cánones que establece la Congregación de los Santos. Ahí yo desconozco qué parámetros siguen, pero sí incluyen examen de su vida, haber vivido moralmente bien, si fue idóneo, examinan su doctrina. Como él (Monseñor Romero) escribió bastante y predicó mucho, entonces examinan su doctrina.
Sus detractores lo habían acusado de profesar la Teología de la Liberación, pero tras cinco a seis años de examinarlos, declararon que la doctrina de Monseñor Romero era ortodoxa y estaba muy de acuerdo con la ortodoxia Católica. Examinaron la doctrina social de la Iglesia para ver si había presentado esa doctrina ecuánimemente, porque lo acusaban de haber apoyado a la izquierda vinculada con el comunismo, pero tras seis años más de examinar esos documentos, se declaró que él (Monseñor Romero), hizo un buen uso de la doctrina social de la Iglesia. Con esto habían transcurrido casi 15 años, ahora la causa está de nuevo en la Congregación de los Santos en espera de que el Papa Benedicto XVI haga señal que si sigue adelante o no el proceso de canonización.
VN: ¿DECLARÓ MONSEÑOR ROMERO QUE TENÍA PROBLEMAS CON EL CELIBATO ANTES DE SER NOMBRADO ARZOBISPO DE SAN SALVADOR?
MJD: Claro que sí. Cuando lo hacen Obispo él escribió en su Diario: “yo fui el primero en quedar atónito que me hayan nombrado Obispo, sabiendo mi dificultad”.
VN: ¿QUÉ TIPO DE DIFICULTAD?
MJD: En su Diario del Alma declara que estuvo luchando por su celibato como lo hacemos todos los sacerdotes. El celibato no es un don que se da, la Iglesia lo exige para que uno pueda servir mejor siendo célibe, pero el celibato es una ley disciplinaria que se da en la Iglesia que nos pide a todos por disciplina que nos mantengamos libres de trato con mujeres e hijos y familia para tener mas disponibilidad de alma y cuerpo y corazón para el trabajo que se nos pide.
En ese sentido, necesitamos mucho la gracia de Dios y luchar con esto. Es por eso que Monseñor Romero manifiesta eso, lastimosamente le han levantado una calumnia, pero la calumnia viene de la gente que no lo quiere, que se considera dañada por lo que él predicó. Podríamos catalogarlo en El Salvador de gente de derecha ideológica, de hecho en una cadena de televisión esta persona salio diciendo que Monseñor Romero tenía un hijo que vivía en Canadá, pero se le ha pedido que lo pruebe, pero no tiene pruebas, entonces hablan por hablar, por dañar porque han oído, pero la verdad es que él (Monseñor Romero) como cualquier otro sacerdote, tuvo que luchar por su celibato.
Monseñor Romero luchó como cualquier otro sacerdote por identificarse lo más que pudo con Cristo y hacer lo que la Iglesia le pide.
VN: TIENE USTED CONOCIMIENTO QUE JUNTO AL DOCUMENTO QUE SE PRESENTÓ PARA LA BEATIFICACIÓN EXISTA OTRO, PRESENTADO POR LOS QUE SE OPONEN A ESTE PROCESO?
MJD: No cabe duda que sí. Los que mataron a Monseñor Romero no niegan su asesinato, pero no dicen quién tiró y porqué lo hizo, esto último sí lo dicen, acusando a Monseñor Romero, que él estaba favoreciendo al comunismo en su prédicas; es más, ellos declaran descaradamente que “al matarlo estábamos defendiendo la fe Católica”; además, dicen: “Monseñor Romero no era un digno de ser sacerdote”. Su conducta moral ellos lo ponen como un segundo argumento. Por lo tanto, dicen ellos, “le hicimos un gran favor a la Iglesia Católica -como buenos católicos- en quitarle la vida”. Sin embargo se ha comprobado que las prédicas de Monseñor Romero, estaban muy ceñidas al pensamiento de la Iglesia.
VN: MONSEÑOR ROMERO SOSTUVO QUE LA RIQUEZA DE UN PAÍS DEBÍA COMPARTIRSE CON EQUIDAD, COMBATIR LA EXPLOTACIÓN, ENTRE OTROS ARGUMENTOS QUE DENUNCIABA A TRAVÉS DE SUS HOMILÍAS.
MJD: No había ninguna afirmación de justicia o injusticia social que no estuviese sostenida por la doctrina de la Iglesia o en documentos del Papa o de los Obispos latinoamericanos. El problema es que al hablar de justicia social de un país muy convulsivo en ese momento, muy ideologizado, parecía que Monseñor Romero hablaba a favor del comunismo, pero la izquierda o grupos armados hablaban de revolución armada en la cual Monseñor Romero no estaba de acuerdo, porque él siempre insistió que mientras hubiese posibilidad de razonar, de encontrarse en diálogo, había que recurrir al diálogo y a la razón.
De hecho a él lo mataron en un momento que tanto la derecha como la izquierda querían ir a la guerra. La derecha decía “nosotros con el aparato militar vamos acabar con la izquierda”. La izquierda decía, “nosotros con las armas vamos a dominar a la Fuerza Armada”. De modo que el único que retenía un enfrentamiento armado era Monseñor Romero, porque su voz tenía impacto internacional, incluyendo a los Estados Unidos, Francia, Alemania, entre otros países cuyos gobiernos les pidieron que no fueran a la guerra, pero claro, a los dos les convenía matar.
Cuando escribí la biografía de Monseñor Romero que publiqué en 1983 concluí que el asesinato del Arzobispo pudo haberlo cometido la izquierda o la derecha, porque a los dos les convenía verlo muerto debido a que él era el único bastión de defensa de la paz por el diálogo, reconciliación y por la negociación. Porque el mismo día del asesinato en la noche empezaron a oírse bombas por todos lados y, al día siguiente, ametralladoras y así empezó. Es así cómo se comprueba que la muerte de él fue estratégico adornado de calumnias.
VN: ¿CUÁNTO ES EL TIEMPO PROMEDIO QUE EL VATICANO SE TARDA PARA CANONIZAR A UNA PERSONA?
MJD: No hay tiempo. Hay santos que llevan cuatro siglos y que no han sido canonizados por diversas razones, a veces porque nadie prosiguió la causa, se murieron aquéllos que la iniciaron, murieron éstos y los otros no la siguieron; pero hay procesos que están engavetados desde hace seis siglos, no hay tiempo, pero lo que sí puedo decir es que el proceso de Monseñor Romero avanzó rápidamente, ya que en menos de cinco a seis años ya estaba casi aprobado.
Es entonces cuando sus detractores pusieron objeciones en que se debía examinar todas las homilías que Monseñor Romero dijo para darle larga al proceso; es así cómo el examen de esas homilías duró ocho años. Posteriormente cuando se creía que el proceso de canonización seguía avanzando, se dijo que debían examinar la doctrina social de la Iglesia (otros seis años), pero terminado esto, ya no hallan qué examinar.
VN: LAS OBJECIONES EN EL PROCESO SE DEBEN ENTONCES A INJERENCIAS DE AQUÉLLOS QUE SE OPONEN A LA CANONIZACIÓN DE MONSEÑOR ROMERO?
MJD: Se está alargando por varias causas, yo no diría a la calumnia que le han levantado, porque el Vaticano es una entidad muy seria y ellos no proceden por chismes como el que Monseñor Romero dejó hijos -eso lo sabe el Vaticano que son chismes-. Pero puede ser que el Vaticano detenga la canonización por el momento, debido a la situación política de El Salvador que después de 20 años de los Acuerdos de Paz, la sociedad sigue polarizada por lo tanto, no conviene canonizarlo en este momento porque talvez al hacerlo, un buen grupo de salvadoreños salga a aclamarlo, pero otros salgan con ametralladoras a reclamar.
VN: SIGNIFICA ENTONCES QUE EN EL SALVADOR DESPUÉS DE MÁS DE 20 AÑOS QUE CULMINÓ LA GUERRA, AÚN LA SOCIEDAD ESTÁ POLARIZADA.
MJD: Hay que aclarar que la guerra no polarizó a la sociedad salvadoreña, ésta ya estaba polarizada; No hay en Centroamérica un país donde la división de clases sea tan fuerte como allí, a tal grado que los católicos ricos escogen sus Iglesias a donde ir a escuchar Misa. Los de alta sociedad van a parroquias exclusivas, y si ven a un pobre que se acerca donde ellos, lo miran como un ladrón o lo que sea. Hay una división muy fuerte, lo que vino a poner la guerra fue pólvora, muerte, violencia militar bélica. La polarización de El Salvador no es militar, es social, las raíces y las causas de esto no se han curado todavía.
Ahora está un gobierno de izquierda, pero no creo que ellos logren sacar esas raíces tampoco; la izquierda tendría que quedarse mucho tiempo en el poder para ir curando si es que quieren curarlas y si es que lo pueden curar.
No creo que sean los políticos que van a curar esas raíces, porque son raíces que nacen del pecado, yo creo que es más bien entidades que se ocupan de la vida religiosa, ética, social, intelectual cultural.
VN: USTED HA TOCADO UN PUNTO BIEN IMPORTANTE EN RELACIÓN NO SÓLO AL ASPECTO DE POLARIZACIÓN IDEOLÓGICA, SINO UNA SERIE DE PROBLEMAS SOCIALES QUE AHORA MANTIENEN EN JAQUE A EL SALVADOR. EN ESE SENTIDO, ¿CUÁL ES EL TRABAJO QUE LA IGLESIA CATÓLICA REALIZA PARA COMBATIR ESTOS MALES?
MJD: Déjeme decirle que durante la guerra, Monseñor Rivera Damas fue el primero en hablar de diálogo, nadie se atrevía a hablar de esto y a él casi le cuesta la vida. Le dijeron los de izquierda y derecha que dialogo no querían, porque ellos querían la guerra. Cada uno de los bandos estaba seguro de ganar la guerra. La guerra se había convertido en un negocio de tal forma que quien tenía acceso a armas sofisticadas le vendía armas a sus rivales.
Había comercio de armas entre los dos bandos (ejército–guerrilla) al grado que constatábamos que un grupo de militares estaba aquí y en menos de dos kilómetros estaban los contrarios y no se hacían nada. A mí me tocó vivir eso cuando escribía la vida de Monseñor Romero, tuve que transitar por todo el país y me encontraba con un grupo y, a los dos kilómetros estaba el contrario, y ellos me preguntaban: ¿No te hicieron nada los militares?, no, les decía, pues tampoco nosotros te vamos hacer nada, me decía la izquierda. Había un buen entendimiento entre ellos. Se había vuelto un comercio con la guerra. Entidades internacionales se dieron cuenta de esto y le dieron la razón a Monseñor Romero. De manera que la Iglesia siempre ha mantenido esta postura de acercamiento, de reconciliación, de fraternidad, Monseñor fue igual. Hasta ahora esa es la postura que se ha sucedido a través de los distintos arzobispos en San Salvador en el servicio pastoral.
VN: A PESAR DE QUE YA VAN CINCO GOBIERNOS DESPUÉS DEL CONFLICTO ARMADO, LOS PROBLEMAS SOCIALES SE ESTÁN AGUDIZANDO TALES COMO LA DELINCUENCIA, QUE HA REBASADO LOS LÍMITES DE TOLERANCIA ¿CÓMO INTERPRETA ESTO COMO MIEMBRO DE LA IGLESIA CATÓLICA?
MJD: De hecho la situación social -dejemos aparte la violencia- se ha agudizado; esto se debe a que la riqueza del país se ha concentrado en menos familias. Antes se hablaba de 14 familias, hoy se habla de cinco, que retienen entre el 80 al 90 por ciento de la riqueza.
La tensión entre ricos y pobres es más fuerte, y en ese sentido la pobreza ha crecido. La guerra en El Salvador se terminó con la firma de Chapultepec, pero ahora la violencia es producida por el narcotráfico debido a que El Salvador se ha vuelto un corredor para el narco que viene de Colombia hacia los Estados Unidos, ellos crean corredores y son varios los carteles que transitan por el país, y nosotros sabemos lo que eso produce, cuando éstos se compiten territorios, trae la muerte de sus rivales.
Hoy en el país aparecen 30 muertos cada día, cosa que en el tiempo de la guerra no era así, es una violencia mucho más difícil de combatir porque no se conoce al enemigo; esta violencia es mucho más desestabilizadora de la sociedad. A esto se agrega toda esta gente que fue deportada de Los Angeles, donde muchos de ellos estaban metidos en las maras (pandillas) y aprovechando que no tenían ninguna acusación en El Salvador, transitaron libremente por el país y prendieron fuego entre la juventud.
Los poderes Judicial, Ejecutivo y Legislativo no se entienden, y hay sospechas de mucha corrupción en entidades, incluyendo la Policía. Han pedido a la Fuerza Armada que intervenga, siendo una entidad que todavía no está corrupta, pero hay peligro de que la corrompan, porque el dinero del narcotraficante compra voluntades en todas partes y en cualquier nivel. La Iglesia continúa en su mismo papel, arbitrar por la paz, la justicia y el entendimiento, haciendo un llamado para que los políticos y funcionarios hagan todo con transparencia.
VN: TRAS LA VIOLENCIA TAMBIÉN MUCHOS JÓVENES ESTÁN SINTIENDO EL LLAMADO AL SACERDOCIO Y ESTO FUE EVIDENTE EN LA ÚLTIMA CONVENCIÓN DE JÓVENES REALIZADA POR LA IGLESIA CATÓLICA EN EL SALVADOR.
MJD: La vocación al sacerdocio ha crecido considerablemente y los Seminarios están llenos en San Salvador, en donde hay para diocesanos y jesuitas. Todas las congregaciones religiosas tienen sus seminarios llenos de jóvenes, pero hay que tener evidentemente la suficiente sabiduría para saber si un joven tiene la vocación al sacerdocio o no, porque en una situación como la que vivimos en El Salvador, muchos jóvenes ven como salida cultural los Seminarios, y después cuando se dan cuenta que esa no es su vocación se retiran. Pero no cabe duda que sangre de mártires sea semilla de cristianos. La sangre de Monseñor Romero y la sangre de tantos sacerdotes que fue derramada en El Salvador, está dando buen resultado. Antes del conflicto los jóvenes tenían un concepto de los sacerdotes como de personas inútiles, gente tonta que no hallábamos qué hacer y por eso nos metíamos a ser curas. Ahora se han dado cuenta que no, que los sacerdotes fuimos posprecursores de la Independencia de nuestro país.
Con los testimonios de los sacerdotes y Monseñor Romero ahora tenemos muchos jóvenes que quieren ser sacerdotes, Gracias a Dios.
VN: CUANDO USTED DICE QUE EL SALVADOR ESTÁ PASANDO POR UN PROCESO DE PURIFICACIÓN ¿QUÉ QUIERE DECIR CON ESTO?
MJD: Lo que llamamos crisis, la purificación que es para lo mejor. En nuestro país purificación social, política, económica, cultural; El Salvador no ha encontrado todavía su rostro cultural. No tenemos una identidad bien clara. Culturalmente hablando no tenemos un rostro bien definido, no tenemos una identidad ante el mundo de que podamos presentar una cultura autóctona. Hemos vivido un momento en que se nos exige o se nos pregunta ¿Y ustedes quiénes son? El mundo entero vive diciéndonos eso de un modo u otro, qué piensa, qué quiere, qué hace, qué busca y no tenemos respuesta para eso, estamos pasando por un proceso de purificación de poca identidad a una identidad más clara. Tenemos símbolos patrios, tenemos esto, tenemos cosas que nos hemos resguardado muchas veces para no mostrar el verdadero rostro que quizás nosotros mismos no lo hemos descubierto todavía. Somos un país en crisis que está buscando su propia identidad, dentro del concierto de naciones, latinoamericanas en primer lugar y mundial.
VN: ¿CREE QUE LOS SALVADOREÑOS EN EL EXTERIOR CONSTRUYEN UNA ENTIDAD PROPIA QUE LOS DISTINGA DE LAS DEMÁS COMUNIDADES?
MJD: Yo creo que nuestra gente estando fuera de su país se identifica más en sus problemas pero no en sus ideales. Estando en el exilio una comunidad recupera su propia identidad. Esa es una de las bondades de estar en el destierro, porque está fuera de su tierra, pueda que nazca un mesías en el exterior que entrando al país venga a traernos un renuevo, eso puede suceder. VN
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