<!--:es-->MONSEÑOR GOMEZ: ESTA ES LA MISIÓN QUE DEJÓ VIRGEN DE GUADALUPE ANTE EL DRAMA DE LOS MIGRANTES<!--:-->

MONSEÑOR GOMEZ: ESTA ES LA MISIÓN QUE DEJÓ VIRGEN DE GUADALUPE ANTE EL DRAMA DE LOS MIGRANTES

Foto : Virgen Guadalupe y San Juan Diego

Por María Ximena Rondón

LOS ÁNGELES, 01 Mar. (ACI).- En su nueva columna semanal, Mons. Gómez, Arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos) y mexicano de nacimiento, reflexionó sobre la misión que le encomendó la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego y que sigue vigente: “construir un santuario para Dios” en “todos los países del continente americano a través de nuestras obras de misericordia y de nuestros actos de amor” hacia el prójimo.

El Prelado recordó que en la Misa celebrada en Ciudad Juárez, el Papa llamó a los fieles a usar “sus dones para continuar la misión de Nuestra Señora de Guadalupe” en favor de los “pobres y oprimidos”, entre ellos los millones de migrantes que sufren “la corrupción de sus líderes, de las bandas criminales, del tráfico de personas, de la violencia, pobreza e injusticia económica”.

El Arzobispo de Los Ángeles recordó que “la inmigración no es un tema político o económico; la inmigración tiene que ver con las personas. Y, en una medida cada vez mayor, tiene que ver con los niños y con las familias”.

Añadió que los inmigrantes en Estados Unidos “parecen ser fichas humanas en un tablero en el que parecen formar parte de una permanente ‘clase inferior’. La mayoría de ellos han estado aquí durante mucho tiempo y están trabajando arduamente y contribuyendo a nuestra sociedad y a nuestra economía; pero no tienen derechos y viven en el temor constante de ser detenidos y deportados”.

También lamentó que la controversia que genera la inmigración traiga “divisiones entre los católicos estadounidenses, ya que la gran mayoría de nosotros somos hijos e hijas de inmigrantes” y resaltó que “como cristianos tenemos que ayudar de alguna manera a estas personas, sin importar de dónde vengan ni cómo hayan llegado aquí”.

Por lo tanto, Mons. Gómez invitó a que durante la Cuaresma “pensemos más acerca de cómo podemos ir en busca de los que se sienten solos y de los heridos, de los hambrientos y de los que no tienen un techo. Vayamos en busca de los que están olvidados y despreciados por nuestra sociedad: del prisionero del refugiado y del inmigrante”. VN

Puede leer la columna completa del Arzobispo de Los Ángeles aquí.

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