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MÁS FATALIDADES QUE EN LOS TIROTEOS MASIVOS

MÁS FATALIDADES QUE EN LOS TIROTEOS MASIVOS

(PORTADA: Fotografía de Waldo Nilo y diseño de Osvaldo Cisternas).

La fuerza destructiva de las armas de fuego es aún peor en casos de violencia doméstica, suicidio y disparos accidentales

Por ALICIA MORANDI

A pesar de que reciben mayor atención mediática, según demuestran varios estudios, los tiroteos masivos constituyen un pequeño porcentaje de todas las muertes que provocan las armas de fuego.

El FBI indica que cuando balean mortalmente a cuatro personas o más en el mismo escenario, se trata de un tiroteo masivo. Y aunque estas tragedias son devastadoras para la comunidad, las víctimas y sus familias, existe otro tipo de incidentes violentos ocasionados por las armas que terminan con más vidas. Se trata de las muertes provocadas por armas de fuego en situaciones de violencia doméstica, suicidio o por un disparo accidental, y que suelen pasar desapercibidas en los medios de comunicación.

Desde la matanza dentro de la Sandy Hook Elementary School, en Newtown, Connecticut en 2012  -en la que un joven armado asesinó a 20 niños, seis funcionarios  de la escuela, y luego se suicidó-, el Gobierno de Obama impulsó una serie de medidas para reformar la legislación del control de armas. El Congreso no aprobó ni siquiera la que tenía más consenso: un sistema de verificación de antecedentes para impedir que llegaran a los criminales o a individuos con problemas mentales.

El mes pasado volvió a ocurrir y esta vez en el Sur de California. Una pareja fuertemente armada irrumpió en el Centro Regional Inland, del Condado de San Bernardino, asesinando a nueve hombres y cinco mujeres. Otra vez el presidente Obama hizo un pedido para dificultar la compra de armas de fuego, sin obtener respuesta. Y este 5 de enero volvió a hacerlo en Washintgon, describiendo además las nuevas medidas que está tomando para reforzar la regulación de armas, e instó a los estadounidenses a votar por los candidatos que estén dispuestos a hacer más para prevenir la violencia armada.

LAS ARMAS Y LA VIOLENCIA DOMÉSTICA

 

El acceso a armas de fuego es un factor de riesgo para que un agresor asesine a su pareja en relaciones abusivas, según investigaciones.

En un estudio publicado en el Journal of Trauma, A.L. Kellermann, director del Instituto de Salud RAND, afirma que  “las mujeres que son asesinadas con un arma de fuego utilizada por sus maridos o novios, constituyen más del doble de las que son asesinadas por desconocidos utilizando cuchillos, o cualquier otra arma que no sea de fuego”.

Otro estudio publicado en el American Journal of Public Health señala que cuando el abusador tiene un arma de fuego, hay 12 veces más probabilidades de que la víctima muera, comparado al uso de otro tipo de instrumento o fuerza física. Y las mujeres en Estados Unidos son 11 veces más vulnerables a ser asesinadas con un arma que en otros países desarrollados.

LAS ARMAS Y LOS SUICIDIOS

Según los “Centers for Disease Control and Prevention” (CDC), “las personas que viven en hogares con armas son más propensas a considerar el suicidio”. Y los estados con un mayor índice de gente portando armas, tienen tasas más altas de suicidio.

Los estudios sugieren que los intentos de suicidio utilizando pistolas son fatales en la mayoría de los casos, mientras que los intentos utilizando cortes o envenenamiento sólo son fatales en alrededor de un 7 por ciento de las veces.

“Lamentablemente el intento de suicidio es un problema entre los adolescentes”, dijo la psicóloga Carmen Mansilla, con práctica en el condado de Riverside. “Los varones son más proclives a tratar de quitarse la vida con una pistola, en tanto que las mujeres tienden más a cortaduras o envenenamiento”, agregó.

Según la experta, los padres tienen que estar atentos a comportamientos de sus hijos que denotan deseos de suicidarse, como por ejemplo pérdida de interés en actividades que disfrutaban; regalar las pertenencias; tomar alcohol en exceso, consumir drogas ilícitas o hacerse cortaduras en el cuerpo; presentar dificultad para concentrarse o pensar con claridad; alejarse de los amigos o no querer salir; cambio en los hábitos alimenticios o de sueño; comprar un arma o pastillas.

La prevención de los suicidios no es algo que a menudo se considere en las discusiones sobre el control de armas. En Estados Unidos hay más suicidios utilizando un arma de fuego, que homicidios. En 2013, el último año en el que el CDC proporcionó números: 21,175 personas se suicidaron con un arma de fuego, mientras que 11,208 murieron en asesinatos con armas.

DISPAROS ACCIDENTALES

Un reciente análisis encontró un aumento de las probabilidades de disparos accidentales entre aquellos con acceso a armas de fuego, en comparación con los que no lo tienen. Los estados con más armas sufren más muertes accidentales. En Estados Unidos los niños de 5 a 14 años son 11 veces más propensos a morir por una bala disparada sin querer, que en otros países desarrollados donde poseer un arma es menos común.

La Academia Americana de Pediatría ha declarado que “la ausencia de armas de fuego en los hogares y lugares donde hay menores de edad, es la medida más confiable y eficaz para prevenir lesiones por armas de fuego entre niños y adolescentes”. VN

CENTRO DE AYUDA A VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DOMÉSTICA

  • CSU Long Beach Trauma Recovery Center: (562) 491-7977
  • Downtown Women’s Center: (213) 680-0600
  • HOPICS: (323) 432-4399 ext. 210

CENTROS QUE ASISTEN A VÍCTIMAS DE CRÍMENES Y SUS FAMILIAS

PREVENCIÓN DE SUICIDIOS, LÍNEAS GRATUITAS DE AYUDA

  • Suicide Hotline: 1(800) 784-2433
  • Crisis Call Center: 1 (800) 273-8255
  • National Suicide Hotline: 800-SUICIDE (784-2433); 800-442-HOPE (4673)
  • National Suicide Prevention Lifeline: 1 (800) 273-TALK (8255)

 

CÓMO LIDIAR CON EL DOLOR QUE PROVOCA UN HOMICIDIO

La pérdida de un ser querido a consecuencia de un asesinato produce un profundo dolor y lleva tiempo y trabajo lograr la sanación, según la psicóloga Carmen Mansilla, con práctica en el condado de Riverside. Por eso brinda algunas recomendaciones:

  • Pida ayuda y acéptela.
  • Evite aislarse. Platique con familiares y amigos; asista a grupos de apoyo y a consejeros profesionales.
  • Hable con organizaciones religiosas o sacerdotes, para encontrar fuerza y consuelo.
  • Escriba sus sentimientos cuando no pueda expresarlos abiertamente. A menudo ayuda a aliviar el dolor.
  • Participe en esfuerzos de solidaridad con otras víctimas y sus familias.
  • Lea libros motivacionales con casos de personas que pasaron por experiencias similares, y cómo aprendieron a sobreponerse al dolor.
  • Haga ejercicio, aunque sea una caminata corta. Esto ayuda a liberar el estrés, ansiedad, rencor y otros sentimientos que ‘envenenan’ el espíritu.

 

EN MANOS DE LOS JÓVENES

Una encuesta reciente reveló que uno de cada seis estudiantes de High School dijo haber portado un arma de fuego en algún momento. En California varias leyes regulan la posesión de armas por jóvenes, y de acuerdo a la Fundación del Colegio de Abogados de California:

  • Es ilegal que un menor de 16 años posea una pistola a menos que esté acompañado por un padre o adulto responsable.
  • Es ilegal venderle o darle un arma de fuego, ni siquiera un rifle o pistola de gas, a un menor sin permiso de los padres.
  • Si a su hijo lo descubren vendiendo o usando un arma en la escuela, le pueden suspender o expulsar. También se podría establecer un cargo penal en su contra.
  • Mostrar un arma con enojo o en forma grosera ya es un delito menor, aunque el arma sea una réplica.
  • Si un padre le da un arma de juguete a un menor, o la deja al alcance de su mano y alguien resulta herido o muerto, ese padre es responsable por hasta 30 mil dólares por las heridas o muerte o daños a la propiedad. Si más de una persona resulta herida o muerta, al padre es responsable de hasta 60 mil dólares.
  • Si el dueño de un vehículo permite que alguien dispare un arma desde su auto, el conductor puede recibir hasta tres años en prisión o más si alguien resulta herido o muerto. Se le puede poner cargos penales al joven que usa el arma para lastimar o matar.
  • Es delito mayor que un conductor o dueño de un vehículo permita     que alguien dispare un arma de fuego desde su auto. El conductor puede recibir hasta 3 años en prisión, o más tiempo si alguien muere o resulta herido. VN

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