MÁS AHORROS Y MÁS AÑOS DE TRABAJO SON NECESARIOS PARA JUBILACIÓN

Los trabajadores deben ahorrar más de 10 por ciento de su salario anual para poder financiar una jubilación decente, realidad que merece poner los ahorros para el retiro como prioridad de las resoluciones financieras de año nuevo.

Con índices de ahorro más bajos históricamente en Estados Unidos, menos trabajadores por cada jubilado, y mayores expectativas de tiempo de vida, un prospecto de jubilación decente requiere mayor esfuerzo hoy en día, según muestran estudios.

En palabras de Alex J. Pollock, investigador del Instituto Empresarial Americano para la Investigación de Política Pública, una “mayor expectativa de vida combinada con un tiempo total (años) de trabajo más corto, en promedio, ha deprimido la proporción trabajo-jubilación a un nivel insostenible financieramente”.

Un caso típico contemporáneo, explica, es que las personas trabajen desde los 22 hasta los 62 años de edad -o de 25 a 65 años para quienes invirtieron más años de estudio, para luego vivir jubilados hasta los 82 u 85 años.

Esto significa un promedio de 40 años de trabajo para financiar 20 de jubilación, una proporción trabajo-jubilación de 2 a 1 (40 divido por 20), o lo que es lo mismo, “apenas dos años de ingresos y ahorros para financiar cada año de jubilación”, señaló Pollock.

Dicha proporción significa en términos de ahorros que los estadounidenses deberían ahorrar 14 por ciento de sus ingresos anuales durante toda su vida laboral para asegurar la jubilación, algo difícilmente realizable para muchos.

En promedio, los hombres actualmente viven 17.1 años de jubilación, y las mujeres cerca de 21.4 años, de acuerdo con estadísticas del centro de investigaciones sobre política social, The Urban Institute.

Dicha institución, al igual que Pollock y otros investigadores sugieren que para lograr una jubilación decente los trabajados actuales necesitarán extender su tiempo de vida laboral, con consecuentes ahorros anuales, por varios años.

Un punto de preocupación nacional es que, en la práctica, muchos trabajadores no están ahorrando nada para la jubilación. De hecho, el índice de ahorro personal, como un porcentaje de los ingresos disponibles, es de -0.5 por ciento, según últimos datos de 2005 del Departamento de Comercio de EEUU.

Sólo 66 por ciento de los trabajadores tiene algún tipo de plan para la jubilación, y uno de cada cuatro trabajadores no se enrolan en planes de retiro 401(K) proveídos por los empleadores.

Entonces, si incluso ahorrando anualmente, las predicciones indican que los trabajadores deberán trabajar por más años para tener un retiro decente, para quienes no están ahorrando el tema se vuelve todavía más urgente y prioritario.

El comienzo del año es tradicionalmente un buen momento para trazarse metas, y en este punto conviene preparar un plan para comenzar a ahorrar para la jubilación, o para mejorar lo que se está haciendo la respecto.

El primer frente de indagación sobre opciones es el empleador, para conocer si ofrecen planes de retiro, enrolarse en ellos y aportar la mayor cantidad posible cada mes a estas cuentas.

El otro frente son las Cuentas Individuales de Retiro (IRA), entre las cuales existen las variantes Tradicional y Roth, entre otras.

Un asesor financiero en cualquier institución bancaria puede aconsejar cuál cuenta es más conveniente en cada caso, y se pueden considerar también inversiones en Certificados de Depósito y otros instrumentos que producen mejores tasas de interés que las cuentas de ahorro tradicionales. VN

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