MADRE HISPANA DESESPERADA TRAS LA DEPORTACIÓN DE SU HIJO A MÉXICO
Juanita Gálvez expresó su desesperación por la deportación de su hijo a México y, al igual que otras familias en situación similar, centra sus esperanzas en la aprobación de una reforma migratoria que les permita reencontrarse.
Gálvez, una inmigrante de origen mexicano, asegura que su familia “ha sido desintegrada” tras la partida de su hijo a México y cuestiona el proceso legal que culminó en su deportación.
“Ya han pasado 13 días desde la ultima vez que lo vi, no puedo creer que en cuestión de minutos nuestra vida haya cambiado tanto”, dijo Gálvez a Efe en una entrevista por teléfono.
El pasado 10 de marzo, su hijo Omar Gálvez, de 16 años, fue detenido junto a dos amigos, Jaime Cisneros y Johanny Nafarrette, por un policía de la ciudad de Gilbert, por presuntamente haber participado en carreras clandestinas de automóviles.
Al interrogar a Cisneros, que era el conductor del automóvil, éste le dijo al oficial que no contaba con una licencia de Arizona y que solo tenía una identificación mexicana que no traía consigo.
De acuerdo con Gálvez, el policía llamó entonces a la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), que de inmediato iniciaron el proceso de deportación contra los menores.
“No entiendo porqué la policía tuvo que haber llamado al ICE”, expresó.
La angustiada madre dice no creer que su hijo haya participado en las carreras clandestinas, y asegura que la noche de la detención, él había salido con su hermano mayor y otros amigos a una fiesta.
“Sabemos que las cosas están muy difíciles, por cualquier pretexto la policía nos esta deteniendo, pero pensé que por ir con sus hermanos, había más seguridad”, dijo la inmigrante originaria de de Hermosillo.
Lo que más inquieta a Gálvez, que desde hace cinco años vive con su familia en Arizona, es que su hijo de 16 años haya firmado el documento en el que se comprometía a salir voluntariamente de Estados Unidos.
“Mi hijo es menor de edad, yo no sé si eso es legal”, comentó la madre.
Asimismo, indicó que después del arresto no supo nada del menor hasta que un funcionario del consulado mexicano la llamó para decirle que “tenía que ir a recoger a su hijo a Nogales”, ciudad fronteriza donde generalmente son deportados los inmigrantes indocumentados.
“¿Por qué nunca nos avisaron que mi hijo estaba detenido y, sobre todo, que lo podrían deportar a México? ¿Por qué no tuvieron la oportunidad de ir ante un juez”, cuestionó.
El joven, que cursaba décimo grado de secundaria, actualmente vive con sus abuelos paternos en Hermosillo (Sonora).
“Mi hijo no los conoce, nunca ha vivido con ellos, para él son como extraños, pero sobre todo sé que la familia no tiene los recursos para tener a mi hijo con ellos”, señaló Gálvez.
“Está muy asustado, llora mucho, es todavía un niño”, dijo la inmigrante, que dijo estar buscando un segundo empleo para poder enviarle dinero a su hijo.
Al igual que millones de indocumentados que viven en Estados Unidos, la familia Gálvez centra todas sus esperanzas en la posible aprobación de una reforma migratoria que les permita traer de nuevo a su hijo de forma legal a este país.
“Solo quiero pedirles a todos los padres de familia que tengan mucho cuidado con sus hijos, esta situación desintegró a mi familia, no sé que vamos hacer”, finalizó la madre.
Por su parte, Lauren Mack, vocera del ICE en San Diego y Arizona, indicó que la agencia federal actuó correctamente y afirmó que los padres de los menores fueron contactados por el consulado mexicano, pero que se rehusaron a presentarse. VN
Redes Sociales